PARASHAT NOAJ 5784

NO SER DE POCA FE

PARASHAT NOAJ 5784

NO SER DE POCA FE

Si bien el diluvio sucedió hace muchos años, siendo más exacto, hace 4128 años, lo cual es en el año 1656 desde la creación del mundo, igual así sigue habiendo numerosos mensajes en aquel suceso que son absolutamente relevantes en nuestra actualidad, sobre todo en los tiempos que estamos viviendo.

Si bien hoy vamos a concentrarnos en un detalle increíble que aprendemos de Noaj, antes de eso nos gustaría comenzar explicando brevemente algo sobre Ishmaël, sobre quien era él, y para que entendamos en qué parte de la historia nos encontramos ahora, y cuál es la actitud que debemos tener hoy en día como pueblo y como miembro de Äm Israel.

En general, para poder entender el significado de algo o de alguien, siempre hay que ir a la raíz de ello. Por ejemplo, la Guemará en Masejet Baba Kama [55a] trae en nombre de Rabi Yehoshuä que quien ve la letra ט en un sueño, es un buen signo, y debe esperar que le pase algo bueno pronto. ¿Por qué? ¿Qué tiene que ver la letra ט con que le vaya a pasar algo bueno a la persona? Explica la Guemará que esto es dado que la primera vez que aparece la letra ט en la Toráh es en la palabra Tov (bueno), y por ende asignamos la raíz de la letra ט al primer lugar donde fue mencionada en la Toráh que es en la palabra Tov (bueno). Así mismo respecto al resto de las cosas, para poder entender su esencia hay que dirigirse a su raíz.

Respecto al nacimiento de Ishmäel, es bastante interesante remontarse a la fuente y la raíz que explica el cómo vino a este mundo, ya que explica muy bien la conducta que vemos hoy en día por parte de todos sus hijos posteriores que hoy conocemos como los musulmanes, tal como lo veremos.

Nosotros sabemos que Avraham Avinu y Saráh Imenu en un comienzo no podían tener hijos, dado que Saráh Imenu no tenía útero. Producto de esto, y luego de muchos años intentando tener hijos, Saráh Imenu decidió decirle a Avraham Avinu que esté con su sirvienta Hagar para que así pueda tener hijos, y de esta forma quizás ella también pueda tener hijos gracias a esa acción que hiso de no privarle a Avraham Avinu la posibilidad de traer hijos a este mundo. (Para los que no lo saben, Hagar era nada más y nada menos que la hija del Faraón de Egipto que existía en la época de Avraham, y la forma en que llegó a ser la sirvienta de Saráh Imenu fue dado que cuando el Faraón conoció a Avraham Avinu Saráh Imenu – fue tanto el nivel en que se impactó de la Divinidad que llevaban consigo, que prefirió que su hija Hagar sea una sirvienta en la casa de Avraham Avinu antes de que sea la mujer  de alguno de los Jeques Árabes que rondaban por ahí, y por ende el Faraón le entregó su hija Hagar a Avraham Avinu para que actúe como la sirvienta de Saráh Imenu).

Después de que Avraham Avinu aceptó la petición de Saráh Imenu de estar con Hagar para ver si eso la ayudaba a poder también ella traer hijos, sucedió lo inesperado. La primera noche en que Avraham Avinu estuvo con HagarHagar quedó embarazada, y esto generó un gran problema dentro de la casa de Avraham Avinu justamente producto de la actitud que adoptó Hagar. La Toráh dice: “Va´tere ki harata va´ekal be´ëneha” (Hagar vio que quedó embarazada, y disminuyó a Saráh frente a sus ojos). Rashi explica exactamente lo que estaba sucediendo ahí, nos explica qué fue lo que estaba pasando por la cabeza de Hagar en aquel momento. Rashi escribe que Hagar decía en aquel momento “Miren a esta Saráh que se cree tan Tzadeket, al parecer su interior no es como su exterior. En su exterior se muestra como si fuera una tzadeket – una mujer justa y recta, y por dentro no lo es, dado que si fuera tan justa como lo dice entonces ¿por qué pasaron tantos años y todavía no puede tener hijos? En cambio, yo quedé embarazada de la primera relación que tuve con Avraham, lo cual muestra que soy más justa que ella”, así habló Hagar, y claramente todo esto generó que Hagarmenosprecie a Saráh Imenu, despreciándola frente a los ojos de Avraham.

Cuando Saráh Imenu vio esta actitud que adoptó Hagar, la puso en su lugar rápidamente, tal como escribe la Toráh [Bereshit 16:6]: “Va´teäneha Sarai va´tivraj mi´paneha” (Y Saráh la afligió, y Hagar se escapó de enfrente de la Saráh). Rashi explica en nombre del Midrash Bereshit Rabah [45:6] que en realidad Hagar desde un comienzo que se comportaba de forma rebelde y no como sirvienta, no le hacía caso a lo que decía Saráh Imenu quien era su ama, y esta vez lógicamente se le pasó la mano, y es por eso que Saráh Imenu vio la necesidad de afligirla en respuesta a su actitud, para terminar con su rebeldía y no permitir que la vuelva a humillar. 

Sin embargo, sobre esta escena donde Saráh Imenu afligió a Hagar, el Ramban escribe algo que da escalofríos tan solo leerlo, y que, si no fuera porque el Ramban lo dice, nadie de nosotros podría siquiera pensarlo. El Ramban escribe sobre el verso “Va´teäneha Sarai va´tivraj mi´paneha” (Y Saráh la afligió, y Hagar se escapó de enfrente de la Saráh) que acá erró nuestra matriarca Saráh por afligirla demasiado fuerte a Hagar, y el problema de esta aflicción fue que le generó a Hagar despertar toda su maldad y rezar dentro de su aflicción por un hijo que todas sus cualidades y motivo de existencia sean solamente afligir a los hijos de Saráh Imenu con Avraham con todo tipo de aflicciones. 

Es más, Rashi trae que producto de la aflicción que sintió, Hagar abortó ese primer bebe que se había embarazado de Avraham, y es por eso que vemos en la Toráh que después de que Hagar se escapó, vino un ángel donde Hagar y le dijo [Bereshit 16:11]: “Hinaj hará ve´yaladt ben, ve´karat shemó Ishmäel ki Shamä H´ el öniej” (Te vas a embarazar y darás a luz a un hijo al cual lo llamaras Ishmäel, dado que  escuchó tu aflicción). Es decir, el ángel le promete a Hagar que va a volver a embarazarse con otro hijo, y ese hijo va a ser producto de que su aflicción fue escuchada, y no solo eso, sino que ese hijo va a ser el tipo de hombre que ella pidió al momento de rezar dentro de su aflicción. ¿Qué tipo de hombre? Pongamos atención a lo que le dijo el ángel a Hagar.

El ángel [Bereshit 16:12] le promete a Hagar que su hijo va a ser un “Pere Adam” (Un animal de  persona) “Yadó ba´col, ve´yad col bo” (Su mano estará en todo, y la mano de todos en él), lo cual explica Rashi que hace referencia a que va a ser un terrorista, que roba y mata, poniendo su mano sobre todo y todos, y por otro lado, todos lo van a odiar. Esa es la bendición que le da el ángel a Hagar después de que le comunica que no se preocupe ya que “Shamä H´ el öniej” (escuchó  tu aflicción). ¡Qué linda bendición! ¿No? ¿Qué hace Hagar? Reza afligida y pide un tipo de hijo el cual se lo conceden con bendición. ¿Qué tipo de hijo? Un animal de ser humano el cual sea un delincuente y todos los odien. “¡Que buena noticia!” dijo Hagar, justo lo que pedí, un hijo que sea una máquina de afligir para que aflija toda la descendencia de Avraham con Sará.

Sin embargo, hay algo interesante en el nombre de Ishmäel que revela el secreto que se esconde tras ese nombre. En el verso la Toráh escribe que se llamará Ishmäel por el hecho de que “Shamä H´ el öniej” (escuchó  tu aflicción), lo cual al leerlo aparentemente no hace mucho sentido, dado que según lo que aparece en el verso, entonces el nombre de Ishmäel debiera será Shamäel, y no Ishmäel, porque el verso dice “Shamä H´ el öniej” (escuchó  tu aflicción), poniendo el verbo de escuchar en tiempo pasado, sin embargo, igual así vemos de que la Toráh le puso como nombre Ishmäel, lo cual no tiene el verbo en tiempo pasado, sino que tiene el verbo de escuchar en tiempo futuro - “Ishmä” (Escuchará) - “Kel” (Ds). ¿A qué se debe esto? 

Esto se debe al hecho que el nombre que se le puso a Ishmäel no tiene que ver con él ni con su escencia, sino que tiene que ver con lo que su descendencia va a generar en Äm Israel en el futuro durante el último exilio antes de que llegue Melej Ha´Mashiaj, exilio que se lo llama bajo el nombre de “Galut Ishmäel” (Exilio de Ishmäel). Es decir, es tanta la aflicción que nos van a causar con las atrocidades que harán, que eso va a causar que Äm Israel grite al Cielo rezando con toda su fuerza y  nos va a escuchar, por eso el nombre que le pusieron es “Ishmä” (Escuchará) – “Kel” (Ds), dado que representa que HaKadosh Baruj Hu va a escuchar nuestros gritos y rezos en aquel día en que nos aflijan los hijos de Ishmäel, y está más que claro que nos encontramos dentro de esa Galut (exilio).

Habiendo entendido esto, y volviendo a nuestra parasháParashat Noaj, existe un elemento en Noaj que estamos obligados en prestar atención, sobre todo durante estos tiempos. Hay un verso en parashat Noaj que habla sobre el momento en que comenzó a subir el nivel del agua, y Noaj se vio obligado en subir al arca junto con su familia, siendo los últimos en subir. El verso dice [Bereshit 7:7]: “Va´yavó Noaj u´banav ve´ishtó u´nshe banav itó el ha´tevá mi´pené mei ha´mabul” (Y vino Noaj y sus hijos y su mujer y las mujeres de sus hijos junto con él en el arca producto del agua del diluvio). Sobre este verso, Rashi trae en nombre del Midrásh en Bereshit Rabáh [32:6] que Noaj era “Mi´ktané amaná hayá” (Un hombre de poca Fé), y por eso tuvo que esperar hasta que el agua lo empuje dentro del arca para ingresar, ya que creía y no creía que iba a venir el diluvio.

Uno lee esto, e inmediatamente se pregunta ¿Noaj era un hombre de poca Fe? ¿Acaso podemos decir de Noaj que era un hombre de poca Fé? ¡120 años estuvo construyendo un arca porque H´ le dijo que iba a haber un diluvio! ¿Acaso nosotros podemos venir y decir que Noaj tenía poca Fe en H´? ¡Claramente que no! Entonces ¿A qué se refieren nuestros sabios cuando nos dicen que “Noaj mi´ktané amaná hayá” (Noaj era un hombre de poca Fé)? Para entenderlo, traeremos la explicación de Rabi Itzjak Levi Mi´Bardichov, alumno del Maguid Mi´Mezrich que era el alumno del Baäl Shem Tov Ha´Kadosh.

Rabi Itzjak Levi Mi´Bardichov trae una explicación increíble. El escribe, que es verdad que no podemos decir de Noaj que era un hombre de poca Fe en H´, claramente que no, todos sabemos que estuvo 120 años construyendo una arca solo por la Fe que tenía en que lo que H´ le decía de que el diluvio era algo real y que era algo que iba suceder, y Noaj creyó todo. Entonces de ser así, ¿A qué se refieren nuestros sabios cuando nos dicen que Noaj era “Mi´ktané amaná hayá” (Un hombre de poca Fe)? 

Explica Rabi Itzjak, que la carencia de fe que tenía Noaj no era una carencia de fe en H´, sino el problema que tenía era que acarreaba una carencia de fe en sí mismo. Noaj no creía en que él tenía el poder de cambiar la situación en la que se encontraba el mundo y revertir el decreto de la destrucción. Noaj no tenía suficiente fe en sí mismo como para creer que su rezo tenía el poder cambiar la situación y salvar al mundo de la destrucción, no tenia fe que su persona tenía suficiente poder como para influir el mundo y cambiar la realidad, y por eso nuestros sabios escriben que Noaj era “Mi´ktané amaná hayá” (Un hombre de poca Fe), ya que que la falta de fe que tenía era justamente en sí mismo.

Rabotay, nos encontramos en el último exilio, el exilio de Ishmäel. Este exilio posee su redención basada en el rezo que Äm Israel va a gritar hacia El Cielo, y luego “Ishmä” (Escuchará) – “Ke” (Ds) y nos redimirá. No es coincidencia que los musulmanes también sean un pueblo que reza mucho, 5 veces al día reverenciándose en el suelo, si no que eso está directamente ligado con el hecho de que el exilio generado por ellos será basado en el rezo, será un exilio que va a requerir que Äm Israel se fortalezca en el rezo y haga un trabajo por romper los Cielos pidiendo por la redención del pueblo.

Está prohibido que seamos “Mi´ktané amaná” (De poca Fe) como lo fue Noaj en su generación. Está prohibido que nosotros pensemos que nuestro rezo no tiene la fuerza de romper decretos, pensar que por mucho que recemos y gritemos Al Cielo aquello no va a cambiar la situación en la que estamos, por ningún motivo no podemos caer en pensar o actuar así, sino que cada uno de nosotros debe tener absoluta fe en sí mismo. Cada uno debe estar absolutamente convencido que si tiene el poder, y que si está en sus manos el poder generar un cambio con sus rezos y sus acciones, y no pensar que el generar un cambio o un impacto en el mundo es solamente para la gente importante, pero no para uno, eso es un error, y ese el error que cometió Noaj, y que nosotros no debemos cometer.

Rabi Tzadok Ha´Cohen Mi´Lublin, uno de los más grandes jasidim, en su libro Tzidkat Ha´Tzadik [154] trae un elemento fundamental para todos nosotros rabotay. Él trae, que de la misma forma que tenemos una obligación absoluta de creer en H´, después de eso, tenemos la obligación absoluta de creen en nosotros mismos.

Shabat Shalom u´m´Voraj.