El poder de un rezo.
PARASHAT VA´ETJANAN
El poder de un rezo.
Nuestra parashá, Parashat VaEtjanan, comienza diciendo [Devarim 3:23] “Va´Etjanan el H´ ba´ët ha´hi lemor” (Y suplicó – Moshé Rabenu – a H´ diciéndole). ¿Qué suplicó Moshé Rabenu? Nos cuenta la Parashá que Moshé Rabenu le suplicó a H´ rezándole que le perdone el castigo que se había decretado sobre él al momento en que golpeo la roca para sacar agua de ella en ves de solamente hablarle como le había comandado H´, castigo que consistía en que Moshé Rabenu no ingresaría a la tierra de Israel. Moshé Rabenu le suplicó a H´ que por favor lo deje entrar a la tierra de Israel y pueda cumplir con las mitzvot que se pueden llevar a cabo solamente en la tierra santa de Israel que fue prometida a nuestros patriarcas.
El Yalkut Shimöni [remez 940] trae que el numero de rezos en forma de suplica que realizó Moshé Rabenu fueron “תקטו” (515). ¿De donde se aprende? De la guematria de la palabra “Va´Etjanan” (Y suplicó) que es exactamente 515. Es decir Moshé Rabenu se dirigió hacia Ha´Kadosh Baruj Hu rezándole con suplicas par que por favor lo deje entrar a la tierra de Israel, y que se le perdone lo que había sucedido con la roca cuando la golpeo. Sin embargo, cuenta la Toráh que al momento en que Moshé Rabenu llegó al rezo numero 515, Ha´Kadosh Baruj le dijo: “Va´Yomer H´ elai, rav laj al tosef daber elai öd ba´dabar ha´zeh” (Y me dijo H´: “Suficiente, no vuelvas a hablarme más sobre aquel cosa”), y aquí se acabó el asunto, Moshé Rabenu inmediatamente llevó a cabo la petición Del Creador y no volvió a hablar sobre el tema.
Y la pregunta es ¿Por qué H´ tuvo que interrumpir a Moshé Rabenu al momento en que llegó al rezo numero 515 y no lo dejo seguir rezando? ¿Qué le importaba a H´ que Moshé Rabenu siga rezando? Nos explican nuestros sabios, que si es que Moshé Rabenu sacaba de su boca un rezo más en forma de suplica pidiendo que se revierta el decreto y que le permitan ingresar a la tierra de Israel, el decreto hubiera sido revertido, y eso no era lo que H´ quería que sucediera. Es decir, viene la Toráh y nos enseña a través de “Va´Etjanan el H´ ba´ët ha´hi lemor” (Y suplicó – Moshé Rabenu – a H´ diciéndole) que la fuerza que hay en un rezo es a tal nivel que puede incluso revertir decretos. Durante todas las generaciones de Äm Israel hemos visto como el rezo de individuos o de grupos ha tenido el poder de revertir decretos en el Cielo, literalmente volteando en 180º ciertas situaciones.
Gente de todas partes del mundo visitan la ciudad santa de Yerushalaim para rezar en el “Cotel Ha´Maäravi” – el muro del oeste del Bet Ha´Mikdash. Este muro del oeste no es un muro cualquiera, Shelomó Ha´Melej en Shir Ha´Shirim [2:9] dice: “Hine Zeh Ömed ajar cotlenu, mashguiaj min ha´jalonot, metzitz min ha´jarakim” (Ahí esta Él parado tras nuestro muro, supervisando a través de las ventanas Celestiales y observando desde las Alturas), verso el cual nuestros sabios en el Midrash Rabáh [Shir Ha´Shirim Rabáh 2:9, 4] traen: “Ajar Cotel Maäravi shel Bet Ha´Mikdash, she´nishbä lo Ha´Kadosh Baruj Hu she´einó jarev le´ölam…” (Parado…parado tras el muro oeste del Bet Ha´Mikdash, ya que Ha´Kadosh Baruj Hu le prometió que nunca iba a ser destruido).
Después de la segunda destrucción de nuestro templo, Aspasianus decretó que los cuatro muros del Bet Ha´Mikdash sean destruidos hasta la raíz. En aquel tiempo el ejercito romano operaba a través de contratos. Es decir, no todos los soldados y los que formaban parte del ejercito romano eran romanos, sino que el ejercito romano pagaban sueldos y venia gente de todo el mundo a ser parte del ejercito. Cuando Aspasianus decretó que se destruyan los cuatro muros, contrató a cuatro ejércitos distintos para que cada uno destruya uno de los muros. El ejercito el cual fue elegido para destruir el muro del oeste – el “Cotel Ha´Maäravi”, fue el ejercito Musulman liderado por el comandante llamando Fangar. Este comandante, cuando llegó a la parte del muro que hoy en día aun sigue en pie, se dijo a sí mismo: “Tengo una idea que le va a gustar al emperador romano, voy a dejar esta parte del muro que muestra la impresionante la fortaleza de Yerushalaim (el muro que él esta hablando, y que es el muro que tenemos hoy en día, vemos que hay una piedra que tiene trece metros de largo, tres metros de alto, y cuatro metros de profundidad, pesa 600 toneladas), y voy a dejarlo para que todos vean el nivel de conquista que logró el emperador romano, y que nivel de fortaleza logró destruir” y así dejo en pie una sección completa del muro oeste del Bet Ha´Mikdash. Luego, cuando Aspasianus le preguntó a cada uno de los comandantes de ejército si habían llevado a cabo la misión que se les había encomendado, para que reciban también el pago, vino Fangar y le contó a Aspasianus que había destruido todo el muro menos una parte. Aspasianus le preguntó a Fangar por qué no había finalizado el trabajo tal como se le había pedido, y ahí Fangar le dijo que él había pensado un poco más allá, y todo por el bien del emperador. Diciéndole: “Señor emperador, si es que yo no hubiera dejado esa parte del muro, nadie podría dimensionar en el futuro el tamaño de la victoria que usted emperador tuvo y logró al derrotar a Yerushalaim. Lo que yo deje es el testimonio real de la gran victoria que usted tuvo, todos lo verán y se impactarán”. Cuando Aspasianus escucho esto, le dijo: “Mira, te agradezco que hayas pensado en mi bien y en mi fama, pero para que sepas, un soldado, sobre todo en mi ejercido, no debe nunca “pensar un poco más allá” de lo que yo comando, ya que si todos los soldados comenzaran a “pensar un poco más allá” al final nadie haría lo que yo comando. Por ende, por el hecho de que pasaste por sobre mi comando, debiera matarte ahora, pero dado que lo hiciste pensando en mi, te doy la oportunidad que te subas al muro que tu mismo dejaste en pie, y te saltes hacia abajo, si es que sobrevives la caída entonces ganaste, puedes quedarte con tu vida, y si es que no, no hay nada que hacer”. No le quedó otra a Fangar que hacerlo, y cuentan que se subió al muro, se tiró, y no sobrevivió la caída.
El Cotel Ha´Maäraví es más que un muro al cual se le prometió que nunca sería destruido. Trae Pirké de´Rabi Eliëzer que el “Cotel Ha´Maäraví mejuvan ke´negued Kisé Ha´Cavod” (El muro del oeste esta direccionado en frente al Trono Celestial). Sin entrar en mayor detalle sobre qué es el “Kisé Ha´Cavod”, dado que es algo que no poseo suficiente entendimiento aun como para entenderlo, de todas formas, viendo la información que hay en las Guemarot y Midrashim se puede entender que se trata de un Trono Celestial que es donde supuestamente H´ se sienta y lo rodean los ángeles celestiales junto con las almas de los yehudim más elevados que han habido en la historia, cómo por ejemplo David Ha´Melej. Y nos trae Rabi Eliëzer ben Hurkenos (quien vivió en la época de la destrucción del segundo Bet Ha´Mikdash) que el Cotel Ha´Maäraví se encuentra direccionado en frente al “Kise Ha´Cavod”.
Rav Itzjak Yosef en su Libro Yalkut Yosef [Arbaä Taäniot, pagina 624] habla sobre el nivel elevado que existe en rezar y pedir estando el Cotel Ha´Maäraví, trae ahí que cuando uno reza ahí es bueno girar levemente el cuerpo hacia el lado izquierdo dado que en esa dirección se encontraba el Kodesh Ha´Kodashim. También habla ahí de la seguláh probada al visitar 40 días seguidos el Cotel Ha´Maäraví para pedir por alguna salvación, trayendo que quien lo haga tiene asegurado que se le responderá su petición, y quien no pueda llegar al Cotel, puede enviar a un Shaliaj (enviado), o hacerlo visitando 40 veces seguidas la Sinagoga y que cada visita sea en especial para su petición, y no porque vino a rezar Shajarit, Minjáh, o Ärvit. Y ahí trae Rav Itzjak Yosef una versión de cómo rezar y pedir la cual es especial para cuando una persona va al Cotel, no lo vamos a traer completo acá, pero en resumen habla ahí de que hay que decirle a Ha´Kadosh Baruj Hu “Ribonó Shel Ölam, Shelomó Ha´Melej que construyó el Bet Ha´Mikdash y yo me encuentro ahora tocando sus piedras, él rezo y dijo: “Ribonó Shel Ölam, si es que va a haber alguna plaga, o hambruna, o sequia, o problemas en el mundo, y vengan a rezar para acá, tu escucharás sus rezos y los recibirás, incluso si es que se trata de una persona de otro pueblo”. No se si muchos lo saben, pero hace unos cuantos años Barak Obama visitó el Cotel Ha´Maäraví, antes de ser presidente, y cuando lo visitó, puso un papelito entre las piedras del Cotel. Hubo alguien que estaba presente, y a quien la curiosidad le ganó, y cuando Barak Obama se dio la vuelta y comenzó a caminar fuera del Cotel, fue esta persona y sacó el papelito que él había puesto, quería ver que era lo que había pedido. ¿Y saben que pidió? Escribió que quería ser presidente de Estados Unidos, se hizo famoso el tema después que fue electo.
De todas formas, para finalizar, me gustaría terminar con una historia que nos puede permitir ver al fuerza que hay en el rezo de una persona. Hace unos cuantos años, había una pareja la cual llevaban 15 años casados, y aun no habían logrado tener hijos. Habían intentado todo lo que se podía, y ambos tenían muchas ganas de tener hijos. Pasaron los años, y después de pensarlo y analizarlo extensamente, decidieron que lo mejor para ambos era divorciarse y que cada uno intente hacer su vida con alguien que pueda traer hijos, y por el hecho de que ambos estuvieron de acuerdo, se dirigieron a un Bet Din para procesar el tema del Guet, todo esto obviamente dentro de un ambiente de paz, sin odio ni peleas dado que había sido una decisión mutua de ambos. Cuento corto, el hombre le entregó el Guet a la mujer, y al cabo de un mes se enteraron de que la mujer estaba embarazada, había quedado embarazada de él antes que se divorciara. Bueno ¿Qué problema hay? ¡Mazal Tov! Existe una mitzváh de volver a casarse con la mujer divorciada (Majzir Guerusható) si es que ella aun no se caso con nadie, por ende ¡Que se casen de nuevo!... Sin embargo, el caso no era tan simple, acá el problema era que el marido era Cohen, y un Cohen tiene prohibido volver a casare con una mujer divorciada, incluso si es que es su propia mujer divorciada.
Este hombre fue a todos los Bate Ha´Din de Israel explicándoles la situación en la que estaba y que el divorcio había sido una equivocación, y que por favor vieran de que forma se podía considerar invalido aquel Guet. Sin embargo, en todos los Bate Ha´Din por mucho que intentaran buscar alguna forma de permitirlo, todos le decían que el Guet había sido entregado con voluntad absoluta de su parte y era kasher en un 100%, ellos no veían que se podía hacer, por lo que le recomendaron que vaya a hablar con Rav Yosef Shelomó Eliashiv, quizás él podría ayudarlo. Cuando llegó donde Rav Eliashiv, le contó toda la historia, y el Rav después de pensar unos cuantos segundos le dijo: “Hijo mío, escucha, hay solamente Uno que te puede ayudar en tu situación. Ve al Cotel Ha´Maäravi, y rézale a Ha´Kadosh Baruj Hu que te salve, es la única opción que te queda. Be´Hatzlajá”. El hombre estaba destrozado, esa misma noche se fue solo al Cotel Ha´Maäravi y lloró lo que no había llorado en su vida, desahogó su pena frente a H´ con una pureza y conexión que nunca había sentido antes en su vida, no podía creerlo que no podría volver a casarse con su mujer y vayan a tener que criar a ese hijo como padres separados después de todo lo que habían pasado y todo lo que habían esperado.
El hombre se paró de sus rodillas, se dio la vuelta para dejar el Cotel, y de repente se le acerca un hombre joven que se veía como un Avrej, y le dice: “Hermano mío, te vi llorando con mucha pena, por favor cuéntame que te pasa, quizás te pueda ayudar en algo”. Este hombre al comienzo no le quiso contar, pero finalmente le contó que él era Cohen, y que se había divorciado de su mujer por error, etc, etc, etc, y de repente este hombre joven le dice: “Aaaah… pero hermano, cálmate, anda a saber que tipo de Cohen eres tu, si yo fuera tu iría a preguntarle a tu padre primero para que te diga bien que tipo de Cohen eres antes de perder tus esperanzas. Anda a saber amigo, revisa qué tipo de Cohen eres, hoy nunca se sabe”. Este hombre escuchó esto, y antes de poder responderle algo, el hombre joven ya se había ido del lugar.
Inmediatamente comenzó a pensar sobre lo que le había dicho este hombre, sin embargo, al comienzo pensó que era una idea absurda el ir a preguntarle a su padre qué tipo de Cohen eran, primero que todo por el hecho de que toda su vida había visto como toda la familia, él, sus tíos, sus primos, realizaban “Birkat Cohanim”, por ende era obvio que eran Cohanim, y dos, por el hecho de que su padre se encontraba internado en un hospital en Estados Unidos hace meses sin hablar una palabra, no reaccionaba a las preguntas que le hacían, nada. Sin embargo, después de pensarlo se dijo a sí mismo: “¿Quizás en realidad ese consejo que recibí de ese hombre es LA respuesta a mis rezos? ¿Cómo puede ser que justo haya venido a rezar y justo haya salido un hombre con un consejo como este? No pierdo nada, ¡Voy a probar!”. Inmediatamente compró un pasaje a Estados Unidos y se fue a visitar a su padre que se encontraba internado en el hospital. Ingresó a su cuarto, le agarró la mano, se la besó, y comenzó a derramar sus lagrimas contándole del caso en el cual se encontraba, que finalmente después de 15 años su mujer había quedado embarazada y ahora no podía volver a casarse con ella porque era Cohen, etc, etc, etc, y de repente, después de más de 6 meses sin reaccionar, increíblemente el padre de este hombre derrama una lagrima de su ojo, y le dice: “Hijo mío, yo nunca te había contado lo que te voy a contar. Yo y tu madre sobrevivimos el holocausto, y no podíamos traer hijos al mundo, por lo que no nos quedó otra opción que adoptar a un hijo, y ese hijo eres tu. Yo soy Cohen hijo mío, pero tu no lo eres.”
En ese mismo momento este hombre se convirtió en el primer hombre de la historia que se alegra tanto de escuchar por primera vez que es un hijo adoptado. Besó a su padre, y viajo rápidamente a Israel para volver a casarse con su mujer, el testimonio de su padre era suficiente para permitirlo. ¿Y todo esto gracias a qué? Gracias a un rezo de corazón y con lagrimas en el “Cotel Ha´Maäravi”.
Shabat Shalom u´m´voraj.