Lo que todos debiéramos anhelar.
PARASHAT BO
LO QUE CADA UNO DEBIERA ANHELAR
En nuestra Prashá, Parashat Bo, la Toráh nos cuenta sobre las ultimas tres plagas antes de que Äm Israel salga de Egipto, y como Parö, después de todo lo que estaba pasando en Egipto, y el nivel de plagas que estaba recibiendo de parte de Ha´Kadosh Baruj Hu, en la plaga de la oscuridad se rompe y acepta la petición del pueblo de Israel de salir al desierto a trabajar a H´, diciéndole a Moshé Rabenu que salgan los hombres, las mujeres, y los niños a servir a H´ en el desierto, pero, le pone una condición, y es que dejen su ganado en Egipto. Sin embargo, Moshé Rabenu inmediatamente se niega a esto, y le dice a Parö [Shemot 10:26]: “Ve´Gam Miknenu yelej ïmanu” (Y también nuestro ganado ira con nosotros), lo cual, de este verso, veremos que en realidad Moshé Rabenu rechazó esta petición de Parö de dejar el ganado no solamente por motivos de que vayan a tener comida en el desierto o para que tengan ofrendas, sino que había un motivo escondido en todo esto mucho más interesante.
En distintos lugares de la Toráh, vemos como los animales fueron creados con una anhelación natural de poder acercarse a Ha´Kadosh Baruj Hu – Al Creador, viviendo con un deseo constante de poder ser ofrendados frente a Él. Sobre esta anhelación, David Ha´Melej dice [Tehilim 84:4]: “Gam tzipor matzá bait u´dror ken lah, asher shata efrojeha et mizbejoteja H´” (También un pájaro encontró una casa y una golondrina su nido, lugar donde situaron sus polluelos sobre Tu Altar H´). ¿Qué quiere decir esto?
Explica el Iben Ëzra en nombre de Rabi Moshe, que si bien el pájaro es una especie que se tiende a escurrir y evita asentarse en lugares donde abundan personas, de todas formas, cuando existía el Bet Ha´Mikdash, los pájaros y golondrinas ponían sus nidos lo más cercano posible al Bet Ha´Mikdash, con la esperanza de que tengan el mérito de que alguno de los Korbanot (ofrendas) que se ofendían sobre el altar de H´, le toque ser alguien de su nido. Esta misma anhelación no solamente se encuentra en las aves, sino que también se encuentra sobre los animales que se ofrendan sobre el altar, tal como lo trae David Ha´Melej en el verso que dice [Tehilim 51:21]: “Az yaälu äl mizbajajá parim´” (Ahí subirá el vacuno sobre Tu altar), es decir, sube por sí solo.
Por ende, cuando Parö le dice a Moshé Rabenu después de la plaga de la oscuridad que permite que salgan al desierto todo el pueblo para servir a H´, pero que dejen el ganado en Egipto, Moshé Rabenu le dice “Ve´Gam Miknenu yelej ïmanu” (Y también nuestro ganado ira con nosotros), diciéndole en otras palabras a Parö que está muy equivocado si piensa que el ganado va a aceptar quedarse en Egipto, ¡por ningún motivo! por el hecho de que todo el ganado lo único que desea es que lo ofrenden frente a H´, y eso es lo que vienen esperando hace tiempo, no hay posibilidad de que vayan a ver como Äm Israel sale de Egipto a servir Al Creador y ellos se queden en Egipto con toda la idolatría horrible que había allá, ya que tal como lo explicamos anteriormente, a pesar de que son solamente animales, igual así poseen una anhelación intrínseca de querer acercarse a H´, y su forma más elevada es siendo ofrendados como korban sobre el altar de H´.
El Midrash [Vaykrá Rabáh 3:4] cuenta que una vez trajeron un toro al Bet Ha´Mikdash para que sea ofrendado como korban, sin embargo, el toro se quedó parado en el lugar sin moverse, no aceptó por ningún motivo moverse de ahí, y por mucho que intentaran ofrendarlo, el toro se quedó en el lugar sin moverse. En el lugar se encontraba presente un hombre pobre, quien al ver esto, fue y puso en la nariz al toro una bolsita con hierbas. Esto causó que el toro estornude, y al estornudar salió volando una aguja que estaba estancada dentro de su nariz. En ese momento, todos entendieron cuál fue el motivo por el cual el toro no se quería mover y se negaba a ser ofrendado sobre el altar. El toro sabía que, si es que hubiera subido sobre el altar con la aguja en la nariz, hubiera sido considerado una terefá y por ende no hubiera terminado siendo ofrendado sobre el altar.
Eso es lo que nos viene a decir la Toráh cuando nos escribe en el libro de Vaykra [1:3] respecto a las ofrendas: “El Petaj ohel moëd yakriv oto lirtzonó lifné H´” (Frente a la puerta de la tienda lo ofrendarán frente a H´ de acuerdo a su voluntad). ¿Qué quiere decir “yakriv oto lirtzonó” (lo ofrendarán de acuerdo a su voluntad)? Viene a decirnos la Toráh, que cada animal traído para que sirva como korban, tiene que ser ofrendado con su propia voluntad del animal, ya que si es que vemos que el animal por alguno motivo se niega a ser ofrendado sobre el altar de H´, negándose a cooperar, entonces debemos saber que al parecer hay algún tipo de problema con aquel animal lo cual lo invalida para ser ofrendado, ya que si no hubiera ningún problema, la anhelación natural que tiene el animal de acercarse Al Creador lo hubiera llevado a ser ofrendado con alegría absoluto, por el puro mérito de ser un korban de Ha´Kadosh Baruj Hu.
Increíblemente, podríamos pensar que solamente los animales y las aves son creaciones que anhelan acercarse Al Creador. Sin embargo, la Toráh nos explica que incluso los elementos materiales poseen un deseo de acercarse Al Creador. ¿Dónde?
El Midrash [Bereshit Rabáh 5:4] cuenta que al momento en que Ha´Kadosh Baruj Hu creo el mundo, el segundo día separó el agua superior del agua inferior. Cuando hiso esto, vino el agua inferior (el agua que se encuentra en nuestro mundo), y comenzó a llorar frente a H´, desconsolada por el hecho de que iban a tener que quedar en la parte inferior, alejadas Del Creador Bendito Sea. H´ le dijo al agua inferior que por favor no se preocupe, explicándole que en la festividad de Sucot iba a establecer que exista una ofrenda de vertimiento de agua que se lo llama “Nisuj Ha´Maim”. Sin embargo, cuenta el Midrash que esta respuesta por parte de Ha´Kadosh Baruj no fue suficiente para consolar al agua inferior, hasta que Boré Ölam (El Creador) les dijo que iba a establecer que en toda ofrenda que se haga sobre el altar, se tenga que incluir sal, lo cual no solamente la sal viene del agua, sino que para poder obtener la sal, hay que evaporar el agua salada, causando que el agua se eleve y se vuelva a acercar Al Creador.
Este consuelo se mantuvo activo durante todo el tiempo en que existía el Bet Ha´Mikdash, pero después de que fue destruido, nuevamente no había con que consolar al agua inferior, por lo que comenzó a llorar de nuevo desonsolada, tal como está escrito el Tehilim [137:1]: “Äl naharot Babel sham yashavnu gam bajinu be´zojrenu et Tzion” (Sobre los ríos de Babel nos sentamos y también lloramos recordando a Tzion), a lo cual el Midrash [ahí] explica que el término “gam bajinu” (también lloramos) hace referencia a que el agua inferior también lloró junto con nosotros, con Äm Israel, por la destrucción de nuestro preciado y amado Bet Ha´Mikdash.
En síntesis, vemos como distintas partes de la creación, todas comparten un deseo constante de acercarse Al Creador, y obviamente que esto tiene que servirnos para que nosotros podamos aprender algo, ya que, ¿Cuántas veces nos toca encontramos con personas que uno los mira, y siente que se encuentran apagadas espiritualmente? Personas que pueden estar trabajando Al Creador, incluso haciendo todo lo que está escrito en la halajá al pie de la letra, pero igual así, se logra distinguir en los ojos de aquella persona, y en la forma cómo hace su trabajo hacia El Creador, que todo lo hace con carencia de propósito, como si el propulsor de sus acciones es un motivo externo que no tiene nada que ver con la misión a la que debiéramos aferrarnos.
También se puede ver en los rezos de una persona, la forma en como reza, y las cosas por las cuales pide. A veces los propulsores de una persona en la vida no siempre son lo correcto, y al no ser los correctos, desgraciadamente vemos como poco a poco le van causando a la persona que su trabajo hacia H´ comienza a dejar mucho que desear. La persona deja de utilizar su máximo potencial. ¿Por qué?
Viene el profeta y no dice en Ejá [2:19]: “Shifji ca´maim libej nojaj pené H´” (Derrama tu corazón como el agua frente a la cara Del Creador). ¿Qué quiere decir esto? Viene a decirnos, que lo único que debemos anhelar en nuestra vida, y el único motivo por debemos hacer todo lo que hacemos, es por un solo motivo, poder acercarnos más y más Al Creador Bendito Sea. Cuando nos dice el profeta que debemos derramar nuestro corazón frente a H´ como el agua, viene a decirnos que por lo que debemos rezar más fuerte, y derramar la mayor cantidad de lágrimas en nuestro rezo, es por lograr cada día una cercanía superior con El Creador.
Una persona puede hacer mitzvot todo el día, puede rezar, ponerse Tefilin, comer kasher, cuidar Shabat, de todo. Sin embargo, puede ser que durante un día completo, nunca se haya detenido para analizar bien qué es lo que está haciendo y el motivo real por el cual lo está haciendo. Es verdad que nuestros sabios dijeron en la Guemará [Pesajim 50b; Sanhedrin 105b]: “Le´ölam yaäsok ha´adam ba´Toráh u´ba´mitzvot af äl pi she´lo lishmá, she´mi´toj she´lo lishmá – ba lishmá” (Siempre debe una persona ocuparse de la Toráh y de las mitzvot a pesar de que lo haga con motivos ajenos que no son netamente por el bien Del Cielo, dado que después de hacerlo por motivos ajenos, llegará eventualmente a hacerlo por motivo genuinos, es decir, por El Bien Del Cielo). Sin embargo, aquello que nos dicen nuestros sabios que eventualmente la persona llegará a hacer mitzvot por motivos genuinos, para acercarse Al Creador, no es algo que sucede de forma automática sin ningún tipo de intervención y esfuerzo por parte nuestra, sino que es sumamente importante que cuando vayamos a hacer algo que sabemos que es la voluntad Del Creador, nos tomemos unos segundos para pensar y recapacitar cómo es que aquello que estamos haciendo ahora nos ayuda a acercarnos Al Creador, y así lograr despertar en nosotros ese deseo y anhelación natural que posee nuestra alma, de acercarse cada vez más Al Creador.
Yehi Ratzon, que tengamos el mérito de no caer en actuar como robots, y saber detenernos y gozar cada momento y oportunidad de cercanía que se nos presenta en nuestras vidas, de siempre tener presente el motivo para el cual vinimos a este mundo, y por qué hacemos las cosas:
Para acercarnos cada vez más a nuestro Creador.
Shabat Shalom U´M´Voraj.