PARASHAT VAYEJÍ 5784

EL SORDO DENTRO DE NOSOTROS

PARASHAT VAYEJI

EL SORDO DENTRO DE NOSOTROS

En Parashat Vayejí, la Toráh nos cuenta sobre los últimos años de vida Yaäkov Avinu, hasta el día de su fallecimiento. Parte de las cosas interesantes que vemos en la Parashá, es como Yaäkov Avinu le pide a su hijo Yosef que le jure que no la va a enterrar en la tierra de Egipto una vez que fallezca, sino que lo va a subir a la tierra de Israel y lo va a enterrar en Maärat Ha´Majpela al lado de Leáh, y junto a todos los patriarcas. 

Muchos preguntan sobre ¿Por qué Yaäkov lo hiso jurar a Yosef? ¿Acaso no era suficiente con que se lo pidiera para que Yosef lo llevara a cabo? Varias respuestas fueron dichas sobre esto, entre ellas, que Yaäkov sabía que cuando llegara el momento de tener que subirlo a la tierra de Israel y enterrarlo, el faraón de Egipto podría poner trabas a Yosef por querer que se lo entierre dentro de Egipto, siendo un honor para Egipto tener el cuerpo de Yaäkoventerrado ahí, por ende, al hacerlo jurar, y Yosef tener que decirle al faraón que se trata de un juramento realizado antes del fallecimiento de Yaäkov, incluso el faraón no tendría nada que decir y no se opondría a la decisión, ya que sabría que un juramento es algo intransable.

El entierro de Yaäkov fue uno de los más importantes que se han visto en la historia, no solamente por el hecho de que su hijo Yosef era el virrey del mundo en ese tiempo, sino que por el hecho de que Yaäkov mismo era muy conocido y querido por otros reyes del mundo. Toda la gente más top de Egipto y del mundo asistió a esta caravana que emprendió rumbo desde Egipto hasta la tierra de Israel para enterrar el cuerpo de nuestro querido Yaäkov Avinu. En el camino se fue sumando más gente, fue una travesía de unos cuantos días.

Cuando llegaron a la tierra de Israel y llegó el momento del entierro de Yaäkov, sucedió algo que nadie esperaba. La Guemará en Masejet Sotáh [13a]trae que cuando llegaron a Maärat Ha´Majpeláh para enterrar a Yaäkov, llegó Ësav y comenzó a decir que ese lugar de entierro le pertenecía a él, y no a Yaäkov. ¿Por qué? Ësav decía que esos dos puestos que quedaban en Maärat Ha´Majpeláh eran uno para Yaäkov y uno para Ësav, y Yaäkov ya había enterrado a su mujer Leáh ahí, queriendo decir que el lugar que quedaba para entierro le pertenecía a él, a Ësav, y él demandaba ese lugar dado que él también quería ser enterrado al lado de sus padres, y de sus abuelos, por ende se oponía a que entierren en ese lugar a Yaäkov.

Contrario a esto, los hijos de Yaäkov opinaban que lo que Ësav estaba diciendo era absolutamente incorrecto, ya que Yaäkov Avinu había comprado de Ësav esa tumba dentro de Maärat Ha´Majpelah, tal como le dijo Yaäkov Yosef [Bereshit 50:5]: “Be´Kirbi asher cariti li” (En la tumba que compre para mi), lo cual Rashi explica en nombre del Midrash que Yaäkov tomó toda la plata y oro que logró adquirir mientras trabajó en la casa de Lavan y se lo entregó a Ësav a cambio de su parte en Maärat Ha´Majpelah.

Solo para que entendamos, toda esta discusión sucedía mientras el cuerpo de Yaäkov Avinu se encontraba tendido en el lugar sin ser enterrado aún. Ësav les dijo a los hijos de Yaäkov: “¿Ustedes dicen que hay un contrato de compra y venta entre su padre Yaäkov y yo? Quiero verlo, muéstrenme ese contrato, hasta que no lo vea yo sigo demandando esta tumba.” Por otro lado, los hijos de Yaäkov le decían que ellos estaban 100% seguros de que existía ese contrato, es más, no había nadie de la familia quien no lo haya visto, solo que ese contrato lo habían dejado en Egipto ya que nadie se imaginó que iba a pasar algo así como lo que estaba pasando, que Ësav se iba a aparecer repentinamente y se iba a oponer al entierro de Yaäkovpidiendo ver físicamente el contrato de compra y venta de ese pedazo de la tumba.

En ese tiempo no existía mail, o aviones, como para poder hacer llegar el contrato de compra y venta de forma rápida, en el mejor de los casos iba a ser un tema de un par de días el poder ir a Egipto y luego volver con el contrato. Decidieron enviar a Naftalí para que vaya corriendo a Egipto y vuelva con el contrato, Naftalí, de todos los hermanos, era quien sabía correr más rápido, tal como lo bendijo Yaäkov Avinu antes de fallecer [Bereshit 49:21]: “Naftalí Ayaláh Shelujáh” (Naftalí como un ciervo enviado), corría tan rápido que se abria la tierra en su paso. De todas formas, incluso si es que Naftali era quien iba a correr a Egipto para traer el contrato de compraventa, esto iba a tomar un par de días.

Cuenta la Guemará, que mientras toda esta escena sucedía donde Ësav se oponía a dejar que se entierre a Yaäkov Avinu en la tumba que le pertenecía a Yaäkov, poniendo como condición que él tenía que ver físicamente ese contrato de compra y venta, a pesar de que él sabía perfectamente que existía, en ese momento se paró uno de los nietos de Yaäkov, llamado Jushim ben Dan, y con su espada le cortó la cabeza a Ësav, cayendo su cabeza rodando dentro de Maärat Ha´Majpeláh.

Uno lee esta Guemará y se pregunta de inmediato ¿Qué pasó acá? ¿Qué pasó con los hijos de Yaäkov que eran tan fuertes y atrevidos cuando habia que serlo, y ahora no hicieron nada? ¿Tuvo que necesariamente venir un nieto de Yaäkov y tomar las riendas del caso con sus propias manos y poner fin al denigro que estaba generando Ësav en ese momento con sus mentiras? Claramente la Toráh nos quiere entregar un mensaje con todo esto.

La Guemará en Masejet Sotáh [ahí] explica que Jushim ben Dan era sorda, y hay quienes trae que incluso era mudo. Esto quiere decir que, cuando comenzó toda la discusión con Ësav por el entierro de Yaäkov, y Ësav empezó con todo su escandalo frente al resto de las personas presentes, mintiendo y demandado una tumba que no le pertenecía, hubo una sola persona quien logró mantenerse al margen de ello y seguir enfocado en el objeto principal, que era enterrar a Yaäkov Avinu. ¿Quién fue esa persona? Esa persona fue Jushim ben Dan. Él miraba esta escena y no lograba entender porque todavía no se enterraba el cuerpo de Yaäkov Avinu, no lograba entender porque se estaba incurriendo en la prohibición de “Linat Ha´Met” (prohibición de dejar el cuerpo del fallecido sin enterrar) con el cuerpo de Yaäkov Avinu, tal como lo trae Maran Ha´Shuljan Aruj [Yoreh Deähsiman 357, seif 1] para la halajá que esta absolutamente prohibido postergar el entierro de un fallecido y hay que intentar enterrarlo lo antes posible.

Jushim ben Dan fue el único quien se dijo a sí mismo: “Avi Abah yihihe mutal be´bizayon äd she´yavó Naftalí Mi´Mitzraim?” (¿El padre de mi padre estará tendido con menosprecio hasta que llegue Naftalí de Egipto?) E inmediatamente sacó su espada y le cortó la cabeza a Ësav quien estaba impidiendo el entierro.

Nuevamente, uno escucha esto y se pregunta: ¿Qué pasó con los otros hijos de Yaäkov? ¿Qué paso con los otros nietos? ¿Por qué nadie sacó la espada y le cortó la cabeza a Ësav? Lo más increíble, es que nadie le llamó la atención a Jushin ben Dan por lo que hiso, y es más, la Toráh no escribe en ningún lado que su acto de sacar la espada y cortarle la cabeza a Ësav fue un acto denigrante, al contrario, se ve que su acto fue un acto heroico, un acto correcto, que debía ser hecho en aquel momento de la forma en que se hiso. Entonces con mayor razón, volvemos a la misma pregunta ¿Qué diferenció a Jushin ben Dan del resto de los presentes? La respuesta para esto la trae el Gaon Rav Jaiim Shmuelevitch zt”l en su libro Sijot Musar, y es algo que esconde un mensaje sumamente profundo para todos nosotros tanto en el marco general como en el marco individual.

Jushim ben Dan, a diferencia del resto de las personas que estaban presentes ahí en el entierro de Yaäkov Avinu, era sordo, por ende, Jushim ben Danfue el único que pudo mantenerse al margen de caer en el juego que Ësav deseaba que cayeran todos los que estaban involucrados escuchando. Ësavsabía que estaba demandando algo no demandable, él sabía que estaba haciendo problemas por algo que no había razón alguna, ya que Yaäkov había comprado su parte en Maärat Ha´MajpelájËsav había menospreciado el valor de tener una tumba en ese lugar, y la había vendido al igual que había menospreciado y vendido su estado de primogénito.

Yaäkov Avinu estaba sufriendo en ese momento, había que enterrarlo lo antes posible, e igual así todos los presentes cayeron en la trampa de entrar en dialogo con Ësav y tropezar en si quiera tomar en consideración lo que estaba demandando Ësav en aquel momento, algo simplemente no demandable por su parte. Cómo si por ejemplo un extraño va y demanda la custodia de un hijo que no es suyo, ningún padre biológico va a siquiera entrar en dialogo con él, ya que entrar en dialogo y caer en tener que comenzar a demostrarle que uno es el padre biológico, solamente significa caer en el juego de aquel persona malvada, y dejarlo comprar terreno peligroso.

Jushim ben Dan tuvo el gran mérito de ser el único sordo que estaba presente ahí, él pudo ver la imagen de la situación que estaba sucediendo ahí de una forma mucho más pura, mucho más sensible. Lo único que vio, fue como Ësav estaba absteniendo el entierro de Yaäkov Avinu sin ningún sentido, causando Linat Ha´Met dejando el cuerpo sin enterrar durante más y más tiempo, sin sentido alguno, a sabiendas que lo que estaba alegando era a priori ya una mentira. ¿Qué hizo Jushim ben Dan? Se paró y le cortó la cabeza a Ësav, acto el cual si bien parece insensible a primera vista, proviene justamente del lugar más sensible que puede haber en una persona, una sensibilidad que lleva a la persona a buscar la justicia real en lo que uno hace, y hacerlo a toda costa, lo cual involucra muchas veces no entrar siquiera en dialogo con la contraparte cuando uno sabe con absoluta certeza lo que es correcto.

Es bastante irónico a primera vista pensarlo, pero es increíble como cuando uno actúa a veces como un sordo frente a lo que sabe que es la verdad y que es lo correcto, defendiéndolo sin escuchar a nadie más, el resto de la gente más respeta y aprecia a aquella persona, es decir, más se conecta con su forma de actuar. ¿Por qué? 

La respuesta para esto es que la mayoría de las personas, y el mundo en general, saben lo que se llama “Lezahot Zihuf” (reconocer lo que es real y lo que falso). Cuando una persona acuta como un sordo, haciéndolo por lo que sabe que es correcto, todos reconocen que su sordera no proviene porque que de verdad es un sordo, claramente no, sino que la gente reconoce que esa sordera proviene de una sensibilidad superior, una sensibilidad que para poder llevarla a cabo como debe ser necesariamente se requiere sacar esa cualidad de sordo que cada uno tiene dentro suyo.

Esto es algo bastante actual, sobre todo donde nos encontramos como Äm Israel, luchando una guerra contra un enemigo que demanda nuestra tierra, la cual ni siquiera fue elegida por nosotros, sino que fue entregada a nuestro pueblo por El Creador del mundo desde el comienzo de la creación, y escrito en su libro santo llamado Toráh. Un enemigo que piensa que, frente a actos de crueldad absoluta frente a nuestros jóvenes, niños, mujeres, y ancianos, nosotros vamos a darle el lujo de siquiera entrar en dialogo sobre que se va a hacer, y como se va a hacer.

Cuando se trata de la verdad, es uno el que tiene que dar ejemplo al resto, es uno el que debe velar por la justicia actuando como un sordo que solamente le importa una sola cosa, la justicia, y no pone nada más sobre la balanza, ya que la única forma de saber cuidar la justicia y cortar el suministro de energía que ingresa dentro de aquellos que desean hacer el mal en el mundo, es solamente sacando el sordo que tenemos dentro de nosotros, y no entrando en dialogo siquiera sobre el tema.

Está escrito en Masejet Sanhedrin que un rey debe tener una cualidad para poder ser rey, y que sin esa cualidad simplemente no hay lugar para que pueda ser el rey. ¿Cuál es esa cualidad? Un rey debe tener la capacidad de tomar decisiones y llevarlas a cabo haciéndolo más allá de lo que el pueblo piensa o dice. Estamos hablando claramente de un rey que busca la verdad, y en base a esa verdad es que toma las decisiones. Eso fue lo que diferenció entre el rey Shaul y el rey David. Solamente un rey quien sabe actuar como un sordo cuando se trata de tomar decisiones que tienen que ver con justicia, y sabe no escuchar al pueblo quien puede influenciar esa decisión con todo tipo de intereses externos, ese es el rey digno de reinar.

El Creador nos eligió a nosotros como pueblo para actuar como el rey de los pueblos en este mundo, lo cual involucra mucha responsabilidad. Cuando se trata de mostrar ética frente al mundo, quien tiene que tomar la iniciativa y actuar como sordo es Äm Israel. No hay nadie en el mundo quien sepa lo que es correcto y lo que no es correcto como Äm Israel por un motivo muy simple y evidente, y es que el pueblo fue elegido y se le entregó la Toráh la cual incluye todas las reglas y límites importante del mundo. Esa misma Toráh, viene y nos demuestra en nuestra Parashá la importancia que hay en saber sacar el sordo que tenemos dentro de nosotros en algunos casos.

Hasta aquí hablamos del ámbito general, sin embargo, rabotay, claramente esto también hace referencia al ámbito persona e individual de la persona, donde hay mucho que hablar de lo importante que es saber actuar como sordo y no escuchar a ciertos instintos e incentivos que nos conllevan a entrar en diálogos y consideraciones de cosas que sabemos con absoluta certeza que no son correctas, cosa que sabemos que no debemos transar en lo absoluto, sino que ser absolutamente sordos respecto a eso.

Debemos saber cómo aprender de Jushim ben Dan y sacar ese sordo que tenemos dentro de nosotros en algunos casos, no porque seamos sordos de verdad y poseamos menos sensibilidad, al contrario, sino que justamente sacamos ese sordo producto de esa gran sensibilidad que tenemos para no transar con lo que sabemos que es la verdad y lo correcto.

Shabat Shalom u´m´Voraj.

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