PARASHAT VAYGASH 5783

Todo por no avergonzar.

PARASHAT VAYGASH

TODO POR NO AVERGONZAR

En nuestra Parashá, Parashat Vaygash, ya transcurrieron 22 años desde que los hermanos de Yosef lo hayan intentado matar y finalmente hayan terminado vendiéndolo como esclavo. En la Parashá de la semana pasada, Parashat Miketz, la Toráh nos contó sobre el reencuentro entre Yosef y sus hermanos, donde Yosef reconoció que los hombres que se encontraban frente suyo se trataba de sus hermanos, sin embargo, sus hermanos no lograron reconocerlo. En nuestra Parashá, Yosef se revela frente a sus hermanos, revelándoles que en realidad él estaba vivo y que efectivamente se habían cumplido los sueños que había tenido, él era el virey de Egipto, la potencia mundial más grande de aquellos tiempos, diciéndonos la Toráh [Bereshit 45:1]: “ve´lo yajol Yosef lehitapek le´jol ha´nitzavim älav, va´ikra hotziu col ish me´älav, ve´lo ämad ish ito be´hitvadä Yosef el ejav” (y no pudo Yosef aguantarse de todo lo que estaba pasando, y pidió que saquen a todas las personas del cuarto (dejando solamente a sus hermanos), y no hubo nadie presente al momento en que se reveló frente a sus hermanos).

Nuestros sabios nos cuentan, que al momento en que Yosef pidió que lo dejen solo con sus hermanos, quedando Yosef solo frente a 10 hombres que eran conocidos por ser “Guiborim” (Fuertes), donde es conocido que cada uno de los hijos de Yaäkov poseía un super poder corporal, en ese momento Yosef corrió un peligro de vida muy grande, a tal punto que el Midrash en Yalkut Shimöni [Bereshit 45, remez 151] dice: “she´ilu baät bo ejad mehen haya met” (Si es que lo hubiera pateado uno de ellos, hubiera fallecido en el lugar). Es más, el Midrash Tanjuma [Vaygash 5] dice: “Le´Sacaná guedoláh yarad Yosef” (Yosef se expuso a un gran peligro) “she´im harguhu ejav en beriáh ba´ölam makiró” (Dado que, si es que sus hermanos lo hubieran matado, nadie en el mundo lo hubiera reconocido).

Rabi Yehonatan Aibishitz en su libro “Tiferet Yonatan” trae que este peligro al cual se expuso Yosef no fue solamente al momento quedarse solo con sus hermanos antes de revelarse, sino que incluso después de revelarse y contarles que él era Yosef, todavía se estaba exponiendo a un gran peligro. ¿Por qué? Dado que nosotros sabemos que hubieron varios motivos por los cuales los hermanos de Yosef llegaron a la conclusión de que Yosef merecía la muerte, cómo por ejemplo, al decir Yosef que él iba a ser rey estaba siendo “Mored Be´Maljut Yehudáh” (Revelándose frente al reinado de Yehudáh, quien es el hermano al cual le pertenece la dinastía de reyes), o también por el motivo de que Yosef se lo consideraba “Rodef” (una persona que esta persiguiendo a otra persona para matarla), al traerle a Yaäkov todo tipo de información sobre sus hermanos que los ponía en una categoría de merecedores de pena de muerte, y que a veces no era verdad, sino que un mal entendido. En fin, hubieron unos cuantos motivos por los cuales los hermanos de Yosef decidieron que él merecía la muerte, y uno de ellos, fue por el hecho de que vieron por profecía que en el futuro iba salir de él Yeroväm ben Nevat, y Yeroväm iba a desviar a Äm Israel para que cometen el grave pecado de la idolatría. Por ende, cuando los hermanos vieran que Yosef se encuentra vestido como un egipcio, y además está casado con una mujer que también se había criado ahí, etc, era muy probable que los hermanos entiendan de que era inminente que salga Yerövam de la descendencia de Yosef, y en consecuencia decidan matarlo en aquel momento, para evitar la desgracia. Los hermanos no tenían como saber de qué Yosef se había mantenido intacto espiritualmente, y mantenía su vida como Yehudí en todas las áreas de su vida, a pesar de que se vea disfrazado de virrey egipcio.

De todas formas, a pesar de todo este peligro, el cual con seguridad Yosef estaba al tanto que se estaba exponiendo, igual así decidió sacar a todos los extraños que estaban presentes al momento de su revelación, y revelarse frente a sus hermanos mientras estaba solamente él con sus 10 hermanos super poderosos. ¿Cuál es el motivo de esto? El motivo de esto, es dado que Yosef entendió que revelarse frente sus hermanos y descubrirles que habían estado equivocados en sus pensamientos, y que a pesar de todo lo que tramaron contra él, igual así sus sueños se hicieron realidad, iba a hacer que al hacerlo frente a personas desconocidas se les genere una vergüenza aún más grande a sus hermanos. Por ende, a pesar de que sacar a las personas y sirvientes del cuarto iba a significar someterse a un peligro antes y después de que se rebele frente a sus hermanos, igual así decidió quedarse solo en aquel momento, todo por no avergonzar a sus hermanos.

Numerosas son las veces en que hemos visto como grandes de Äm Israel tuvieron conductas en las cuales por el simple temor de que un Yehudí al frente se vaya a avergonzar, optaron por ceder, o incluso “perder”, con tal de que no se avergüence la persona al frente.

En el libro “Ish Tzadik Haya” se cuenta sobre una vez en la cual citaron a un juicio a Rav Arieh Levin zt”l. El juicio trataba sobre un documento de pago que estaba firmado por un aval, y cómo aval aparecía su nombre y su firma. El Rav intentó recordar cuando había firmado aquel documento, sin embargo, lo lograba acordarse. Por ende, para poder averiguar qué era lo que había pasado, asistió al juicio en la fecha estipulada.

Rav Arieh Levin necesitó solamente una mirada al documento de pago para entender de que no se trataba de su firma original, su firma había sido falsificada. Sin embargo, al levantar los ojos, vio a la persona que había tomado prestado el dinero, y al parecer él era quien había falsificado la firma y había puesto a Rav Arieh como aval de aquel préstamo. Cuando lo vio, vio claramente como el hombre al frente estaba destruido, tenía los ojos mirando hacia al suelo y no lograba levantarlos producto de la vergüenza. Era obvio que, si Rav Arieh descubría frente a todos en el juicio lo que había sucedido, que el documento era falsificado y que esa no era su firma, el deudor que se encontraba parado en frente suyo iba a pasar una tremenda vergüenza, más de la que ya estaba sintiendo.

Finalmente, Rav Arieh decidió no avergonzarlo, y por ende se dirigió al juez y le dijo que efectivamente el reconocía su firma, y que ese documento de pago le pertenecía a él. Sin embargo, le pidió por favor que le dieran la posibilidad de pagar la deuda en cuotas mensuales, lo cual se le concedió. Durante un par de años, cada mes Rav Arieh Levin pagaba 28 lirot al mes por un documento de pago que nunca en su vida había firmado, y todo esto ¿por qué? solo para no avergonzar ese yehudí que tenía al frente. Rav Arieh tenía claro que no hay posibilidad en el mundo que pierda ese dinero por el acto que hiso, Ha´Kadosh Baruj Hu con seguridad le devolvería hasta el último centavo de lo que saco de su bolsillo para no avergonzar a otro yehudí.

Una historia parecida se cuenta sobre el Admor Rabi Yaäkov Yosef Tversky de Skver, quien prefirió anular una costumbre santa que tenía, con tal de no avergonzar a otra persona. La historia sucedió en el último Yom Tov de la festividad de Pesaj. El gran Bet Ha´Midrash de Skver estaba repleto, no había una silla vacía, y aparte de los jasidim locales, también habían mucho invitados que habían llegado para un evento familiar que se estaba realizando por una de las familias locales.

Posterior a la lectura de la Toráh, se honró a uno de los invitados para que suba y lidere el rezo de Musaf. Y resulta que este invitado al subir a la tarima, comenzó con mucho entusiasmo a cantar el cantico “Ka Keli ve´goali…”, lo cual es un cantico que según la costumbre de Skver no se lo dice cuando Yom Tov cae en Shabat, y en ese año había caído Yom Tov en Shabat.

Los jasidim conocían muy bien a su Rav, y ellos sabían que él no estaba dispuesto a cambiar absolutamente nada de las costumbres que fueron establecidas por sus padres y abuelos para la jasidut Skver. Toda la gente presente, entendiendo que estaba pasando un fenómeno único, reiteradamente miraban al Jazan que había sido invitado para liderar el rezo de Musaf, y luego miraban al Admor, todo esto pasando mientras el Jazan seguía cantando el cantico que no se acostumbra cantar en la comunidad de Skver cuando cae Shabat y Yom Tov. La congregación estaba segura que en cualquier momento se iba a parar el Admor e iba cortar inmediatamente lo que estaba pasando, interrumpiendo al Jazan en la mitad del cantico, o por lo menos, como mínimo, iba a insinuarle al Jazan que interrumpa el cantico.

Sin embargo, el Admor de Skver se quedó en absoluto silencio, escuchando atentamente como el Jazan recitaba el cantico.

Al final del rezo, unos cuantos jasidim que no podían aguantarse la curiosidad, se tuvieron que acercar donde el Admor para preguntarle qué era lo que había sucedido ahí, y le dijeron: “Admor! ¿Acaso en Skver no se acostumbra a no recitar ese cantico cuando Yom Tov cae en Shabat?”, a lo que el Admor les contesto: “Es verdad! Tienen toda la razón! Sin embargo, en Skver también existe otra costumbre: La costumbre de no avergonzar al otro…”

Rabotay, cuánto tenemos que aprender de Yosef Ha´Tzadik, de Rav Arieh Levin, y del Admor de Skver. “Et jatai ani mazkir hayom”, yo lo hablo por mí, personalmente, pero estoy seguro que a todos les debe haber sucedido más de una vez. Son múltiples las veces donde se nos presentan situaciones muy delicadas, situaciones en las cuales puede ser que alguien actúe de una forma que uno tiene absoluta certeza que está mal aquella actitud, o que una persona adopte una actitud que es absolutamente no ha lugar, ya sea actuando con soberbia, sin saber su lugar, ingresando dentro de nuestra área personal, o algunas veces atentando en contra nosotros, faltando el respeto, o lo que sea. En muchas de esas situaciones, la realidad de las cosas es que tenemos absoluta razón en reaccionar y poner en su lugar a aquella persona que tenemos al frente, y es más, sentimos que es el deber nuestro hacerlo, por el bien de la otra persona. Sin embargo, ¿Qué debemos hacer ahí? Debemos ser más inteligentes que la contraparte, debemos entender que pase lo que pase, lo que El Creador en realidad quiere de nosotros, es que hagamos el máximo esfuerzo por no avergonzar a quien tengamos al frente, independiente si aquella persona nos avergonzó a nosotros o no. Algunas veces no queda otra opción, pero muchas otras veces, si la hay, hay múltiples opciones para aplicar esa sensibilidad y lograr, con mucho esfuerzo y sacrificio, abstenernos de avergonzar a la persona que tenemos en frente, sea quien sea.

Shabat Shalom U´m´voraj.