DICHOSO QUIEN TENGA SEGURIDAD
DICHOSO QUIEN TENGA SEGURIDAD
En la Hafataráh de Parashat Bejukotai, leemos una sección en el profeta Irmiahu que contiene un verso el cual mencionamos cada vez que recitamos “Birkat Ha´Mazon” – la bendición recitada después de comer pan. Dice el profeta Irmihahu [17:7]: “Baruj Ha´Guever asher ivtaj ba´H´ - ve´haya H´ mivtajó” (Bendito el hombre quien tenga seguridad en H´ - y H´ sea su seguridad).
Respecto a esta aparente redundancia que vemos en el verso con el tema de la seguridad, el Malbim explica que acá se nos viene a decir que el hombre bendito no es quien solamente pone su seguridad en H´, sino que también H´ es su seguridad. Es decir, no se está hablando de persona que solamente deposita su seguridad en que a través de medios materiales y mundanos vendrá su salvación gatillada por parte de H´, sino que deposita su seguridad en H´ mismo, es decir, está seguro que H´ es la fuente única de su salvación, sin necesidad de ningún tipo de medio material o mundano de por medio, lo cual es un nivel de seguridad superior.
Rabenu Yonáh escribe sobre esto en su explicación al libro de Mishlé [3:26] que, una persona la cual llega a este nivel de seguridad en H´, tiene el mérito de recibir salvaciones que ni siquiera se merecía que le llegaran, algo lo cual es bastante increíble. El Yalkut Shimöni sobre Tehilim [32, remez 719], escribe que esto se aplica incluso en el caso de un rashä (malvado), escribiendo: “Afilu rashä u´boteaj ba´H´ - jesed yesovevenu” (incluso si es que es un malvado, pero tiene seguridad en H´- estará rodeado de bendición), solo por el hecho de que puso toda su seguridad en El Creador.
El Midrash Shojer Tov [Tehilim 25:2] trae una historia sobre un hombre quien llegó a una ciudad y se alojó a las afueras de la ciudad, en la periferia. Para su mala suerte, los cuidadores de la ciudad lo pillaron en la noche, y automáticamente pensaron que era un sospechoso. Lo primero que iban a hacer, sin pensarlo dos veces, era golpearlo de forma brutal. Sin embargo, este hombre se adelantó y les dijo: “¡Momento! ¡Vengo de la casa del rey!”.
Inmediatamente se detuvo todo el ataque, nadie de los cuidadores se atrevía a tocarlo, solamente lo pusieron en lugar controlado hasta que amanezca, para así luego traerlo frente al rey.
Al día siguiente, llegaron frente al rey con este hombre. El rey le preguntó al hombre si acaso lo conocía. A lo que el hombre le contestó que no. “¿Entonces por qué dijiste que vienes de la casa del rey?” – le preguntó el rey a este hombre. A lo que el hombre le contestó: “En realidad, no vengo de su casa majestad. Solo que me confié en tu bondad, y pensé que si digo que pertenezco a tu casa, entonces tendrías misericordia conmigo”.
El rey miró a este hombre, y le dijo: “Por el hecho de que depositaste toda tu seguridad en mi – déjenlo ir”. Eso es lo que dice David Ha´Melej[Tehilim 25:2]: “Elokai beja batajti, al evosha” (Mi Ds, en Ti puse mi seguridad, no me vaya a avergonzar), para explicar que solamente aquella persona que deposita el 100% de seguridad en H´, nunca va a pasar vergüenza por la seguridad depositada, El Creador siempre se va a preocupar de nos decepcionarlo. Lo importante es que sea un depósito de seguridad absoluto y genuino.
El Zohar Ha´Kadosh [Behar 110:] cuenta que una vez Rabi Jia y Rabi Yosi iban caminando por un sendero, y mientras caminaban se encontraron a dos amigos que también iban caminando por ahí. De repente, vieron como una persona se acercaba caminando, y cuando llegó donde estos dos amigos les preguntó si acaso alguien tenía un pan para darle de comer, ya que llevaba dos días equivocándose en los caminos del desierto y no había comido nada. Uno de esos dos hombres, sintió misericordia, y sacó la comida que había traído consigo para el camino para poder dársela a este hombre que llevaba dos días perdido, dándole de comer y de tomar. El otro amigo le preguntó “¿Qué vas a hacer cuando necesites comida? Dado que lo que yo traje, me lo voy a comer yo.” A lo que le contestó: “Tranquilo, ¿Acaso crees que mi sobrevivencia depende de ti?”, y mientras tanto el hombre pobre que no había comido se sentó y no se paró hasta que se comió toda la comida de este otro hombre, quedando solamente un pan, el cual también se lo dio al hombre pobre para que se lo llevara en el camino.
Rabi Jia vio esto y dijo que por algún motivo El Creador no quiso que ellos hagan esa mitzváh. Rabi Yosi dijo que quizás se decretó sobre ese hombre que dio el pan algún tipo de decreto peligroso, y Ha´Kadosh Baruj Hu quiso darle esta oportunidad de mérito para salvarlo. Cuenta el Zohar Ha´Kadosh que siguieron caminando estos dos amigos, y de repente el hombre que le había dado el pan al pobre se cansó. El amigo le dijo: “¿Acaso no te dije que no le des tu pan a nadie?”. Pero el hombre seguía tranquilo.
Rabi Jia y Rabi Yosi estaban mirando todo esto. Rabi Jia le dijo a Rabi Yosi: “Nosotros tenemos comida, ¿Por qué no le damos de la nuestra?”. A lo que le contestó Rabi Yosi: “¿Acaso quieres quitarle el mérito a este hombre? Veamos que pasa, dado que seguramente estaba decretado sobre él un decreto de muerte, y Ha´Kadosh Baruj Hu quiso darle la oportunidad de recibir un mérito”.
Mientras tanto, este hombre se sentó a dormir bajo un árbol, y su amigo se alejó y se sentó en otro camino. Rabi Yosi le dijo a Rabi Jia “ahora sentémonos a ver, dado que con seguridad Ha´Kadosh Baruj Hu le quiere hacer un milagro”. De repente vieron como una serpiente venenosa estaba para al lado del hombre mientras dormía. Rabi Jia inmediatamente dijo que pobre de este hombre, seguramente había llegado su muerte. Por otro lado, Rabi Yosi estaba tranquilo, le dijo a Rabi Jia que ahora él vería lo dichoso que es ese hombre y el milagro que le va a hacer Ha´Kadosh Baruj Hu.
De repente vieron como una segunda serpiente comenzó a bajar por el árbol y se preparó para atacar al hombre dormido y matarlo, sin embargo, en ese preciso momento se levantó la primera serpiente y atacó a la serpiente que bajó del árbol, matándola y luego yéndose del lugar. Rabi Yosi vio esto y le dijo a Rabi Jia: “¿Acaso no te dije que Ha´Kadosh Baruj Hu quiere hacerle un milagro a este hombre, y no debemos quitarle el mérito?”.
Este hombre continúo durmiendo por un tiempo, y luego cuando se despertó, tanto Rabi Yosi como Rabi Jia le dieron de comer y tomar, y luego cuando terminó de comer, le contaron del milagro que le había sucedido.
Termina el Zohar esta historia y nos dice en nombre de Rabi Yosi que dichosa es aquella persona quien deposite en un 100% su confianza en El Creador. Dichosa es aquella persona quien hace el bien con pertenencias suyas, dado que despierta el bien dentro del pueblo de Israel.
El patrimonio más grande para una persona, es poder lograr depositar en El Creador su seguridad en un 100%, sin ningún tipo de duda, y en todas las áreas de la vida. Sobre todo, cuando se trata de hacer el bien con las pertenencias de uno, ya que cuando uno hace el bien con las pertenencias de uno - es ahí cuando uno es más propenso a titubear en su seguridad de que no le faltará mañana aquello que desea brinda y entregar hoy. Sin embargo, son justamente esos los momentos de prueba más grande donde podemos demostrar la seguridad que tenemos en El Creador, y quien logre demostrar que su seguridad está en un 100% con Ha´Kadosh Baruj Hu, verá en carne propia como “Baruj Ha´Guever asher ivtaj ba´H´ - ve´haya H´ mivtajó” (Bendito el hombre quien tenga seguridad en H´ - y H´ sea su seguridad).
Shabat Shalom U´Mvoraj.
: