Demasiado Heroísmo tampoco es bueno
En la Haftará de la semana, nos encontramos con algo que con seguridad requiere una buena explicación. Si nos fijamos bien, nos daremos cuenta que el diluvio el cual terminó destruyendo el mundo por completo y causando que tenga que comenzar la humanidad desde cero, fue llamado nada más y nada menos que “Mei Noaj” (Las aguas de Noaj). Y a pesar de que perfectamente podríamos haber pensado de que quizás se está hablando de algún tipo de alabanza hacia Noaj, en realidad nuestros sabios no lo explican así, y nos traen que se está hablando de un denigro, es decir, en el fondo se está culpando a Noaj del hecho que haya sucedido el diluvio.
Al leer esto, obviamente se despierta una tremenda pregunta, y es que nosotros sabemos bien que Noaj trabajó con absoluta “Mesirut Nefesh” (Dedicación y sacrificio) durante 120 años para poder construir el arca que todos conocemos. Durante todos esos 120 años, Noaj se mantuvo llamándoles la atención a las personas de su generación para que vuelvan en arrepentimiento y se pueda evitar que tenga que suceder el diluvio. Noaj luchó y luchó por encontrar por lo menos 10 hombres en el mundo que se puedan unir a su causa y así salvar el mundo entero. Todo el mundo hace la guerra en contra de él y se ríen de lo que habla, sin embargo, Noaj no le importó e igual así siguió intentándolo.
No solamente eso, sino que incluso cuando se encontraba dentro del arca, Noaj no tuvo un segundo de tranquilidad y descanso. Trabajaba día y noche para poder mantener el orden y darles de comer a los animales. Fueron años y años de corrido en que Noaj trabajó sin parar. Sin embargo, todo esto ¿Para qué? ¿Para que al final el diluvio se lo llame “Méi Noaj” y se lo culpe de todo lo sucedido? Claramente acá hay un mensaje que tenemos que entender.
Explican nuestros sabios, que el motivo por el cual a pesar de todo el esfuerzo que hizo Noaj, igual así el diluvio fue nombrado bajo su nombre, es dado que Noaj le faltó acudir a un conducto de ayuda el cual él tenía claro que tenía el poder de ayudar. ¿Qué conducto? La Tefiláh (rezo). Los comentaristas traen que el motivo principal por el cual la responsabilidad del diluvio fue asignada a Noaj, es dado que Noaj no rezó por la gente de su generación, es decir, no rezó que ellos vuelvan en arrepentimiento y puedan salvarse de la desgracia.
Uno lee esto, y al comienzo se pregunta ¿A tal nivel? ¿No basta con todo el esfuerzo que hizo Noaj como para que por un solo detalle de no haber rezado por su generación vayan lo culpen de todo el diluvio? Sin embargo, Rav Shimshon David Pinkus zt”l trae un ejemplo para explicar esto, él cual nos permite entender cuál es la gravedad oculta del caso.
Sucedió en un hospital conocido, que durante una de las noches de turno hubo solamente un doctor en el departamento de internados. En caso de que hubiera una emergencia en aquel día, le indicaron que se ponga en contacto con otros doctores del hospital quienes podrán brindar ayuda urgente de inmediato. Justo en aquella noche, hubo unos cuantos accidentes en la ciudad, y los heridos llenaron el departamento de internados en aquel hospital. El doctor de turno, con mucho sacrificio corría de una camilla a la otra ateniendo cada uno de los enfermos, le hacía reanimación a uno, y luego tenía que correr a realizarle reanimación a otro, y así estuvo durante toda la noche salvando una y otra vida, sin embargo, la noche no pasó invicta, ya que producto de la gran cantidad de presión que hubo en aquel día, hubieron dos heridos que no pudieron ser atendidos como debe ser y terminaron falleciendo en el hospital.
Al día siguiente, el doctor fue citado a presentarse frente al directorio del hospital. Él estaba seguro que iba a recibir un premio nobel por lo que había hecho en aquella noche, por cuantas vidas había salvado en una sola noche y con tanto sacrificio. Sin embargo, para su sorpresa, el directorio le pidió inmediatamente que presentara su renuncia. El doctor estaba absolutamente sorprendido, se esperaba un ascenso junto con un diploma de honor, y envés de eso ¿Recibe su renuncia? “Äl mah ve´lamah?” (¿Sobre qué y por qué?). El doctor les dijo al directorio “Miren que duro que trabaje en la noche de ayer, hice cosas que no tenía porque haber hecho, ustedes lo saben. Entonces, ¿Por qué no valoran eso?".
El directorio del hospital le contestó lo siguiente: “Nosotros sabemos lo que hiciste la noche de ayer, nadie te puede quitar el mérito del acto heroico que hiciste anoche. Sin embargo, demasiado heroísmo tampoco es bueno, desgraciadamente. Desde el día en que ingresaste a nuestro departamento, nosotros te dimos un número de teléfono donde debías llamar para que vengan refuerzos de nuestro grupo de doctores en cualquier caso donde vieras que las cosas se estaban comenzando a escapar de tus manos. Anoche no se hizo eso, y aquel exceso de heroísmo nos costó la vida de 2 personas.”
Explica Rav Shimshon David Pinkus zt”l que ese fue el motivo por el cual Ha´Kadosh Baruj Hu llamó al diluvio bajo el nombre de “Mei Noaj” (Aguas de Noaj). Nadie puede negar que Noaj hizo algo heroico en su generación, 120 años le tomó construir el arca que luego salvaría la humanidad, y durante esos 120 años a cada persona que veía hacia todo lo posible por advertir de lo que iba a pasar e intentaba de que volviera en arrepentimiento para poder salvar el mundo, nadie puede negar que todo lo que hizo es es extremadamente heroico. Sin embargo, demasiado heroísmo tampoco es bueno. Ese heroísmo fue el que le jugó en contra. Ha´Kadosh Baruj Hu le dice a Noaj: “120 años trabajaste para construir esta arca, durante todo ese tiempo advertiste a la gente y te diste cuenta de que no estaba teniendo efecto lo que estabas haciendo, entonces ¡¿Por qué no levantaste el teléfono!? ¿Por qué no rezaste por ellos? ¿Por qué utilizaste una humildad totalmente inválida de pensar que tu rezo no tiene fuerza de cambiar decretos y te abstuviste de rezar, te abstuviste de pedir ayuda de Mi para salvar al mundo?”.
Rabotay, el mensaje es muy potente y es para todos nosotros. Todos nosotros estamos rodeados por personas que las valoramos y a muchas de ellas les dedicamos incluso tiempo y emociones para ayudarlos a surgir, y algunas veces ayudarlos alejarse de malos caminos los cuales sabemos que los perjudican y nos duele. Sin embargo, también muchas veces caemos en el error del heroísmo extremo, caemos en lo que cayó aquel doctor que trajo Rav Shismshon David Pinkus zt”l, en pensar que nuestras acciones son el único poder de cambio, y no entender que cuando las cosas se están poniendo difícil, hay que inmediatamente saber levantar el teléfono y pedir apoyo, apoyo del Rey de todos los reyes, y nunca caer en el grave error de menospreciar el poder de nuestra Tefiláh (rezo), de pensar que si nuestras acciones no generaron el cambio, entonces nuestros rezos con mayor razón no lo harán. ¡No! Eso es un error.
Debemos rezar siempre, y evitar caer en el heroísmo extremo. Nunca debemos olvidar que nuestros rezos tienen mucha fuerza, no importa quien sea, donde sea, y cuando sea.
Shabat Shalom u´M´Vora