EDUCAR O PREDICAR
PARASHAT EKEV
EDUCAR O PREDICAR
Nuestra Parashá, Parashat Ekev, nos trae una de las mitzvot más importantes que hay, que es la mitzváh de la educación, de saber dirigir a los que están por debajo de nosotros para que ellos puedan seguir por sí solos caminando por el buen camino siguiendo nuestra educación. Si bien la Toráh escribe [Devarim 11:19] “Ve´Limadtem otam et benejem ledaber bam” (Y les enseñaran mis comandos a sus hijos, hablando de ello), nombrando en el verso solamente a los hijos, en realidad, esta mitzváh no solamente se aplica respecto a los hijos, sino que también sobre los alumnos, nietos, o cualquier otra persona la cual observa nuestras acciones con el fin de aprender de nosotros.
Sin embargo, si nos fijamos bien en el verso donde la Toráh nos comanda sobre esta mitzváh, veremos que sucede algo bastante interesante, y es que la Toráh nos dice [Devarim 11:19] “Ve´Limadtem otam et benejem ledaber bam” (Y les enseñaran mis comandos a sus hijos, hablando de ello) escribiendo la palabra “otam” (a ellos) sin la letra “ו”, es decir solamente escribiendo una “א” “ת” “ם”. ¿Por qué? Nosotros sabemos que la Toráh no fue escrita con puntuación, y esto a propósito para que se pueda entregar un significado múltiple y complementario a una misma palabra dentro de un verso.
Al escribir la Toráh palabra “Otam” sin la letra “ו”, esa misma palabra se la puede leer “Atem” (ustedes) en vez de “otam” (a ellos), significando que la Toráh quiere que también leamos este verso “Ve´Limadtem atem et benejem (Y les enseñaran ustedes a sus hijos), es decir, diciéndonos que la forma correcta para poder tener éxito en el arte de la educación, es no solamente predicar, sino que por sobre todo – practicar. “Atem” dice la Toráh, ustedesson quienes deben actuar de la forma en que desean educar a sus hijos, ya que a la hora de educar, las palabras no son lo más importante, sino que el ejemplo es lo que finalmente determina la forma en cómo se va a transmitir la educación. Puede haber un caso de un padre que intenta educar a un hijo sobre algo que es malo, sin embargo, ese mismo padre va y hace aquello que él mismo dice ser tan malo, o puede haber un caso donde el padre intenta educar al hijo que hay algo positivo para hacer, pero el hijo nunca ve al padre haciendo aquello. Todos estos casos, causan que cuando el padre intente educar al hijo predicando con palabras, el hijo en su mente piense para sí mismo “Antes de que me pida a mí que yo haga, o no haga algo, primero que él se preocupe de hacerlo”, situación la cual claramente no es algo positivo para la educación.
Se cuenta sobre el Gaon Rav Shalom Ha´Cohen Shvadron zt”l que durante un tiempo era el Mashguiaj (Supervisor) dentro de la Yeshiváh Tiferet Tzvi, y resulta que él acostumbraba caminar por entre los alumnos que se encontraban estudiando, mientras sostenía un libro abierto en sus manos y sus ojos concentrados en la lectura. Los alumnos que estuvieron durante ese tiempo en la Yeshivá atestiguaron que el simple hecho de ver a Rav Shalomcaminar de esa forma entre los alumnos mientras iba dando vueltas páginas de Guemará les influyó mucho y les inculcó mucho amor por la Toráh.
Sin embargo, había ahí un Talmid Jajam que vio una vez como Rav Shalom el Mashguiaj (Supervisor) hacía esto y decidió llamarle la atención, diciéndole que su deber era supervisar y no estudiar. Rav Shalom al escuchar esto no pensó dos veces e inmediatamente viajó a Bné Brak para consultarse con el Gaon Ha´Jazon Ish sobre lo que había sucedido, contándole que un Talmid Jajam (sin decirle el nombre) lo había visto estudiando mientras paseaba entre los alumnos y le había llamado la atención diciéndole que su deber es supervisar y no estudiar.
Cuando el Gaon Ha´Jazon Ish escuchó esto, le dijo: “Tienes que saber que el ejemplo personal es la mejor supervisión que puede haber”.
La Guemará en Masejet Sucáh [56b] dice: “Shuta de´yanuka ba´shuka o de´avuha o de´imé” (Lo que escuches hablando a un pequeño en el mercado, debes saber que viene o del padre o de la madre), es decir, la forma en que un niño o una niña habla es mayormente de lo que ha escuchado del padre o de la madre. Si es que se trata de un niño que maldice, al parecer ha escuchado a sus padres maldiciendo, y, por lo contrario, si es que se trata de un niño que da complementos, o que saluda primero a toda persona con la que se topa, al parecer ha escuchado a sus padres dando complementos, o saludando amablemente a las personas con que se topan, etc.
Se cuenta que una vez llegó un experto espiritual a un colegio, y les preguntó a los alumnos: “¿Quién sabe dónde se encuentra D´s?”. Se paró un joven y dijo “¡D´s se encuentra en el baño!”. Nadie entendía porque el joven había contestado de esta forma. Sin embargo, después de que se le preguntó el por qué había dicho eso, rápidamente se entendió el motivo. Resulta que el padre de este joven, cada vez que se despertaba por la mañana se iba al baño y completaba su sueño durmiendo dentro del baño, para que así no lo despertaran. A la mujer le molestaba mucho esto, dado que él se encerraba ahí y ella necesitaba su ayuda para vestir a los niños, y también para poder ducharse y comenzar ella su día. Por ende, cada mañana la madre iba y golpeaba la puerta del baño diciendo: “¡Oy! ¡D´s mio! ¡por favor ya sale del baño!”, y este joven, al escuchar cada día eso, el pobre pensaba que D´s se encontraba dentro del baño…
Algo parecido sucedió con el hijo de un Avrej, quien desde que tenía 1 año y medio, cada vez que se ponían legos en frente de él para que jugara – agarraba dos cajas negras y se ponía una sobre el brazo - en el lugar donde va el Tefilin del brazo, y otra en la cabeza - en el lugar donde va el Tefilin de la cabeza. Este avrej, quien era padre del hijo, se dirigió donde el Gaon Rav Jaim Kanievsky zt”l y le contó sobre lo que sucedía con su hijo de un año y medio, preguntándole si ¿acaso quizás nos encontramos frente a un alma muy elevada la cual ya desde el año y medio quiere ponerse Tefilin?
Rav Kanievsky le dijo que se calme ya que no necesariamente se trataba de ningún tipo de alma elevada u algo por el estilo, sino que el pequeño al parecer lo había visto al padre poniéndose Tefilin un par de veces, y desde ese entonces cada vez que tenía en frente suyo dos cajas como las del padre, inmediatamente intentaba imitarlo y hacer como si se estuviera poniendo Tefilin.
El Mejilta en Parashat Ytro [capitulo 19] dice: “Einó dome ta´jazé le´ta shemä” (No se compara el decirle a alguien “ven y mira” a decirle “ven y escucha”), es decir, el ejemplo, lo cual viene representado por la visión, es muy superior a las palabras, que vienen representadas por la audición. Lo que nosotros debemos trabajar constantemente es en mejorar nuestra propia persona, cada vez más y más, y veremos como nuestro absorber aquello sin necesidad que debamos preocuparnos de eso. Sin embargo, de lo que si debemos preocuparnos, y mucho, es de saber ser consecuentes con lo que predicamos, es decir, practicar lo que predicamos, y por sobre todo, saber valorar y entender la responsabilidad y el peso que arrastra nuestro ejemplo frente al resto que nos rodea, entendiendo que de la misma forma que Jas Ve´Jalila nuestro ejemplo puede afectar para mal, dándole a entender a las personas que se puede actuar de esa forma no correcta, así mismo, nuestro ejemplo y nuestras acciones pueden afectar para bien a todos aquellos que nos rodean, ayudándoles a ellos a ser mejores personas.
Yehi Ratzón que tengamos el mérito de ser “Le´Mashal ve´li´shniná” (Como ejemplo para que aprendan de nosotros).
Shabat Shalom u´M´Voraj.