PARASHAT ËKEV 5782

La fuerza de una Berajá recitada con intención.

PARASHAT ËKEV

La fuerza de una Berajá con intención

Nuestra parashá, parashat Ëkev, trae un verso que es probablemente uno de los versos más incidentes en la vida de cada uno de nosotros. ¿Por qué? Ya que toda persona quien entiende un poco sobre el mundo en el que vive y cómo funcionan las cosas, sabiendo que existe Un Creador Del Mundo, y que El Creador no es que creó el mundo y luego dejó el mundo, sino que lo sigue supervisando y dirigiendo desde el día en que lo creó, y también aquella persona sabe que existe una misión en este mundo, y que no nos encontramos viviendo ahora en el mundo eterno, etc, lo primero que debiera preguntarse es ¿Qué es exactamente aquello que El Creador quiere de mi persona? Ya que seguramente esa es la pregunta trascendental para poder saber qué camino tomar en este mundo. Y lo increíble, es que la Toráh en nuestra parashá justamente trae aquella pregunta, diciendonos la Toráh [Devarim 10:12] “ve´ätá Israel, mah H´ Elokeja shoel me´ïmaj” (y ahora Israel, ¿Qué es lo que tu D´s pide de ti?). Acá se encuentra la pregunta del billón de dolares, y cómo respuesta, a sabiendas que en nuestro Padre y Rey, perfectamente nos podríamos imaginar que la petición principal de hacia nosotros es que lo amemos, al igual que un padre desea que su hijo lo ame. Sin embargo, viene la Toráh y nos dice “ki im le´irá et H´ Elokeja” (Que “temas” a H´ Elokeja) y luego continua con una serie de cosas, poniendo al amor en el tercer lugar de la lista, ni siquiera en el segundo lugar. Y la pregunta es ¿Por qué? ¿Qué tan importante es el “temor” como para que Ha´Kadosh Baruj Hu lo haya puesto primero en esta lista?

Esta escrito en el profeta Yeshäyahu [33:10]: “Irat H´ hi otzaró” (El temor de es Su tesoro), en otras palabras diciendo que en el tesoro de Ha´Kadosh Baruj Hu hay “Irat Shamyim” temor Del Cielo. Para entender esto, el Gaon de Vilna explicó que si nos fijamos bien, todo rey tiende a guardar en sus tesoros cosas que sean de gran valor para la realidad en la cual aquel rey se encuentra viviendo, cosas que no se encuentren en el resto de las personas. Por ejemplo, en tiempos que la sal valía mucho dinero - probablemente los reyes en aquella época tenían mucha sal en sus tesoros. En tiempos en que algún metal era valioso, los reyes almacenaban de aquel metal en sus tesoros, o piedras preciosas, u obras de arte únicas, etc. Pero aquellas cosas las cuales todas las personas las tienen, eso no se lo vamos a encontrar en le tesoro de un rey.

Por ende, explica el Gaon de Vilna, que Melej Maljé Ha´Melajim Ha´Kadosh Baruj Hu técnicamente no tiene nada que poner en su tesoro, dado que “Meló jol ha´aretz Kevodó” (Su honor llena toda la tierra), todo le pertenece a Él, sin embargo, hay algo lo cual nuestros sabios nos dijeron en la Guemará de Nidáh [16b] que es lo único que no esta en manos de Ha´Kadosh Baruj Hu, y eso es el “Yrat Shamaym” (Temor del Cielo) de la persona, trayendo que “Ha´Col bi´yde Shamaym jutz me´Yrat Shamaym” (Todo viene del Cielo menos el temor Del Cielo). Por ende, lo único que guarda Ha´Kadosh Baruj Hu en su tesoro es “Yrat Shamaym”, ya que es algo valioso y escaso en la gente, y eso es lo que dijo el profeta Yeshäyahu al escribir: “Irat H´ hi otzaró” (El temor de es Su tesoro), eso es lo más preciado frente a los ojos Del Creador.

Lo interesante respecto a este verso que nos trae la Parashá donde nos dice [Devarim 10:12] “ve´ätá Israel, mah H´ Elokeja shoel me´ïmaj” (y ahora Israel, ¿Qué es lo que tu D´s pide de ti?), es que la Guemará en Masejet Menajot [43b] nos dice que de este verso se aprende una halajá muy importante, explicándonos que el verso no se lo debe leer mah H´ Elokeja shoel me´ïmaj” (¿Qué es lo que tu D´s pide de ti?), sino que meáh H´ Elokeja shoel me´ïmaj” (cien es lo que tu D´s pide de ti). ¿Cien qué? Dice la Guemará que de acá aprendemos que “Jayav Adam lebarej meah berajot be´jol yom” (Toda persona esta obligada a recitar cien bendiciones al día), y así fue decretado para la halajá por Maran Ha´Shuljan Aruj [Oraj Jaim, siman 46, seif 3] que toda persona esta obligada en recitar 100 bendiciones al día. Y la pregunta es ¿Por qué? ¿Por qué del mismo verso donde la Toráh nos habla de la importancia que existe frente a los ojos Del Creador que tengamos “Yrat Shamaym”, de ese mismo verso se aprende esta halajá que cada uno de nosotros tiene que recitar 100 bendiciones al día?

La respuesta para esto Rabotay, es dado que la mejor técnica para poder aumentar nuestro “Yrat Shamaym” son las “berajot” (bendiciones) que recitamos todos los días. ¿Por qué? Ya que “Yrat Shamaym”, si bien su traducción literal es “Temor Del Cielo”, en realidad también se lo puede traducir como “Visión Del Cielo”, dado que la palabra “Yrá” viene de “Lirot” que significa “mirar”. En otras palabras, el “Yrat Shamaym” que El Creador desea de nosotros es aquel temor que proviene del acto de poder ver Al Creador en este mundo. Si una persona lograra literalmente ver Al Creador, supongamos se le revelara El Creador (lo cual se requiere tener un nivel muy elevado para que suceda), automáticamente el nivel de temor Del Cielo que ingresaría en aquella persona seria enorme, ya que el simple hecho de haber visto revelado Al Creador ya es más que suficiente como para ingresar temor en la persona y evitar que se desvíe de los comandos Del Creador. Así mismo sucede respecto a una “berajá” (bendición).

Una persona puede recitar una berajá como un robot, sin entender a Quien le esta hablando, y sin concentrarse en lo que esta diciendo. Este tipo de bendición claramente no trae ningún tipo de “Yrat Shamaym” a la persona, incluso si recita 1000 bendiciones de este tipo en un día, el nivel de Temor Del Cielo que se va a lograr es nulo. Pero, si es que una persona profundizara un poco más en lo que significa una bendición, profundizando más en qué intención debo tener al momento en que recito cada uno de los nombres Del Creador, sabiendo que al pronunciar el nombre de “Adnut” se debe tener la intención de “Adon ha´col, Haya, Hove, Ve´Yihihe” (Amo de todo, que fue, es, y será), y sabiendo que al pronunciar el nombre de “Elokim” tener la intención de “Takif Baäl Ha´Yejolot u´Baäl Ha´Cojot Kulam, Ha´Mashguiaj älenu bi´frat” (Firme, Amor de todas las fuerzas y todas las capacidades, Quien nos supervisa a cada uno de nosotros forma particular), y luego profundizara en la versión que posee la bendición que se encuentra recitando, aplicando las leyes traídas por Maran Ha´Shuljan Aruj en siman 5 de Oraj Jaim, donde Maran le dedicó un siman completo solamente a la importancia de tener la intención correcta al momento de bendecir, y también aplicando lo que trae el Kaf Ha´Jaim [siman 5, seif katan 8] que la persona debe tener la intención al momento de bendecir como si estuviera literalmente parado frente suyo en aquel momento, etc, claramente una persona quien actúa de esta forma haciendo todo esto, cada vez que recita una bendición estaría agregando más y más “Yrat Shamaym” a su vida, ya que en cada una de las bendiciones que recita, estaría literalmente viendo como si El Creador estuviera parado frente suyo, y a través de hacer eso una y otra vez reiteradas veces durante el día, haciéndolo como mínimo 100 veces al día, entonces no solamente aquella persona va a aumentar en su Yrat Shamaym, sino que todos los que se encuentran a su alrededor.

Si nos preguntáramos ¿Quién no quiere que sus hijos sean temerosos Del Cielo? ¡Es el regalo más grande que podrían recibir unos padres! Y es por esto que vemos como muchos prueban distintas formas de cómo lograrlo. Algunos ingresan a los hijos a lugares donde enseñan Toráh, otros se preocupan de que el hijo tenga un estudio particular con alguien sabio estudioso de la Toráh, etc, etc. Sin embargo, lo que muchos nos saben es que todo comienza dentro de la casa. El “Yrat Shamaym” que va a tener el hijo no va a venir de cosas externas, sino que va a nacer de dentro de la casa. Y ¿Saben donde es el punto más critico? El punto más critico para lograr “Yrat Shamaym” en los hijos es en cómo los padres recitan una “berajá” (bendición). ¿Por qué? Ya que si el hijo ve que el padre al recitar una bendición la recita sin pensar y sin profundizar en lo absoluto sobre qué es lo que esta diciendo y a Quien se lo esta diciendo, algunas veces incluso recitando la bendición mientras se encuentra haciendo una cosa nada que ver, leyendo una revista u algo parecido, un hijo que ve este tipo de actitud ¿Qué tipo de ejemplo obtiene? Automáticamente obtiene como ejemplo un ejemplo horrible, aprendiendo como al parecer no existe necesidad de conducirse con tanto respeto y temor hacia El Creador, dado que ve como el padre al bendecir y dirigirse hacia Ha´Kadosh Baruj Hu, incluso nombrando los nombres santos, lo hace de la misma forma que lo hace cuando le habla a Fulano que es su amigo, o a Mengano que es el vendedor de la esquina. Al ver esto el hijo, cualquier tipo de mensaje que el padre quiera inculcarle sobre la importancia del “Yrat Shamaym” y de respetar Al Creador, se va a ver como una contradicción y una burla frente a la actitud irrespetuosa que el mismo padre tiene al dirigirse Al Creador.

En cambio, si un padre se preocupa de que cada vez que recita una bendición, se concentra unos segundos antes para poder dirigirse y recitar lo que va a recitar haciéndolo con la concentración y respeto que lo amerita, entonces no solo el padre va a aumentar en su “Yrat Shamaym”, sino que también el hijo quien ve como el padre actúa, y también el resto de la gente que lo rodea, todos van a aumentar en “Yrat Shamaym”, ya que van a decir: “ ¡Mira! Mira con qué nivel de respeto y concentración el padre se dirige hacia El Creador del mundo cada vez que bendice”. Es por eso que la Toráh en el mismo verso que nos habló de la importancia que existe frente Al Creador que tengamos “Yrat Shamaym” (Temor/Visión del Cielo), en ese mismo verso nos enseñó la importancia que hay frente Al Creador de que recitemos 100 bendiciones al día, dado que una cosa esta directamente conectada con la otra.

Solo para terminar, me gustaría traer una historia la cual nos muestra hasta donde puede llegar el efecto de una bendición recitada con la intención correcta. Esta historia la escuche de Rav Efraim Sharabani quien contó sobre una joven que fue criada desde chica en un lugar de educación religioso, sin embargo, desgraciadamente sus padres se separaron cuando ella tenia 7 años, y después de la separación ambos padres dejaron el camino de la Toráh y la ingresaron en un colegio secular donde había de todo menos Toráh en ese colegio. Los padres habían dejado el camino de la Toráh y las mitzvot, pero en cambio esta niña de siete años, por algún motivo no quiso alejarse de , y siguió realizando lo que sabia y lo que podía hacer a pesar de que sus padres no. Un día, llamaron a los padres del colegio para decirle que habían pillado a su hija recitando “Birkat Ha´Mazón”, el colegio le dijo a los padres que actitudes como esta no se permiten en el colegio ya que puede confundir al resto de los alumnos y por ende no querían que se vuelva a repetir, y en caso de volver a repetirse tendrían que buscar otro colegio para su hija. 

Esta pobre niña, cuando llegó a su casa, recibió nada más que gritos. La madre le dijo que pobre de ella si la pillaban nuevamente haciendo cualquier cosa que tenga que ver con Toráh y mitzvot, pobre de ella que la vean bendiciendo, los padres la amenazaron que si la volvían a ver iba a pagarla muy caro.

Lógicamente la niña estaba muy asustada de la situación, pero igual así ella no estaba dispuesta a dejar Al Creador. Cuando se dirigía a comer pan, esta niña de 7 años se lavaba las manos como si las estuviera lavando por motivos de suciedad, pero en realidad lo estaba haciendo con la intención de realizar “Netilat Yadaim” para comer pan. Cuando decía una bendición, la pobre niña se tapaba la boca para que nadie la viera. Y así sucesivamente siguió cumpliendo con ciertas mitzvot de forma escondida. Sin embargo, tenia un solo problema (Por favor escuchen el problema que tenia esta pobre niña de tan solo 7 años). La pobre niña no se sabía “Birkat Ha´Mazon” de memoria, por lo que no podía recitarlo mientras se tapaba la boca, ella necesitaba tener un sidur frente suyo donde pudiera leer la bendición de “Birkat Ha´Mazon”, y si sacaba un sidur en el colegio o en su casa y la pillaban, corría el riesgo que la castiguen muy duro, ni siquiera ella sabia que eran capaces de hacerle sus padres. Imagínense rabotay, estamos hablando de una niña pequeña de tan solo 7 años, comportándose como una Tzadeket.

No le quedó otra opción a esta pobre niña que recitar “Birkat Ha´Mazon” en un lugar donde nadie la viera. No le quedó otra opción que encerrarse nada más y nada menos que en el baño, y recitar “Birkat Ha´Mazón” dentro del baño. La niña al cabo de un tiempo pensó que lo que estaba haciendo de recitar la bendición dentro del baño podría estar prohibido según la halajá, por lo que se dirigió a una mujer quien era como su mentora de vida y la había estado acompañando desde que pequeña, desde que vio los problemas que habían en la casa de esta niña y vio como esta niña iba a tener que criarse prácticamente sola, con padres ausentes que no le importaban de ella. Cuando la niña se dirigió donde esta mujer, primero le explicó su situación, explicándole que en el último tiempo no le había quedado otra opción más que recitar “Birkat Ha´Mazon” dentro del baño, y luego le dijo que ella solamente quería saber si acaso lo estaba haciendo bien o si acaso estaba haciendo algo prohibido.

Rabotay, una niña de siete años. Esta pregunta llegó donde Rabi Jaim Kanievsky zt”l, y al escuchar la pregunta, él se impactó mucho, les dijo que no sabia la respuesta pero que iba a profundizar si acaso se lo puede permitir. La verdad, no se cual fue el decreto halajico que se decretó para esta niña de siete años, si acaso le permitieron seguir recitando “Birkat Ha´Mazón” en el baño o no. Pero lo que si se, y que de esto si estoy seguro, estoy seguro que esta pregunta se elevó hasta lo más alto y llegó hasta “Kisé Ha´Cavod”. Preguntas de este tipo, donde una pobre niña inocente de siete años pregunta si acaso puede recitar “Birkat Ha´Mazón” en el baño o no, por el simple hecho que la pobre teme que le hagan algo si la ven cumpliendo una mitzváh, son esas las preguntas que llegan directamente donde nuestro Padre en el Cielo.

Le preguntaron a esta niña de siete años, de donde sacaba la fuerza para seguir cuidando mitzvot, y por sobre todo, de donde sacaba las fuerzas para sacrificarse tanto por recitar “Birkat Ha´Mazon”. Y la niña contestó que esa mujer con la cual se aconsejaba, quien la venia acompañado desde su niñez y apoyándola en su camino actuando como su mentora espiritual, muchas veces la invitaba a tomar desayuno cuando veía que la pobre niña no había desayunado nada en aquel día. Y dijo la niña que la imagen que tenia grabada en su cabeza hasta el día de hoy, era la imagen de esta mujer recitando “Birkat Ha´Mazón” con absoluta intención y emoción. Dijo la niña que fue justamente esa imagen la que la ayudó a seguir trabajando Al Creador sin importar que dificultad se le ponga en el camino.

Esto para que veamos la fuerza que posee una berajá recitada con una buena intención.

Shabat Shalom u´m´Boraj.