GUARDAR SILENCIO
PARASHAT DEVARIM
GUARDAR SILENCIO
En nuestra Parashá, la Toráh nos dice [1:1] “Ele ha´devarim asher diber Moshé el col Israel” (Estas son las cosas que habló Moshé a todo Israel), y luego comienza a nombrar lugares donde habló Moshé, nombrando entre uno de ellos un lugar llamado “Lavan”.
Or Ha´Jaim Ha´Kadosh en su explicación sobre la Toráh, nos trae que cada uno de los nombres que trae la Toráh sobre los lugares donde Moshé Rabenu dirigió unas cuantas palabras al pueblo de Israel, en realidad vienen a decirnos algo específico sobre lo que habló ahí Moshé, y al nombrarnos la ciudad de Lavan, viene a decirnos que en ese lugar Moshé habló sobre la importancia que hay en que la persona tenga el corazón puro y limpió, tal como lo pide David Ha´Melej en Tehilim [51:12]: “Lev tahor berá li Elokim” (Elokim créame un corazón puro). Continua Or HaJaim Ha´Kadosh y nos dice que aquí la Toráh nos revela la importancia de alejar de nosotros el odio hacia otras personas, alejar la envidia, y alejar la competencia vana con el resto que nos rodean. Por eso la Toráh escribió como uno de los lugares el lugar de “Lavan”, lo cual en hebreo significa “blanco”, para recalcar la importancia de purificar el corazón antes de actuar, al igual que el color blanco que simboliza pureza. Solamente para que entendamos al nivel que puede llegar una persona que tiene el corazón puro, traeremos una historia que sucedió hace no mucho tiempo.
Había una familia en Bené Brak que tuvo que viajar fuera de Israel para unirse a la alegría del matrimonio de un familiar cercano de ellos, y resulta que, uno de los vecinos del edificio se enteró de esto e inmediatamente fue a golpear la puerta de es familia que estaba por viajar. El hombre abre la puerta, y el vecino le dice: “Mazal Tov! ¡Que tengan muchas alegrías en la familia! Nosotros BH también tenemos una alegría este Shabat, tenemos un Bar Mitzváh. Te quería preguntar si acaso ¿Crees que podamos utilizar tu departamento para unos familiares que tienen que llegar de fuera de la ciudad?”.
Esta pregunta tomó al hombre un poco por sorpresa, sin embargo, decidió pensarlo bien antes de contestar. “No sabría contestarte ahora” le dijo al vecino “Pero si me das hasta el final del día podré confirmarte BH si acaso pueden utilizar el departamento, debo hablarlo con mi mujer”. El vecino le agradeció por considerarlo, y se volvió contento a su departamento para esperar la respuesta.
El hombre pensaba para sí mismo: “Por un lado tenemos una oportunidad de hacer una tremenda mitzváh, de prestar nuestro departamento para que hagan un Shabat de Bar Mitzváh para toda la familia, y además, ¿quién sabe si en el futuro nosotros vamos a necesitar pedir de él su departamento alguna vez? Por ese lado vale la pena prestarles el departamento. Sin embargo, por otro lado, teníamos grandes expectativas de poder volver a nuestro departamento y que se encuentre tal cual como lo dejamos, que podamos llegar después de un largo viaje cansador y encontrarlo ordenado como lo dejamos, sin que nadie haya movido las cosas de su lugar. ¿Qué hacemos?” se preguntó junto con su mujer.
Pensaron y pensaron, y al final decidieron que la primera opción era la que iba a ganar, ellos iban a prestarle el departamento a los vecinos para que se hospede la familia que llegaba de fuera de la ciudad. Y así fue, ellos viajaron fuera de Israel a bailar en un matrimonio, la otra familia bailó en el Bar Mitzváh, y al cabo de una semana la familia emprendió viaje de vuelta a Israel, bastante cansados de todo el movimiento.
Al abrir la puerta del departamento, quedaron impactados. La casa estaba impecable, al parecer los invitados que habían estado aquí habían sido muy meticulosos de dejar todo ordenado en el estado que estaba, sin embargo, el olor que había era insoportable, y no sabían de donde venia.
Finalmente descubrieron que el olor venia del refrigerador. Se enteraron de que el refrigerador había quedado desconectado de la electricidad durante 5 días. Toda la comida que había adentro se pudrió, eran días de verano muy calurosos, y toda la carne que había en el frízer se tuvo que botar. La pérdida monetaria en comida que se tuvo que botar rondaba entre los 400 y 500 shekels, era bastante dinero, pero no era tan terrible como el tema del olor. El olor no dejaba la casa, tuvieron que hacer todo tipo de intentos para que el olor impregnado en la casa se vaya, hasta que finalmente después de 1 mes el olor dejó el hogar.
Lo increíble de todo esto, es que cuando sucedió todo el tema del refrigerador con el olor, el hombre con su mujer decidieron guardar absoluto silencio. Decidieron que no iban a arruinar la alegría de la familia que tuvo el Bar Mitzváh generando un roce familiar por contarles que los invitados que utilizaron el departamento se olvidaron de conectar el refrigerador y le generaron una perdida monetaria y un sufrimiento no menor con el tema del olor. Al contrario, iban a actuar como si nada hubiera sucedido, y ellos iban a ser quienes solucionen el problema.
Cuento corto, ¿Qué resultó de todo esto? Al cabo de una semana, la mujer recibió un llamado de una corporación de bondad la cual le ofreció participar en una rifa que estaban haciendo para recolectar fondos para un hogar de niños. La mujer aceptó donar, y luego comenzó a ver la lista de premios que había para los ganadores de la rifa. Vio que, entre los premios, se encontraba un refrigerador nuevo de última tecnología, un sueño para ella, sin embargo, por el hecho de que nunca había ganado en una rifa, inmediatamente apagó sus expectativas.
Transcurrieron dos días y nuevamente la llamaron del mismo número, ella les dijo que al parecer hay un error ya que ella ya había donado hace dos días, sin embargo, le contestaron que no la estaban llamando para pedirle que done de nuevo, sino que la estaban llamando para comunicarle que había sido la ganadora de un increíble refrigerador de 1500 shekels.
Lágrimas de alegría escurrieron por la mejilla de la mujer, y fue ahí que se dio cuenta retroactivamente del mérito que había tenido el acto que hiso con su marido de saber guardar silencio, saber guardar silencio para mantener la paz. Que también nosotros tengamos el mérito de saber hacerlo.
Shabat Shalom u´m´Voraj