PARASHAT MIKETZ 5784

LA CALIDAD IMPORTA MÁS QUE LA CANTIDAD

PARASHAT MIKETZ 

LA CALIDAD IMPORTA MÁS QUE LA CANTIDAD

En nuestra Parashá de la semana, Parashat Miketz, la Toráh nos cuenta sobre como Yosef Ha´Tzadik pasó un cambio drástico en su vida, pasando de estar en la cárcel a ser el vire de Egipto.

La Parashá de Miketz normalmente es la Parashá que cae dentro de la festividad de Janucáh, y claramente eso no es una coincidencia, sino que acá hay un mensaje muy potente para cada uno de nosotros.

El milagro de Janucáh de por sí es algo que requiere explicación. ¿Por qué? Dado que lo que estamos celebrando en Janucáh es principalmente el milagro de que se encontró una vasija de aceite puro con el timbre del Cohen Gadol entre las ciento de vasijas de aceite que habían sido impurificadas por los griegos, tal como dice la Guemará: “Ke´she´gabrá maljut jashmonai ve´nitzju” (Cuando los Jashmonaim dominaron y le ganaron al ejército griego)“badku ve´lo matzú elja paj ejad shel shemen she´haya munaj be´jotamó shel Cohen Gadol” (Revisaron y buscaron encontrando solamente una vasija de aceite con el timbre del Cohen Gadol), y luego esa vasija de aceite que era capaz de encender las velas por un solo día, terminó encendiéndolas por 8 días como gran milagro absoluto. ¿Qué tiene de curioso esto? Lo curioso es que tenemos una ley que establece que “Tumá hutrá ba´rabim” (La impureza fue permitida en caso de se trate de un grupo de personas), es decir, en caso de que la mitzváh que se tenga que hacer tenga que ver con un grupo de personas y no solamente con un individuo, incluso si la mitzváh posee un impedimento producto de una impureza, halajicamente se permite hacerlo, dado que “Tumá hutrá ba´rabim” (La impureza fue permitida en caso de se trate de muchas personas).

Quiere decir que toda la búsqueda para encontrar esa única vasija de aceite fue aparentemente innecesaria, y, además, lo más curioso de todo esto es que  hiso un milagro causando que ese aceite mantenga encendido el candelabro por 8 días completos, y el Zohar [Miketz 201b] trae que “Ha´Kadosh Baruj Hu lo ävid nisa le´magna” (Ha´Kadosh Baruj Hu no realiza milagros en vano si es que no existe una necesidad real), y en Janucáh aparentemente vemos lo contrario, es decir, aparentemente no existía motivo real para tener que encender el candelabro con aceite puro e igual así  hiso un milagro para que el aceite puro sea quien encienda todo el resto de los días. ¿Cómo se explica esto?

El Rebe Mi´Luvavitch hace esta pregunta, y explica algo increíble que vamos a intentar transmitirlo con nuestras propias palabras de acuerdo a nuestro entendimiento.

Dentro de Äm Israel existen distintos tipos de personas con distintos tipos de roles, tenemos empresarios, médicos, soldados, estudiosos de la Toráh, mujeres, jóvenes, etc. Cada uno se desempeña en un área distinta en su vida. Sin embargo, todos tenemos algo en común, y es que somos todos pertenecientes a Äm Israel, el pueblo elegido por El Creador, al cual le entregó Su Toráh.

Si bien cada uno de nosotros tiene un rol distinto en este mundo, igual así todos tenemos un denominador en común, y es que en este mundo debemos estudiar el manual Del Creador – su Toráh, hacer mitzvot, y ser personas dignas de santificar El Nombre Del Creador, ya que sin hacer eso, difícilmente vamos a lograr cumplir con nuestra misión. Sin embargo, por distintos motivos, no todos podemos invertir la misma cantidad de tiempo en la Toráh y mitzvot, ya que todos tenemos distintos roles en la vida. Si es respecto al estudio de la Toráh, hay quienes se dedican todo el día al estudio de la Toráh (dichosas aquellas personas), hay quienes trabajan medio día y medio día estudian, hay quienes trabajan todo el día y estudian un momento en la mañana y un momento en la noche, etc. 

Trae el Rebe Mi´Luvavitch que el milagro que Ha´Kadosh Baruj Hu hiso con el aceite puro en Janucáh (lo cual aparentemente se ve como un milagro innecesario, tal como lo vimos), en realidad era absolutamente necesario que sucediera, dado que arrastra un mensaje fundamental para cada uno de nosotros que forma parte de Äm Israel. ¿Cuál es el mensaje?

El milagro de Janucáh viene a enseñarnos que la calidad siempre gobierna sobre la cantidad. Viene a enseñarnos que una vasija de aceite puro, puede gobernar y hacer el trabajo que hubieran tenido que hacer una cantidad de aceite 8 veces superior a ella. En Janucáh vemos como Ha´Kadosh Baruj Hu al ver que los Jashmonaim no se conformaron con encender el candelabro con aceite impuro, y en cambio se esforzaron por buscar y buscar hasta que encontraron una vasija de aceite puro para encender el candelabro, inmediatamente H´ decidió hacer un milagro y causar que ese poco aceite sea suficiente para influenciar los 8 días de encendido. ¿Qué tiene que ver eso con la vida de cada uno de nosotros?

Cada uno de nosotros tiene su propia vasija de aceite puro en su vida. Hay quienes tienen un momento en el día que dedican para el estudio de la Toráh, ya sea que lo hacen sentándose frente a un libro, o escuchando un shiür, hay quienes tienen una mitzváh especifica la cual hacen cada día y día, hay quienes tienen un rezo al día en el cual logran conectarse especialmente con El Creador, etc, cada uno tiene su propia vasija de aceite puro en su vida.

Sin embargo, hay algo importante que debemos entender, y ese es uno de los mensajes de Janucáh, no es la cantidad de aceite puro que tenemos lo que más importa en la ecuación de nuestra vida, puede ser que mi vasija de aceite puro sean 30 minutos de estudio de Toráh que le dedico todos los días antes del trabajo, o todos los días antes del rezo, o un momento que dedico en el día para pararme frente Al Creador y rezar, no importa necesariamente la cantidad, puede ser que esos 30 minutos en comparación a las 24 horas que hay en un día se vean como algo ínfimo, algo insignificante, sin embargo, el milagro de Janucáh nos viene a mostrar que algo pequeño y puro, tiene la fuerza de influir algo mucho más grande que él, una vasija de aceite puro, tiene la capacidad de influir 8 días completos de luz, unos 30 minutos de estudio hechos con absoluta pureza, sin desconcentrarse, sin mirar el celular, o idealmente apagando el celular, y sin pensar en otras cosas, tiene la fuerza de influir y dar luz para todo el día. Un rezo hecho con absoluta kavanáh (intención) y sin pensar en cosas mundanas mientras estamos hablando con El Creador, puede influir absolutamente todo el resto del día.

Cuando El Creador decidió hacer el milagro de Janucáh, no fue un milagro sin un sentido, ya que tal como lo vimos anteriormente, “Ha´Kadosh Baruj Hu lo ävid nisa le´magna” (Ha´Kadosh Baruj Hu no realiza milagros en vano si es que no existe una necesidad real), sino que lo hiso para darnos un mensajes a nosotros que somos sus hijos, y es que frente a Él la calidad de lo que hacemos es más importante que la cantidad, y al ver cuánto se esforzaron los Jashmonaim por buscar y buscar un aceite puro y querer hacer la mitzváh con la mayor pureza que se pudiera, a pesar de que no necesariamente era necesario hacerlo, HaKadosh Baruj Hu decidió hacer el milagro y mostrarles como un acto hecho con absoluta pureza y esfuerzo, puede gobernar e influir para todo el resto que queda.

RabotayYosef HaTzadik pasó cosas muy duras en la vida, y de muy joven, creció como un huérfano en las condiciones más difíciles habidas por haber, sin embargo, logró surgir y llegar a ser el virrey de Egipto. ¿Cómo lo hiso? Se concentro solamente en esa vasija de aceite puro que tiene todo Yehudí dentro de Él, se concentró en esa conexión infinita que cada uno de nosotros tenemos con , y se preocupó de siempre mantener con máxima pureza esa pequeña vasija de aceite, la cual finalmente logró influir en grande sobre la vida de Yosef.

Hay una mujer llamada Limor Zusman que hoy tiene 29 años, está casada con hijos, y tiene una profesión. Sin embargo, cuando ella tenía 6 años, sus dos padres fueron a un matrimonio, y nunca más volvieron, el suelo del lugar donde se llevó a cabo el matrimonio se desplomó y fallecieron unas cuantas personas, entre ellos sus 2 padres.

Limor le escribió una carta a Avigail, una joven de 6 años que perdió a sus dos padres en el ataque recibido el 7 de Octubre, sus dos padres fueron asesinados. Ella le escribió como en un momento ella sintió una soledad que nunca antes había sentido, que no tenía en que aferrarse. Cuenta que en ese momento salió hacia afuera, con tan solo 6 años, y miro hacia El Cielo, y dice que una fuerza inexplicable ingresó dentro de ella en ese momento, sintió como la luz Del Creador estaba con ella diciéndole “Tranquila, Yo estaré contigo para siempre”, y se aferró a eso día y noche hasta que logró surgir como persona y ser lo que es hoy en día.

Ella termina la carta escribiendo: “Y quiero decirle a cualquier persona que este cercano a Avigail, abrásenla, denle, y no le pidan nada. Sean sensibles y cuidadosos, denle tiempo. Pero lo más importante ¡No sean misericordiosos con ella!  La misericordia déjenla afuera. Solamente preocúpense de alumbrar la fuerza que tienen dentro, no se concentren en las heridas que tiene, sino que en las fortalezas que tienen, y no la conviertan en una persona dependientes de la bondad del resto”.

El mensaje es muy potente rabotay, el mensaje de la luz de Janucáh, no importa que tan pequeña sea la vasija de aceite puro que alumbra dentro de nosotros, ya que al igual que el aceite flota sobre todos los líquidos, esa vasija de aceite que tenemos dentro de nosotros y que cuidamos con pureza, va a siempre flotar y estar por sobre todo el resto. Nosotros, solo debemos hacer el máximo esfuerzo por cuidar esa vasija de aceite puro en su máxima pureza, y el resto vendrá solo.

Shabat Shalom u´mvoraj.