Importancia del octavo día de Janucá
HALAJOT JANUCÁ
“ZOT JANUCÁ” – ÚLTIMO DÍA DE JANUCÁ
“Zot Janucá” es el apodo por el cual se llama al último día de la festividad de Janucá, día en el cual se enciende la octava y última vela de la Janukiá. El día se lo llama “Zot Janucá” por la sección de la Toráh que leemos en aquel día, la cual contiene el verso que dice [Bamidbar 4:7]: “Zot Janucat ha´Mizbeaj, be´yom himashaj oto me´et nesié Israel”.
Este día es conocido como un día propenso para que se reciban los rezos de la persona y también para recibir salvaciones en distintas áreas de la vida. Es por esto que muchas personas invierten un tiempo especial en este día para rezos y peticiones. La fuerza que hay en este día para rezos y peticiones es de una dimensión inimaginable. Hay varias historias sobre personas que recibieron salvaciones impresionantes solamente por haber rezado desde lo más profundo del corazón frente a las ocho velas de Janucá.
Aparece en nombre del Baäl Shem Tov, que de la misma forma que hay fuerza especial para hacer Teshuváh (volver en arrepentimiento) durante los días como Yom Kipur o Sheminí Ätzeret, así mismo en el último de Janucá existe una fuerza especial para hacer Teshuváh. Es decir, el primer juicio de la persona es escrito en Rosh Ha´Shaná, ahí se determina el destino de aquella persona durante ese año. En Yom Kipur se firma aquel juicio, y en Hoshana Rabáh los papelitos son enviados con el juicio firmado, lo cual claramente nos hace pensar que el juicio debiera ser sentenciado en aquel momento. Sin embargo, Ha´Kadosh Baruj Hu dentro de su inmenso amor hacia nosotros, tiene misericordia sobre nosotros y nos espera hasta la festividad de Janucá para que podamos volver en arrepentimiento. Es decir, H´ espera hasta el último día de Janucá a todos aquellos que aún no alcanzaron hacer Teshuváh, y así puedan volver hacia Él para ser firmados en el libro de la buena vida. También en el libro Netaë Gabriel aparece en nombre de los más grandes Admorim, que quien no fue firmado en el libro de la vida, puede todavía ser firmado en Janucá en el libro de la vida. Hay quienes dicen también que toda la “shefä” (abundancia) que fue establecida para que reciba la persona en el mes de Tishré, no baja hasta que llegue el día de “Zot Janucá”.
El Maharal, y así también aparece en ciertos libros de Kabaláh, explica que el octavo día de Janucá es el más grande en cuanto al poder que posee. Dado que sabemos que, en el mundo, el numero 6 representa lo físico, ya que todo lo físico se resume en 6 puntos cardinales, norte, sur, este oeste, arriba, y abajo. El numero 7, representa la “Kedushá” (Santidad) que hay en lo físico. Y el numero 8 representa lo que se llama “Me´äl ha´tevä” (Sobre la naturaleza), lo cual es algo eterno, al igual que el numero 8 se lo escribe de una forma que no tiene fin. Los griegos intentaron dominar a Äm Israel respecto a lo que tiene que ver con lo material, y lo lograron en ciertos casos, pero lo que intentaron dominar en el área espiritual, no lograron hacerlo, y Äm Israel continuó son su espiritualidad y el cuidado de las mitzvot con sacrificio sin importar lo que pasara. Es por esto que justo en el octavo día de Janucá, el cual se considera “Me´äl ha´tevä” (Sobre la naturaleza), posee una fuerza especial para lograr acercarle a cada uno su salvación personal, incluso si es que se trata de una salvación por sobre la naturaleza.
Todas aquellas personas que poseen dificultad para traer hijos, poseen un momento especial en el año para pedir por ello, lo cual es durante la festividad de Janucá. El Bene Isajar trae que el momento más especial y propenso para esta salvación, es en el último día de Janucá, trayendo que en estos días hay una chispa del alma del Mashiaj presente, dado que la palabra Mashiaj son las iniciales de “Madlikim shemoná yemé Janucá” (se encienden ocho días en Janucá), significando que justamente durante estos ocho días, que culminan en “Zot Janucá”, se encuentra presente en el mundo una fuerza especial para recibir la redención personal, y global.
EN RESUMEN
“Zot Janucá” – el último día de la festividad de Janucá, es un día de gran misericordia, muy apto para el arrepentimiento (Teshuváh) y las grandes salvaciones, representando el día en donde culmina y se firma finalmente el Juicio Celestial de la persona, juicio que comenzó en Rosh Ha´Shaná. De todas formas, una persona siempre puede hacer Teshuváh volviendo en arrepentimiento, ya que las puertas de la Teshuváh permanecen siempre abiertas, sin embargo, estos días son un momento mucho más propenso para ello. Este día comenzará inmediatamente con el encendido de las ultimas velas de Janucá, al momento de la salida de las estrellas, y se extenderá durante todo el día hasta la puesta de sol del día siguiente.
“Zot Janucá” alegre para todos.