NOMBRAMIENTO DEL CREADOR AL MOMENTO DE UNA BENDICIÓN

Forma Correcta de Bendecir

NOMBRAMIENTO DEL CREADOR AL MOMENTO DE UNA BENDICIÓN

Maran Ha´Shuljan Aruj dedicó una siman completo [siman 5] para escribir un solo seif sobre la importancia que hay en la intención que tenemos al momento de bendecir. Todos nos enfrentamos múltiples veces durante al día, a situaciones donde nos dirigimos hacia El Creador y recitamos una bendición, y dentro de las palabras que recitamos se encuentra nada más y nada menos que El Nombre Del Creador Bendito Sea. 

El Sefer Jasidim [siman 46] trae que cuando una persona bendice por alguna mitzváh, o por algún tipo de fruto, bendiciones las cuales son comunes en la boca de la persona, debe direccionar su corazón hacia El Creador, internalizando que fue Él quien le brindó ahora aquel pan o aquel fruta para que pueda tener provecho de ello, o que lo comandó en aquella mitzváh, y no debe caer por ningún motivo en el error de recitar la bendición sin ningún tipo de intención, haciéndolo por costumbre, al igual que lo hace una persona que saca palabras de su boca sin ningún tipo de concentración. Ya que sobre eso fue que Ha´Kadosh Baruj Hu se enojó con nosotros y nos envió en manos del profeta Yeshäyahu diciendo [29:13]: “Yaän ki nigash ha´äm ha´zeh” (¿Por qué siquiera se dirige hacia Mi este pueblo?) “Be´fiv u´b´sfatav kibeduni, ve´libó rijak Mimeni” (En su boca y en sus labios Me honra, pero su corazón está lejos de Mi), haciendo referencia a aquellas personas que bendicen dirigiéndose a H´, y al momento de que recitan la bendición piensan en cualquier otra cosa y no dimensionan la seriedad de estar nombrando uno de los Nombres Del Creador.

Es por esto, que es sumamente importante estudiar el significado de cada sección que posee una bendición, y junto con ello estudiar la intención correcta que se debe tener al nombrar cada uno de los nombres Del Creador que se encuentran en la bendición misma, tal como sabemos que cada uno de los nombres Del Creador representa algo distinto en Su conducta con el mundo. Por ende, primero que todo, es importante saber que la forma correcta de recitar una bendición, es dividiendo la bendición en tres secciones, de las cuales, las dos primeras son iguales para todas las bendiciones, y la tercera varía entre bendición y bendición. Es correcto que la persona haga una pequeña pausa entre una sección y la otra, para así poder también concentrarse y tener la intención correcta. Las secciones y sus intenciones vendrían siendo las siguientes:

[1] “Baruj Ata H´” (Bendito eres Tu Trae el Kaf Ha´Jaim [siman 5, seif katan 12] que al decir “Baruj Ata” (Bendito eres Tu) la persona debe tener la intención en que  es la fuente de todas las bendiciones. Y al momento de recitar el nombre de , el cual en esta primera sección de la bendición es el nombre de “Adnut”, debe la persona tener la intención que  es “Adon Ha´Col, Hayá, Hové, Ve´Yihie” (Amo de todo, Lo Fue, Lo Es, y Lo Será), trayendo el Kaf Ha´Jaim [seif katan 5] que al momento de pronunciar el nombre de  debe la persona temer y temblar, por respeto y asombro.

[2] “Elokenu Melej Ha´Ölam” (Nuestro D´s Rey del mundo) – Acá, trae Maran Ha´Shuljan Aruj que la persona debe tener la intención al recitar el nombre “Elokenu” – que Ha´Kadosh Baruj es “Takif baäl ha´yejolot u´baäl ha´cojot culam” (Firme, dueño de todas las capacidades y de todas las fuerzas que existen en el mundo), y en algunos sidurim suman “Ha´Mashguiaj Älenu Bi´Frat” (Quien nos supervisa a cada uno y uno de forma particular). Es decir, en esta sección debemos tener absoluta noción de que nos estamos dirigiendo Al Rey Del Mundo, capas de todo, y que nos supervisa a cada uno de forma particular con absoluta precisión.

[3] En la tercera sección, la cual varía entre bendición y bendición, la persona debe concentrarse en qué tipo de bendición está recitando, y sobre la acción que va a hacer o el provecho que va a tener, ya sea “Boré Peri Ha´Ëtz”, “Boré Peri Ha´Adama”“Äl Netilat Yadaim”, etc.

Se cuenta que una vez el Admor Rabi Aharon Mi´Belz hizo un gran Tish en su casa en Shabat, y después del kidush, uno de los Jasidim agarró un queque y bendijo “Bujtanay Elkenu Melej Ha´Ölam boré miné mezonot” (Bendiciendo sin pronunciar bien las palabras de las secciones más importantes de la bendición), y luego se tragó el queque de una sola vez.

La rabanit, mujer del Admor, se encontraba ahí, y le tocó ver esto, lo cual le dolió mucho, el hecho de ver como aquel jasid agarró ese pedazo de queque y se lo tragó bendiciendo sin ningún tipo de intención y cuidado, por ende, lo llamó para hablar con él. Cuando es jasid llegó donde ella, ella le dijo: “Sabias que en el Perek Shirá está escrito que el trigo le reza a  diciéndole “Mimaämakim keratija H´” (Desde lo más profundo te llamé ). ¿Por qué? ¿Qué es lo que le pasa al trigo que esta tan preocupado como para rezarle a  de forma tan profunda? Yo te diré la respuesta:

Cómo bien sabemos, para que el trigo pueda haber llegado al queque que te acabas de comer, tiene que haber pasado un proceso no menor. Primero que todo, el trigo se lo debe plantar para que germine, en esta etapa, el trigo le reza a  de que pueda germinar como debe ser y así logre brotar. Luego, el trigo le reza a  para que llueva, y de esta forma pueda brotar y no se termine secando. Una vez que brotó, el trigo le reza a  para que la lluvia y el viento no vayan a romper su delicado tallo y de esta forma logre crecer. Luego, cuando llega el momento de la cosecha, el trigo le dice a que él no es como el resto de las frutas, es muy pequeño, por ende, le reza a  que por favor logre mantenerse junto con el grupo de trigo cosechado, y que no se vaya a caer en el camino quedando olvidado para siempre. Luego, al momento en que se selecciona el trigo y se lo cuela con mallas especiales las cuales ayudan a tirarlo contra el viento para separar el desecho del trigo, el trigo le reza a H´ que por favor no se vuele con el viento junto con el desecho, sino que se quede junto con el trigo que fue seleccionado. Luego, una vez que el trigo ya llegó al molino para ser molido, le reza a  para que no se vaya a caer al momento en que lo ingresan al molino, quedando tirado en el suelo olvidado. Cuando ya fue molido el trigo y convertido en harina, le reza a  para que su harina no se quede pegada en la harina de los muros del molino. Esto no se termina acá, luego, cuando el trigo llega hecho harina a las manos de una persona para que lo amase y lo convierta en una masa, el trigo le reza a  para que no se quede pegado en los costados de la fuente o en la masa que se queda en las manos de la persona, para que así pueda llegar a su destino final que es ser un comestible. Y finalmente, cuando el trigo ya se convirtió en harina, y ya fue amasado, y ya se convirtió en un pan, o un queque, o lo que sea, el trigo le reza a  de lo más profundo de su corazón para que por favor caiga en la casa de algún talmid jajam que pueda comerlo y bendecir por él de acuerdo a como la halajá lo exige.

El trigo del queque que te acabas de comer, imagínate lo feliz que debe haber estado ayer después de que se enteró que iba a ser derivado a la casa del Admor Mi´Belz, completamente seguro en que iba a ser comido por alguien que bendiga por él como debe ser. Y resulta, que tu vienes, tomas ese queque, ¿Y bendices “Bujtanay” pronunciando pésimo las palabras y El Nombre Del Creador? Imagínate cómo se debe haber sentido ese trigo que tanto le rezó a H´.” El jasid escuchó esto, e inmediatamente hiso teshuváh por la bendición que había recitado.

Sin embargo, rabotay, esto es algo que debemos adquirir nosotros, que al momento en que bendigamos, saber tener conciencia de lo que estamos haciendo, y a Quien nos estamos dirigiendo en aquel momento en que bendecimos, frente a Quien estamos parados. Hagamos todos un esfuerzo por estudiar un poco más el significado de lo que estamos diciendo, las halajot también, y de internalizar en nuestra conciencia frente a Quien estamos parados al momento en que bendecimos, y de esta forma veremos todos como de la misma forma en que nosotros embellecemos nuestra bendiciones, así mismo Del Cielo embellecen la bendición en nuestro hogar.