PARASHAT NITZAVIM 5783 - ROSH HA´SHANÁ

NADA PUEDE DETENER LA VOLUNTAD

PARASHAT NITZAVIM

NADA PUEDE DETENER LA VOLUNTAD

Parashat Nitzavim es siempre la última parashá que leemos antes de Rosh Ha´Shana. Hay varios mensajes importantes que hay dentro de esta Parashá, y uno de ellos tiene que ver con el tema más importante para cada uno de nosotros en calidad de hijos y servidores Del Creador, la capacidad de la Teshuváh. La Teshuváh hace referencia al arrepentimiento de ciertas acciones y la acción de retornar hacia el camino correcto Del Creador alejándose de aquellas cosas o conductas que no son buenas para nosotros, y que nos afectan y alejan de poder trabajar a H´ Itbaraj como debe ser.

Algo bien interesante que vemos respecto al tema de la Teshuváh, se encuentra en el Midrash de Bereshit Rabáh, donde dice “Rav Berajia Omer, Amar lo Ha´Kadosh Baruj Hu Le´Reuven, ata patajta bi´Teshuváh tejiláh, jayeja she´ben binja ba v´potej bi´teshuváh tejiláh” (Rav Berajia dice, que le dijo Ha´Kadosh Baruj Hu Reuven, “Tu fuiste el primero en abrir con Teshuváh, te prometo que el hijo de tu hijo abrirá en Teshuváh”), y ¿Quién es este nieto de Reuven? El profeta Hosheä quien abre diciendo “Shuva Israel äd H´ Elokeja ki jashalta ba´ävoneja” (Vuelve Israel hacia tu Ds dado que te has tropezad en el pecado). 

Claramente, al leer esto, surge una pregunta, y es que en realidad si hubo gente que volvió en Teshuváh antes que Reuven, como por ejemplo Adam Ha´Rishon, o su hijo Cain, ambos hicieron Teshuváh de sus malas acciones, Adam Ha´Rishon del pecado cometido al comer del árbol prohibido, y Cain del pecado de matar a su hermano Hevel. Por ende, ¿Cómo puede ser que Ha´Kadosh Baruj Hu le diga a Reuven que él fue quien abrió la Teshuváh en el mundo? Para entenderlo, hay que primero entender lo que sucedió en la escena de la venta de Yosef Ha´Tzadik.

La Toráh nos cuenta algo muy interesante que sucedió en aquel momento en que decidieron matar a Yosef Ha´Tzadik. Está escrito [Bereshit 37:21-22]: “va´yshmä Reuven va´yatzilehu mi´yadamva´yomer lo nakenu nafesh” (Reuven escuchó lo que planeaban los hermanos, y salvó a Yosef de las manos de los hermanos, diciéndoles: “No lo golpearemos mortalmente”va´yomer alehem Reuven, al tishpeju dam, hashliju oto el ha´bor ha´zeh asher ba´midbar (y les dijo Reuven, no vayan a derramar sangre, envíenlo a aquel pozo el cual se encuentra en el desierto). Sin embargo, a pesar de que los hermanos escucharon el consejo de Reuven de no matarlo y solamente enviarlo al pozo, sucedió que después de poner a Yosef en el pozo vieron una caravana de Ishmäelim, y bajo el consejo de Yehudáh decidieron vender a Yosef como esclavo. El Midrash en Bereshit Rabah [84:15] explica que Reuven no se encontraba presente cuando vendieron a Yosef a los Ishmäelim, dado que había llegado su turno de servir a su padre Yaäkov, por lo que había tenido que dejar el lugar, y al volver al lugar, posterior a haber terminado su turno de servir a su padre Yaäkov, se encontró con la sorpresa que Yosef ya no estaba, y dice la Toráh [Bereshit 37:21-22]: “va´yashov el ejav va´yomar, ha´yeled einenu, va´ani ana ani- ba” (Volvió Reuben donde sus hermanos y les dijo: ¡Donde está el joven! ¿Y yo? ¿Dónde puedo ir?). Rashi explica respecto a las palabras “va´ani ana ani- ba” (¿Y yo? ¿Dónde puedo ir?), dice Rashi “ana ebraj mi´tzaäro shel aba”, en el fondo que Reuven dijo en ese momento, “Yo me voy a escapar de la aflicción de nuestro padre”. 

En años pasados, nos concentramos en una de las grandezas que posee esta acción de Reuven, quien por primera vez en la historia hace Teshuváh y se arrepiente de una consecuencia la cual fue causada por un mal ejemplo que el dio a sus hermanos pequeños un tiempo antes de que sucediera la venta de Yosef. Sin embargo, hay otro tipo de grandeza tras esta acción. ¿Cuál?

A diferencia del resto de los personajes que ya habían hecho teshuváh antes que Reuven, volviendo en arrepentimiento de sus acciones, si nos fijamos bien aquella teshuváh fue realizada solamente después de sufrir consecuencias del acto incorrecto. Es decir, el arrepentimiento y la teshuváh de personajes como Adam Ha´Rishon y Cain vino solamente después de que recibieron una mala consecuencia producto de sus acciones y fue ahí que volvieron en arrepentimiento. En cambio, en el caso de Reuven no fue así, sino que vimos en la acción de Reuven algo que no se había visto nunca antes en la historia, donde y por iniciativa propia hiso Teshuváh y no esperó tener que sufrir consecuencias de sus actos antes de volver en arrepentimiento, y sobre eso fue que Ha´Kadosh Baruj Hu le dijo que nadie había hecho Teshuváh frente a Él hasta que Reuven lo hiso, refiriéndose a que nadie había decidido hacerlo sin antes haber recibido algún tipo de consecuencia, haciéndolo netamente como una iniciativa propia, como un tipo de emprendimiento.

Algunas veces las personas esperan tener la herida para luego ponerse el parche sobre ella, y para hacer eso todos sabemos que no se requiere ser muy brillante. En cambio, hay casos donde la persona actúa de forma más inteligente aun y logra ponerse el parche antes de la herida, logra adelantarse a la consecuencia que podría sufrir y de esta forma logra evitarla. Cuando se espera la herida para ponerse el parche, algunas veces puede ser demasiado tarde, y otras veces puede dejar una cicatriz irreversible, en cambio, cuando se adelanta el parche a la herida, se logra evitar el daño.

Hace unos cuantos años atrás, había un joven en la ciudad de Slutsk, y este joven era el líder del grupo de los niños malvados. Todos lo llamaban “Yosale Ha´Shovav” (Yosale el travieso). Él caminaba orgulloso mientras el resto de los niños temían de él.

Un día, Yosaleh se subió a un árbol alto para mirar desde ahí la ciudad, algo que acostumbraba hacer a menudo. De repente Yosale ve como en una de las casas que se encontraban cerca suyo se encontraba un padre golpeando a su hijo y gritándole: “¡Qué crees! ¿¡Que te voy a dejar crecer como Yosale Ha´Shovav!?”.

Yosale escuchó todo esto y no pudo evitar que su corazón se sintiera como si lo estuvieran pellizcando. Por primera vez, comenzó a entender lo que el resto de la gente piensa de él. Cuando bajo del árbol, comenzó a hacer una cuenta de su alma muy profunda, de una forma muy madura. Luego, se dirigió a su casa y le dijo a su padre: “Padre, me voy a estudiar a la Yeshivá de Volozin!.”

El padre no sabía si reírse o llorar. Yosale con suerte iba al colegio, por ende, el padre naturalmente pensó que estas era otra de las ideas locas que se le ocurrían a su hijo Yosef. Sin embargo, lo que no sabía el padre, es que Yosaleh estaba hablando con toda la seriedad del mundo. Se despidió de todos, y se dirigió a la Yeshiváh de Volozin e ingresó al cuarto del Rosh Yeshiváh, el Gaon Rabi Jaim Mi´Volozin (El alumno más importante del Gaon de Vilna), y le dijo: “Estimado Rabino, llegué de la ciudad de Slutsk para estudiar acá Toráh!”.

“¿Cuántas Guemarot te terminaste de estudiar?” le pregunto el Rav. “Todavía no he estudiado nada en mi vida… Quiero comenzar a estudiar!”

El Rav lo miró atentamente con sus ojos penetrantes, ingresando a lo más profundo de su alma, y decidió recibirlo en la Yeshiváh. Se preocupó de asignarle unos alumnos que puedan estudiar con él de a poco, Tanaj, Halaja, Mishná, Guemará, etc. El Bet Ha´Midrash de la Yeshiváh poseía un pilar central, y fue ahí que estableció su lugar Yosaleh. Comenzó a estudiar Toráh día y noche, nadie lo podía parar, con suerte comía y dormía, no se despegaba del libro, hasta que llegó un momento en que Yosaleh se convirtió en uno de los mejores alumnos de la gran Yeshiváh de Volozin, o quizás el mejor de todos.

Transcurrieron unos años, y Rabi Jaim MiVolozin pidió de Yosaleh que ingrese en su oficina donde le tenía esperando tres cartas que habían sido recibidas con distintas fechas. 

En la primera carta estaba escrito que la tienda de su padre se había quemado junto con el resto de las tiendas que se encontraban a su alrededor, y la madre le pide que vuelva a la casa para ayudarles con el sustento de la casa. En la segunda carta estaba escrito que producto de lo que pasó con las tiendas, su padre había caído enfermo en cama y su situación empeoraba de día en día. En la tercera carta se le comunicaba a Yosaleh que desgraciadamente su padre no había sobrevivido y había dejado este mundo. 

Yosealeh levanto sus ojos llorosos, y mirando al Rav le dijo: “Rabino, yo entiendo que no me hayas querido mostrar las cartas porque no querías que yo deje la Yeshiváh y el estudio de Toráh. Sin embargo, hay algo que no logro entender, y es ¿Por qué decidiste mostrármelas ahora?”

Rabi Jaim Mi´Volozin, con ojos llorosos, le contestó diciéndole: “Hijo mío, decidí mostrártelas solamente por el hecho de que quise mostrarte lo importante que es tu Toráh en El Cielo. Tu Toráh y todo el esfuerzo y sacrificio que has dejado en el camino para lograr llegar al lugar donde te encuentras es tan importante que el Yezter Ha´Rä fue capaz de quemar una ciudad completa con tal de sacarte de tu estudio, y fue capaz incluso de llevarse el alma de tu padre con tal de generar un quiebre en lo que estabas logrando con tanto esfuerzo y  así vuelvas a ser un soldado suyo… Por eso hijo mío, sigue, sigue adelante con esa fuerza que vienes trayendo y sigue haciéndola crecer, y no te preocupes, que tu honor y tu hora ya llegará”.

Transcurrieron unos cuantos años, y a la Yeshiváh de Volozin llegaron dos de los hombres más importante de la comunidad de Slutsk para comunicarle a Rabi Jaim que el rabino de la ciudad de Slutskk había fallecido y estaban en busca de un rabino que lo pudiera reemplazar, por lo que le pedían si por favor pudiera recomendar algún Talmid Jajam importante que pueda tomar el cargo y la responsabilidad.

El Rav llamó a su Shamash y le dijo: “Anda y llama a Rabi Yosef por favor”. (Rabi Yosef era nada más y nada menos que Yosaleh, solo que ahora se lo llamaba bajo el nombre de Rabi Yosef por el nivel de Toráh que había adquirido).

Cuando Rabi Yosef llegó al lugar, estos hombres le preguntaron a Rabi Jaim Mi´Volozin si acaso no era demasiado joven el rabino que había traído como para liderar la ciudad de Slutsk. Sin embargo, la respuesta del Rav fue: “Ese joven que ustedes ven ahí, está lleno de Toráh a un nivel que ustedes ni siquiera se lo pueden imaginar. Y además que eso, ¿Se acuerdan ustedes años atrás que había un joven Yosaleh el travieso en la ciudad de Slutsk? Quiero hacerles saber que hoy volverá hacia ustedes, pero ya no se lo va a llamar “Yosaleh HaShovav”sino que Ha´Rav Yosef, el gran rabino de la ciudad de Slutsk, y aquí lo tienen en frente suyo.”

Rabotay
, al igual que Reuven, y al igual que Yosaleh, no debemos esperar a que Jas Ve´Jalila sucedan cosas para tener que dejar los malos hábitos y volver en Teshuváh, sino que debemos ser más proactivos y tomar nosotros la iniciativa para no arrepentirnos en él futuro, ya que tal como nos los dice la Toráh en nuestra Parashá: “Ki karov eleja ha´dvar meod, be´fija u´bi´lbabeja laäsotó” (Ya que está muy cerca de ti el tema (refiriéndose a la Teshuváh), está en tu boca y en tu corazón hacerlo).

Shabat Shalom u´m´voraj Ktiva ve´Jatimá Továh.