Resumen práctico para el encendido de las velas de Janucá
RESUMEN HALAJOT JANUCÁ
¿CUANTAS VELAS SE DEBEN ENCENDER EN CADA DÍA?
Por el hecho de que el milagro sucedió con el encendido de la Menoráh (candelabro) del Bet Ha´Mikdash, nuestros sabios establecieron que encendamos velas todas las noches de la festividad de Janucá para recordar el milagro que se nos hiso como pueblo en aquel tiempo. Cómo halajá principal, para poder cumplir con la mitzváh del encendido, basta con que la persona encienda una sola vela cada noche, sin embargo, es apropiado para quien pueda, encender cada día el número de velas correspondiente a aquel día, de tal forma que vaya sumando una vela por día a medida que pasan los días, es decir, el primer día encienda una sola vela, el segundo día dos velas, el tercer día tres, y así sucesivamente. Esto se considera llevar a cabo la mitzváh a un nivel de Mehadrin min Ha´Mehadrim, lo cual es el nivel de embellecimiento más grande que hay [Shuljan Aruj, siman 671, seif 2].
Existe una importancia especial en encender las velas de Janucá con aceite de Oliva, dado que ese es el tipo de aceite que se utilizó en el candelabro del Bet Ha´Mikdash, y por ende se considera un embellecimiento de la mitzváh. Sin embargo, también se puede cumplir con la mitzváh encendiendo velas normales de cera o de parafina. Quien se encuentra en una situación ajustada económicamente, y quiere embellecer la mitzváh del encendido haciéndolo como lo trajimos anteriormente, es decir, ir sumando una vela por día, lo que puede hacer es encender la primera vela con aceite de oliva, dado que con esa vela se cumple con la mitzváh del encendido, y luego el resto de las velas que son para el embellecimiento de la mitzváh, las puede encender con un aceite más barato que se común y corriente [Kaf Ha´Jaim, siman 673, seif katan 14]. Sin embargo, no se debe encender unas cuantas velas de aceite y el resto de las velas de cera [Mishna Beruráh, siman 673].
Si es que la persona posee la duda si acaso encendió las velas de Janucá en aquel día o no, escribió Maran Rabenu Övadiah Yosef que se no requiere volver a encenderlas [Jazon Övadiah, página 20, en las notas].
Si es que la persona desea que el encendido sea realizado por unos cuantos miembros de la casa, lo que se puede hacer es que después de que el dueño de casa haya encendido la primera vela, el resto de los miembros presentes mayores de 6 años de edad y llegaron a la edad de “Jinuj” (educación en mitzvot), pueden continuar encendiendo el resto de las velas que son de Hidur Mitzváh (embellecimiento de la mitzváh). Y la vela del Shamash, se lo puede entregar incluso a un niño menor de 6 años [Jazon Övadiah, página 21, en las notas].
LUGAR DEL ENCENDIDO
Es una mitzváh el poner las velas de Janucáh cercano a la puerta de entrada de la casa, al costado izquierdo, ya que de esta forma se encontrará la mezuzáh al lado derecho, y las velas de Janucáh al lado izquierdo, causando que la persona que ingresa por ahí se encuentra rodeado por mitzvot. En especial si la persona también está vistiendo Tzitzit, que en ese caso obtiene el mérito de que se cumpla en él la frase que dice [Kohelet 4:12]: “Ve´ha´jut ha´meshulash lo bi´meherá inatek” (El cordel triangulado no se cortará rápidamente), lo cual significa que ese mérito perdurará por generaciones, y no se interrumpirá con rapidez [Sheiltot de Rav Ajai Gaon, Parashat Vayshlaj, siman 26]. Hoy en día, donde la mayoría de las personas viven en departamentos, y en consecuencia no siempre existe “Pirsum Ha´Nes” (Propagación del milagro de Janucáh) al encender las velas en la entrada de la casa, resulta que se acostumbra encender las velas en la ventana del departamento que da hacia el recinto publico [Esta es la opinión de Rashi, y asi fue decretado en Jazon Övadiah].
Respecto a la altura ideal para encender las velas, Maran Shuljan Aruj [siman 671, seif 6] trajo en nombre de la Guemará de Shabat [21b]que al momento de realizar la mitzváh del encendido de las velas de Janucá, el posicionamiento ideal de velas de Janucá debe ser dentro de los 10 tefajim de altura (80 centímetros) desde el piso del departamento. El motivo por el cual hay que situar las velas a una altura tan baja, explica la Mishná Beruráh [siman 671, seif katan 27] que es para que sea notorio que aquellas velas no fueron encendidas para alumbrar, sino que, para la mitzváh, dado que no se acostumbra situar velas para alumbra a una altura tan baja. De todas formas si es que la persona situó las velas a una altura mayor a 10 tefajim de todas formas cumplió con la mitzváh.
Respecto a cuanto es la altura mínima en que se debe situar las velas para el encendido, el Tur trajo que el Maharam Mi´Rotenburg era meticuloso de encenderlas por sobre los 3 tefajim (24 centímetros) de altura, y así lo decretó para la halajá Maran Shuljan Aruj escribiendo que el encendido debe ser por sobre los 3 tefajim, ya que más bajo que eso se considera que el encendido se realizó en el suelo y no se nota que lo hizo con el propósito de publicar el milagro, y no importa que el cuerpo de la vela se encuentre bajo los 3 tefajim, sino que lo que importa es que la llama de la vela no se encuentre bajo los 3 tefajim, y si la persona encendió la vela de tal forma que la llama quedó bajo los 3 tefajim, trae la Mishnah Berurah [siman 671, seif katan 26] en nombre del Peri Jadash que bediävad (post facto) igual cumplió la persona con la mitzváh del encendido.
Respecto a la altura máxima en la cual se pueden encender las velas de Janucá, trae Maran Shuljan Aruj [ahí] que no se debe encender una vela la cual su llama se encuentre a una altura superior a los 20 Amot de altura desde el suelo, comenzando desde vía publica, básicamente por el hecho de que a esa altura no es notorio el encendido para aquellas personas que transitan por la calle. Una persona la cual vive en un piso elevado, el cual su balcón se encuentra a una altura superior a los 20 Amot (aproximadamente 9.6 metros) desde la calle publica, debe situar las velas en la entrada de la casa, tal como lo trajimos anteriormente.
De todas formas, escribió Maran Rabenu Övadiah Yosef [Jazon Övadiah, pagina 36] que si es que una persona vive en un piso que se encuentra a una altura mayor que 20 amot (9,6 metros), pero tiene otro edificio en frente el cual da hacia su ventana de tal forma que los vecinos que viven en el edificio de enfrente si pueden ver las velas que él enciende en su ventana, resulta que la persona puede encender las velas de Janucá en su ventana y estaría cumpliendo con la mitzváh - a pesar de que se encuentre encendiendo las velas por sobre los 20 amot, ya que gracias al edificio que tiene en frente logra cumplir el propósito de Pirsumé Nisa (publicar el milagro), y esto aplica incluso si es que las personas que viven en el edificio de enfrente no son personas de Äm Israel.
TIEMPO DEL ENCENDIDO
Trae Maran Shuljan Aruj [siman 672, seif 1] que no se deben encender las velas de Janukah antes de “Shekiyat ha´Jamáh” (puesta de Sol), sino que al final de Shekiyat ha´Jamáh, lo cual explican las autoridades halajicas contemporáneas que esto hace referencia al momento de “Tzet Ha´Kojavim” (salida de las estrellas). Hay algunos Ashkenazin que acostumbran encender las velas al momento de Shekiyat Ha´Jamáh (puesta de sol), y es importante saber que quien se conduzca de esta forma debe preocuparse que por lo menos una de las velas posea suficiente aceite o capacidad para permanecer encendida mínimo 30 minutos después de la salida de las estrellas.
Sin embargo, todo esto es lejatejiláh (a priori), dado que si la persona no pudo encender las velas al comienzo de la noche entonces igual puede encender las velas de Janucá durante toda la noche hasta “Älot Ha´Shajar” (Despunte del Alba), recitando la bendición. Por ende, incluso si es que encendió las velas 10 minutos para Älot Ha´Shajar, de tal forma que no quedan 30 minutos de noche para que permanezca encendida la vela de Janucá, de todas formas la persona puede encender la vela recitando la bendición. Si la persona no pudo encender las velas durante la noche y ya llegó Älot Ha´Shajar, trae el Yalkut Yosef [siman 672, seif 1] que es bueno que igual la persona encienda la vela durante el día, pero sin recitar la bendición.
Respecto a que esta prohibido de hacerse antes o después de que llegue el momento del encendido de las velas, trae la Mishnáh Beruráh [Shaär Ha´Tziun, siman 672, seif katan 14] y el Yalkut Yosef [seif 3] que a partir de la media ahora antes de que llegue el momento del encendido de las velas ya estaría prohibido comer una Seüdat Kevä (comida fija), lo significa comer más de Ka´Beitzáh de pan (54 gramos de pan) o productos mezonot horneados, pero comer una cantidad menor a esa se considera como una Seüdat Arai (comida casual) y esta permitido. Respecto al resto de los comestibles, como frutas o verduras, se permite comer la cantidad que se desee incluso dentro de la media hora cercana al momento del encendido de velas. Respecto a comenzar un trabajo media hora antes del momento del encendido, también estaría prohibido, sin embargo, respecto al estudio de Toráh - solo se prohíbe comenzar a estudiar desde el momento en que se deben encender las velas, es decir, desde la salida de las estrellas y no antes.
Si es que la persona comenzó a comer, o hacer un trabajo, o estudiar Toráh, y comenzó a hacerlo dentro del tiempo que esta prohibido, entonces debe interrumpirlo y encender las velas cuando llegue el momento adecuado. De todas formas, incluso en un caso en el cual comenzó a hacerlo de forma permitida, como por ejemplo si es que comenzó a comer pan mas de media hora antes del encendido, es bueno interrumpir lo que esta haciendo y realizar el encendido de las velas para que así las velas sean encendidas cuando llega el tiempo adecuado.
TIEMPO QUE DEBE DURAR EL ENCENDIDO
Maran Shuljan Aruj [siman 675, seif 2] escribió “Hadlaká Ösah Mitzvah” (El encendido de la vela marca el cumplimiento de la Mitzváh). ¿Qué quiere decir esto? Esto quiere decir que al momento en que la persona enciende las velas de Janucá, debe hacerlo bajo las condiciones con las cuales puede cumplir con la mitzváh, lo cual vendría siendo encender una vela que pueda permanecer encendida durante mínimo 30 minutos, dado que ese es el tiempo que se requiere que las velas permanezcan encendidas para poder cumplir con la mitzváh del encendido, ya sean velas de aceite o de cera. Por ende, antes de encender y bendecir por las velas de Janucá, es sumamente importante corroborar que la vela que se esta encendiendo tenga la capacidad de mantenerse encendida por lo menos durante un tiempo de 30 minutos, y para la mitzváh basta con que una de las velas que enciende en aquel día tenga la capacidad de permanecer encendida este tiempo, y no se requiere que todas las velas puedan permanecer 30 minutos encendidas.
Si es que la persona encendió por lo menos una vela que poseía las condiciones de permanecer encendida durante 30 minutos, y luego vino un viento no habitual (es decir, un viento que no acostumbra encontrarse en el lugar donde encendió la vela) y apagó la vela antes de que transcurran los 30 minutos del encendido, o un niño pequeño boto el candelabro al suelo y se apagaron las velas antes de que hayan transcurrido 30 minutos desde el encendido, en ese caso la persona no requiere volver a encender las velas, incluso si es que la vela alcanzó a permanecer encendida solamente un minuto ¿Por qué? Dado que al momento en que las encendió tenía la capacidad de permanecer encendida por 30 minutos, y por ende, se considera que ya cumplió con la mitzváh, así lo decretó Maran Shuljan Aruj [siman 673, seif 2]. También, si es que por ejemplo después de que encendió la vela vino la persona a arreglarla y sin querer la apagó, tampoco requiere volver a encenderla. Esta ley se la conoce como “Kabtá, Eino zakuk lah” (en caso de que se apague la verla de forma no intencional, no requiere volver a encenderla). De todas formas, si es que ya transcurrieron 30 minutos desde el encendido - entonces puede apagarlas lejatejiláh (a priori) sin necesidad de volver a encenderlas [Yabiä Omer, tomo 4, Oraj Jaim, siman 52; Jazon Övadiah, Janucá].