EL MAL NEGOCIO DE KORAJ
PARASHAT KORAJ
EL MAL NEGOCIO DE KORAJ
En nuestra Parashá, Parashat Koraj, vemos la rebelión que sucedió por parte de Koraj y sus seguidores – en contra Moshé Rabenu. El comienzo de la parashá dice: “Va´ykaj koraj” (Y tomó Koraj), sobre lo cual nuestros sabios en el Yalkut Shimöni dicen: “Lakaj mikaj rä le´ätzmó” (Tomó un mal negocio para sí mismo).
¿Qué quiere decir que Koraj tomó un mal negocio para sí mismo? En realidad ¡Peor que eso es lo que obtuvo Koraj, ni siquiera se lo podría llegar a llamar negocio! ¡Koraj perdió toda su vida y todas sus pertenencias por haberse intentado revelar frente a Moshe Rabenu! Imaginémonos una persona quien fue a comprar verduras, y compró solamente tomates podridos y pepinos podridos. ¿Acaso vamos a decir sobre esta persona que hiso un “mal negocio”, o vamos a decir que esta persona no hiso un negocio en lo absoluto? ¡Claramente no se llevó nada, no corresponde hablar de negocio respecto a una transacción como esta! Así mismo respecto a Koraj, no se llevó absolutamente nada, fue absorbido por la tierra perdiendo todo lo que tenía. Entonces ¿Qué tipo de “mal negocio” fue el que tomó Koraj?
Trae el Rav Desler zt”l sobre esto un elemento fundamental y que debemos recordar siempre: El Nombre Del Cielo, siempre va a ser santificado sobre la faz de la tierra, ya que ese es el propósito de la creación, sin embargo, nosotros como personas tenemos dos opciones sobre como estar involucrados en esto. La primera opción es que el Nombre Del Creador se vea santificado a través de nosotros, y la segunda opción es que se vea santificado sobre nosotros, cada individuo tiene la libertad de poder elegir el camino que desea tomar.
Nosotros conocemos la escena donde Eliahu Ha´Naví se enfrentó a los Nevié Ha´Baäl (profetas falsos) sobre el monte de Carmel con el fin de hacer una prueba en público y dejar demostrado frente a todas las personas que Ha´Kadosh Baruj Hu es El Único Ds que existe. La prueba consistía en que cada uno tendría un animal para ofrendar, y quien lograra que baje fuego del Cielo y queme la ofrenda sobre su altar – dejaría demostrado que su Ds es el de verdad. En esta escena, nuestros sabios nos cuentan que el animal que cayó en manos de los Nevié Ha´Baäl - no quiso moverse. Intentaron moverlo a la fuerza, pero tampoco pudieron hacerlo. Incluso Eliahu Ha´Naví intento hablar con el animal diciéndole que vaya con los profetas falsos, pero el animal se resignó a hacerlo. El animal no aceptó ser sacrificado sobre el altar de los Nevié Ha´Baäl. Eliahu Ha´Navi le dijo:“Anda y no te preocupes, dado que de la misma forma que se va a santificar El Nombre Del Cielo a través del animal que yo voy a ofrendar, así mismo será santificado a través tuyo - cuando todos vean que no baja fuego del Cielo sobre tu ofrenda”. Sin embargo, el animal continuó sin moverse, hasta que al final tuvieron que agarrarlo y ponerlo a la fuerza sobre el altar de los Nevié Ha´Baäl.
¿Por qué no quiso el animal ir a ofrendarse? La respuesta que trae Rav Desler, es que existe una diferencia entre un caso donde El Nombre Del Cielo se ve santificado a través de ti, y un caso donde El Nombre Del Cielo se ve santificado sobre ti, y solamente la persona puede elegir el camino que desea tomar. En el caso del animal, él quería que el Nombre Del Cielo se vea santificado a través de él - pero no sobre él, y al momento en que el fuego no baje del Cielo - eso solamente haría que se santifique El Nombre Del Cielo sobre él, pero no a través de él como lo es con el otro animal que si iba a ser quemado.
Es decir, hay momentos en los cuales Ha´Kadosh Baruj Hu castiga a una persona de tal forma que todos ven lo que sucedió con aquella persona, lo cual de alguna u otra forma también genera que se Santifique El Nombre Del Cielo, solo que en un caso como este - El Nombre Del Cielo es santificado sobre la persona y no a través de la persona.
Sobre el Faraon de Egipto (Parö), está escrito después de las plagas: “Lemaän tesaper be´ozné binjá u´ben binjá et asher hitälalti be´mitzraim, ve´et ototai asher samti bam, vi´daätem ki Ani H´” (Para que cuentes en los oídos de tus hijos y de los hijos de tus hijos - la forma en que domine a Egipto y las maravillas que realice sobre ellos, y sabrán que Yo Soy Ds). Dice el Baäl Shem Tov Ha´Kadosh sobre esto, que después de las plagas - el faraón de Egipto se convirtió en un conducto que santifica El Nombre Del Cielo, a tal punto que el faraón casi llegó a su corrección completa gracias al nivel de santificación que se generó sobre él, a través de la desgracia y la paliza que recibió, pero no lo santifico a través de él.
También en el caso de Haman Ha´Rashä, vemos como claramente El Nombre del Cielo fue santificado sobre él, pero no a través de él, sino que a través de la paliza que recibió por lo que intentó hacer contra el pueblo de Israel, y esa santificación le brindó un gran mérito - a tal punto que sus nietos llegaron a sentarse en Bené Brak dedicándose al estudio de la Toráh. ¿Todo esto por qué? Porque tuvo el mérito de que se santifique El Nombre Del Creador sobre él, y quien santifica El Nombre Del Cielo en su muerte - obtiene un gran mérito.
Es decir, hay dos formas a través de las cuales se puede santificar el Nombre Del Creador sobre este mundo cuando se trata de una persona. La primera, es que se trate de una persona que con su simple caminar por este mundo ya logre santificar El Nombre Del Creador, ¿Cómo? Cuando las personas ven su actitud y la forma en que realiza sus acciones, etc, causa que se agracie frente a sus ojos e inmediatamente sientan una admiración por El Creador, solo por verlo, al igual que la admiración que puede sentir una persona por un rey de carne y hueso al ver como las personas pertenecientes a su pueblo o a su ejército tienen una excelente actitud y apariencia, algo que finalmente termina alabando el nombre del rey de ese pueblo. Esta forma de santificar El Nombre Del Creador se considera santificarlo a través nuestro, y no sobre nuestro. La forma número [2] es que se santifique El Nombre Del Creador sobre nosotros, es decir, como en el caso del Faraón de Egipto o de Haman Ha´Rashä que tuvieron que recibir un golpe Del Cielo para que se santifique el Nombre Del Cielo. La primera forma es claramente mucho mejor negocio que la segunda forma.
Koraj estaba seguro que él era quien tenía que ser el líder del pueblo, dado que vio que iba a salir de su descendencia Shemuel Ha´Navi, mérito el cual estaba seguro que lo iba a obtener por ser el líder del pueblo. Sin embargo, le faltó prestar atención a algo, y es que el mérito de tener un descendiente como Shemuel Ha´Navi en realidad le podía llegar de dos formas, [1] Que se santifique El Nombre Del Creador a través suyo, viviendo de una forma correcta y elevando frente al resto de las personas la imagen de Quien Es El Creador, o [2] Que se santifique El Nombre Del Creador sobre él, lo cual en su caso fue a través de que el pueblo vea las consecuencias que hay en revelarse y actuar de la forma como él actuó, siendo tragado por la tierra junto con todas sus pertenencias. Claramente la primera forma es mucho mejor negocio que la segunda forma, sin embargo, Koraj tomó la equivocada decisión causando que el Kidush H´ se genere sobre él y no a través de él.
Ahora queda claro el por qué nuestros sabios dijeron que Koraj “Lakaj mikaj rä le´ätzmó” (Tomó un mal negocio para sí mismo), a pesar de que a primera vista uno piensa que Koraj no se llevó nada con lo que hiso, sino que al contrario - perdió todo siendo absorbido por la tierra, ya que una cosa si consiguió Koraj con todo lo que hiso, y fue santificar El Nombre Del Cielo, sin embargo, tuvo que perder todo para poder lograrlo, y sobre eso decimos que “Lakaj mikaj rä le´ätzmó” (Tomó un mal negocio para sí mismo), porque podría haber llegado a hacer Kidush H´ mientras continuaba viviendo.
Rabotay, morir por Kidush H´ - santificando el Nombre Del Creador, es una gran cosa, nadie puede negar el mérito que tiene una persona la cual logra santificar el nombre Del Creador con su fallecimiento, lo cual claramente es algo difícil de lograrlo. Sin embargo, hay algo más difícil aun en esta vida, pero mucho más meritorio, y eso es poder vivir por Kidush H´, es decir, saber despertarnos por la mañana, y acostarnos por la noche, alegres de ser los elegidos para santificar El Nombre Del Creador sobre este mundo, y al mismo tiempo preocupados de cómo poder hacerlo cada día un poco mejor. A nosotros nos incumbe ser suficientemente sabios como para optar por el buen negocio, de vivir para hacer Kidush H´ sobre este mundo.
Shabat Shalom u´m´voraj