PARASHAT REÉH 5783

QUIÉN TIENE LA FUERZA DE BENDECIR

PARASHAT REÉH

QUIÉN TIENE LA FUERZA DE BENDECIR

En nuestra ParasháParashat Reéh, la Toráh comienza diciéndonos [Devarim 11:26] “Reéh anojí noten lifnejem hayom berajá” (Ve como les entregó hoy frente a ustedes la bendición). Claramente, y como todo lo que hay en nuestra Toráh Ha´Kedoshá, hay varios significados y secretos que se esconden tras este verso de la Toráh. Sin embargo, hay algo muy interesante, que justamente tiene que ver con las bendiciones y que nos gustaría analizar hoy BH.

Está escrito en Mishlé [22:9] “Tov äyin yevoraj” (una persona con buen ojo será bendecido), y la palabra “yevoraj” está escrita sin la letra “ו”, sobre nuestros sabios nos explican en la Guemará [Sotáh 38b] que fue escrito así para que podamos leer aquella palabra “yevarej” (bendecirá) en vez de “yevoraj” (será bendecido). Es decir, dicen nuestros sabios que el verso se lo debe leer “Tov äyin yevarej” (una persona con buen ojo bendecirá). Y ¿por qué?

El motivo de esto, es dado que una persona la cual tiene un buen ojo es quien técnicamente debiera siempre bendecir, y al bendecir al pueblo de Israel, aquella persona también será bendecida, tal como lo trae la Toráh en Bereshit [12:3] “Va´avarejá mebarejejá (Y bendeciré a aquellos que te bendicen) u´m´kaleleja aor” (Y el que te maldiga será maldecido). Es decir, la persona que bendiga al pueblo de Israel tiene una promesa Del Creador que él será bendecido, y el rey Shelomó ya dijo en Mishle [3:27]: “Al timnä tov mi´baälav bihiot le´el yodeja yadeja laäsot” (No te abstengas de darle algo bueno a quien lo necesita si es que tienes el poder en tu mano de dárselo), y es por esto que cada uno de nosotros debe hacer el máximo esfuerzo por siempre bendecir a su prójimo, ya que puede ser que justo nos encontremos en un momento de Voluntad Divina (Ët Ratzon) y logremos que nuestras palabras traigan frutos reales.

Es por esto, que también es sumamente importante que al momento en que alguien nos bendice, no solamente le respondamos “Amen” a la bendición que nos dan, sino que también le digamos a la persona que nos bendijo “Ve´jen le´mor” (o “ve´jen le´mar” – como acostumbran decir los Ashkenazim), dado que puede ser que ese momento en que nos están bendiciendo sea un “Ët Ratzón” (momento de voluntad Divina) en El Cielo y logremos que la bendición se cumpla tanto para nosotros como para la persona que nos bendijo. Tal como lo vemos en la Guemará de Meguiláh [27b] respecto Rav Rav Huna, donde Rav bendijo a Rav Huna y aquella bendición se cumplió para Rav Huna, significando que ese momento en que Rav bendijo a Rav Huna era un momento de “Ët Ratzón” (Voluntad Divina), y luego Rav se sintió con Rav Huna por no haberle contestado “Ve´jen lemor” (para ti también) al momento en que lo bendijo, causando que solamente él reciba la bendición y no Rav que fue quien lo bendijo.

Toda persona puede influir en que sus bendiciones tengan más fuerza. Principalmente hay 2 maneras de aumentar la fuerza de las bendiciones que uno saca de la boca, dándoles mayor poder para que se cumplan. ¿Cuáles?

[1] Lo primero que todo, es que la persona se preocupe de cumplir siempre lo que saca de su boca, es decir, cada vez que dice que va a hacer algo, lo hace, tal como dice la Toráh [Bamidbar 30:3]: “Ke´jol ha´yotzé mi´piv yaäseh” (Todo lo que sale de su boca lo hará). Y ¿Por qué? Dado que El Creador conduce su mundo “Midá ke´negued midáh” (Medida por medida), y por ende una persona que habla cosas y las cumple, también El Creador se preocupa que lo que salga de su boca (en este caso una bendición) – se cumpla.

[2] La persona tiene que acostumbrarse a tener un buen ojo y siempre bendecir a los que lo rodean, es decir, ve a alguien y le dice: “Que H´ te cuide” – “Que H´ te de mucho éxito en tu reunión” – “Que H´ te cure muy pronto”, etc. Y el motivo de esto, es dado que al igual que cuando un padre ve que uno de los hijos presta atención respecto a lo que les falta al resto de los hermanos y se preocupa de pedirle al padre para que lo ayude a ese hermano, causando que luego aquel padre presta atención especial a lo que sale de la boca de ese hijo ya que sabe que constantemente les está deseando el bien a todos los hermanos, y no pide solamente por él, así mismo nuestro Padre En El Cielo al ver que hay una persona que constantemente está bendiciendo a sus hermanos para que tengan lo que les falta para poder trabajar mejor Al Creador, entonces H´ presta una atención especial a lo que pide aquella persona, ya que sabe que está constantemente pidiendo y deseando lo mejor para sus hermanos, y no solo para sí mismo.

Quien era conocido por la fuerza que llegó a tener en sus bendiciones, fue Rabenu Israel Abujatzira ztk”l – conocido como el Baba Sali. Lo que salía de su boca tenía una fuerza de otra dimensión. 

El Baba Sali nació en Marruecos, y en el año 1922, a la edad de los 33 años, comenzó su rumbo hacia Israel, pasando en el camino por las tumbas de sus patriarcas. Durante la travesía hacia Israel, el Baba Sali tuvo que viajar en un barco por el mar Mediterráneo, y le tocó un habitación bastante callada dentro del barco donde se pudo sentar a estudiar Toráh durante toda la travesía. 

De repente, cuando iban en medio del océano, comenzó una tormenta muy fuerta, las olas eran de un tamaño que ningún barco de la época podía soportar, y el barco en el cual iban navegando estaba prácticamente a punto de hundirse. Habían personas dentro del barco que sabían quién era el Baba Sali, y rápidamente corrieron donde el capitán para contarle que junto con ellos en el barco se encontraba un gran Tzadik. Al escuchar esto, el capitán pidió que le mostraran donde se encontraba el cuarto de este hombre, y fueron a tocarle la puerta.

El Baba Sali abrió la puerta y les pregunto qué sucedía, cómo los podía ayudar. El capitán comenzó a contarle de la situación que había allá afuera, y que las olas que estaban golpeando el barco eran de una intensidad que los iba a terminar hundiendo, le rogó que por favor hiciera algo. Al escuchar esto, ¿Qué hiso el Baba Sali? Agarró una copa de Kidush que venía trayendo consigo la cual le pertenecía a su abuelo kadosh Rabi Yaäkov – conocido como el Abir Yaäkov, copa sobre la cual el abuelo Rabi Yaäkov bendecía durante los Shabatot, y vertió vino dentro de esa copa, luego bendijo “Boré Peri Ha´Guefen”, tomó un poco de lo que había dentro de la copa, y todo el resto de vino que quedó dentro de la copa lo vertió dentro del mar.

No alcanzaron a pasar 60 segundos, y el mar ya se había tranquilizado como una tasa de leche, uno podía verse el reflejo como si el agua fuera un espejo. Todo el barco no paró de hablar sobre lo que había sucedido en aquel momento, todos habían visto con sus propios ojos lo que sucedió ahí, se había realizado un “Kidush H´” increíble. Por otro lado, en Israel todos sabían que el Baba Sali venía en camino, y estaban ya esperándolo en el puerto. Nos podremos imaginar el nivel de impresión que se deben haber llevado aquellos que estaban esperando al Tzadik en la tierra de Israel cuando llegó el barco del Baba Sali y los que iban arriba del barco les comentaron sobre lo increíble que había sucedido con la tormenta y la bendición del Baba Sali.

La Guemará en Masejet Moëd Katan [16b] trae: “Amar Eloke Israel (Dijo El Ds de Israel) … Ani moshel ba´adam, mi Moshel Bi? (Yo Reino sobre el ser humano, ¿quién reina sobre Mi?) Tzadik, she´ani gozer guezerá u´mevatlá” (Un Tzadik es quien reina sobre Mí, dado que Yo decretó algo, y él tiene la fuerza de anularlo). Esa es la fuerza que  le dio en este mundo a una persona quien se conduce de forma recta, a quien cumple lo que sale de su boca, y también, por sobre todo, a quien acostumbra desear y pedir el bien para los que lo rodean.

Yehi Ratzón que todo obtengamos esa fuerza BH.

Shabat Shalom u´m´Voraj.