PARASHAT JUKAT 5782

No depositar la confianza en el resto

En Parashat Jukat la Torah nos relata sobre dos guerras muy grandes que tuvo que liderar Moshe Rabenu. Ambas contra dos enemigos peligrosos y fuertes, que todos temían de ellos. 

Una de estas guerras, fue contra Sijon melej ha´Emori la cual sucedió por no dejar que Äm Israel pase por su territorio para llegar a la tierra de Israel, tal como esta escrito en la Toráh [Bamibdar 21:23]: ve´lo natan Sijon et Israel ävor bi´gbuló, va´yeasef sijon et kol ämo, va´yetze likrat Israel ha´Midbara, va´yabo Yahtzah, va´ylajem be´Israel” (Y Sijon no permitió que Äm Israel pase por sus limites, por ende Sijon juntó a todo su pueblo y salió en contra de Äm Israel. Llegó a Yahtzáh e hizo la guerra contra Israel). 

Dentro de los versos en la Toráh, donde se nos cuenta sobre la guerra y la conquista de Äm Israel sobre Sijon, se nombra la ciudad de Sijon mele Ha´Emori, la cual se llamaba Jeshbon y fue quitada de Moav por Sijon en una guerra, y la Toráh trae un verso que dice [Bamidbar 21:7]: “Al ken yomru ha´moshelim bou Jeshbon, tibane ve´tikonen ïr Sijon” (Producto de eso dirán los que dominan: “Vengan a Jeshbon, que sea construida y establecida la ciudad de Sijon). Lo interesante de esto, es que a simple vista vemos que este verso nos esta hablando sobre la reacción de los otros pueblos por la conquista de Äm Israel sobre Sijon, teniendo la esperanza de recuperar Jeshbon que fue quitada de Moav, sin embargo, por algún motivo nuestros sabios en la Guemará de Baba Batra [78b] traen una explicación absolutamente fuera de contexto, diciéndonos sobre este verso que al decir la Toráh “Al ken yomru ha´moshelim bou Jeshbon” – viene a decirnos “Äl ken yomru ha´moshelim be´itzram: bou jeshbon, bou ve´nejashev jeshbonó shel ölam” (Por eso vendrán los que dominan su instinto y dirán: “Vengan y calculemos, calculemos la cuenta Del Amo Del Mundo”). Claramente hay algo que tenemos que entender acá y que no esta claro, ya qué por algún motivo nuestros sabios se salieron del contexto más simple y literal del verso que trae la Toráh sobre la guerra y la conquista de la ciudad de Jeshbón, y lo conectaron con algo nada que ver que es la cuenta que hace El Creador Del Mundo.

El libro Elef Ha´Maguen explica esto trayendo el siguiente hecho. Había una vez dos constructores que vivian compitiendo el uno con el otro, Reuven y Shimön. Un día, Reuven se enteró que el ejercito estaba en busca de un constructor para que tome a cargo una gran licitación muy grande, licitación la cual en caso de adjudicársela ganaría mucho dinero.

Reuven decidió aconsejarse con su mujer, preguntándole si acaso tiene algún consejo que le permita ganarse la licitación y que no se la gane Shimön su competencia. La mujer pensó unos segundos y le dijo que tenia el consejo perfecto para darle. Le dijo que se dirija donde el dueño del supermercado, Levi, que lo conocía bien, y aprovechando que el general del ejercito compra directamente de él la comida que come todos los días, le ofrezca darle 200 rubal por ayudarlo a que el general reciba un sobre con 500 rubal de su parte, y de esta forma el general inclinaría la licitación hacia su lado y no hacia el lado de Shimön la competencia.

Reuven como buen marido, fue inmediatamente donde Levi y le ofreció el negocio. Levi se emocionó mucho, le dijo que encantando aceptada la oferta y que iba a hacer todo lo posible por tener éxito. Ese mismo día, Levi  volvió a su casa contento, y decidió aconsejarse con su mujer. Le dijo lo que le habían ofrecido, y le preguntó que consejo tenia ella para que él se pudiera ganar los 200 rubal, ya que Reuven estaba convencido de que él es amigo del general del ejercito y en realidad no sabe que nunca en su vida ha visto al general en persona, y todo lo que hace es presentarse con su camión de carga en la cocina del general donde se reúne con el encargado de la cocina, le entrega los productos, pedir su firma en la boleta, y listo, sin nunca haber visto al general en persona.

La mujer de Reuven pensó por unos segundos, y le dijo que tenia una idea increíble. Le dijo, anda donde el encargado de la cocina, y ofrécele 25 rubal para que te consiga una reunión con la esposa del general. A Levi le gustó la idea, por lo que fue donde Reuven (que era quien le había pedido el favor inicialmente) y le dijo que mañana tendría todo arreglado y el sobre con los 500 rubal se encontrará en manos del general. Llegó el día siguiente, y Levi se dirigió donde el encargado de la cocina del general para ofrecerle 25 rubal con tal de que le consiga una reunión con la esposa del general. Sin embargo, el encargado de la cocina no se emocionó mucho con esta oferta. Le dijo: “¿Acaso tu crees que yo tengo la posibilidad de hablar con la dueña de casa? ¡Te volviste loco! Toda mi relación con ella se resume en que ella llega cada mañana a la cocina, ve todos los productos que se trajeron, lo anota en su cuaderno, y se acabó, se va de la cocina”. Al escuchar esto Levi, entendió que no había nada que hacer, se había caído todo la torre de cartas que habían construido, por ende fue Levi y le dijo a Reuven toda la verdad, que en realidad desgraciadamente no tenia nada que hacer para ayudarlo a ganar la licitación.

Trae el libro Elef Ha´Maguen, que con la misma actitud que actuó Reuven, actuó Sijon melej ha´Emorí. Cuando todos los miembro de kenäan se desvanecieron del miedo frente a Äm Israel, llegaron los reyes de Kenaän donde Sijon y le prometieron oro y plata a cambio de que él les asegure protección frente a Äm Israel.

Sijon quería recibir ese oro y plata, por ende se apresuró en garantizar una protección absoluta, sin embargo, después de garantizarlo se dirigió donde su mujer para aconsejarse que hacer, preguntándole cual era su opinión, si acaso se le ocurría alguna forma con la cual podría proteger a los habitantes de Kenaän, ya que era conocido que Äm Israel vive en milagros. Moshé les abrió el mar, y golpeo a Parö con diez plagas infernales, por ende no es tan simple hacer la guerra contra ellos.

La mujer de Sijon pensó por unos segundos, y le dijo que tenia una idea. “Anda y contrata a Biläm, ya lo utilizaste para ganarle a Moav y lograste quitarles la ciudad de Jeshbon de sus manos”. Tal como lo trae Rashi respecto al verso de la Toráh que nos encontramos analizando y que dice “Bou Jeshbon” (Vengan a Jeshbon), trayendo que Sijon no pudo conquistar a Jeshbon que le pertenecía a Moav hasta que contrató a Biläm para que los maldiga, por ende le dice la mujer de Sijon a Sijon que de la misma forma que lo ayudó ahí Biläm, con seguridad ahora también lo podrá ayudar y así van a poder llenar su casa de oro y plata.

Para su mala suerte, antes de que Sijon alcanzara a llevar a cabo el consejo de su mujer, Moshe Rabenu y Äm Israel ya habían conquistado su tierra, sin embargo hubo otro rey que se apresuró en llevar a cabo el consejo de la mujer de Sijon, y fue Balak el rey de Moav quien se apresuró en contratar a Biläm para que maldiga a Äm Israel, pensando que todo iba a salir como debe ser y Biläm los salvaría de recibir una paliza por parte de Äm Israel. Sin embargo, de repente ingresó a toda esta historia un personaje nuevo. ¿Quién? El burro de Biläm, fue el burro de Biläm quien lo apretó a Biläm en contra del muro y causó que se caiga toda la torre de cartas que había creado Biläm para vencer a Äm Israel, botando a la basura también toda la estrategia de Balak quien lo había contratado.

Sobre esto dijo Davi Ha´Melej en Tehilim [49:7-16]: “Ha´Botjim äl jelam u´b´rov öshram ithalalu, aj lo fado ifdé ish…ve´yekar nafsham ve´jadal le´ölam… aj Elokim ifdé nafshi” (Aquellos que se confían en sus posesiones y en sus botines de gran riqueza … un hermano no tiene como salvar a una persona… su salvación no será sostenible… sin embargo, Elokim será quien salve mi alma). En otras palabras, nos viene a enseñar que sobre todas las áreas de nuestra vida debemos confiarnos solamente en Ha´Kadosh Baruj Hu, y no tener la esperanza de que nuestro dinero o las coimas son lo que nos van a permitir tener éxito en todo lo que hagamos.

Si es que Revuen el constructor hubiera estudiado lo que sucedió con Sijon y Biläm, hubiera depositado su esperanza de ganarse la licitación en y no en Levi el dueño del supermercado, quien él mismo se confió en el encargado de la cocina, y al final toda la esperanza se cayó como una torre de cartas. Es por esto, que justamente respecto al verso que cuenta de la conquista de Moav por Sijon utilizando la ayuda de Biläm, vinieron nuestros sabios a enseñarnos que siempre debemos hacer la cuenta de Ha´Kadosh Baruj Hu (Jeshbonó shel Ölam) y no confiarnos en que otras personas nos van a traer nuestra salvación.

Si nos fijamos bien, respecto al rezo de la Ämidáh, lo cual es la sección del rezo más importante y lo hacemos estando parados, hay tres tipo de posiciones posibles en las cuales una persona puede estar parada, de las cuales una de ellas es absolutamente invalida y causa que la persona tenga que volver a rezar, considerándose como si no hubiera rezado, y las otras dos son kasher. La primera posición es en la cual la persona esta absolutamente parada sin tocar o apoyarse en lo absoluto con las cosas que lo rodean, como por ejemplo una mesa o un muro, esta posición en la mejor posición para rezar, la más lejatejiláh. La segunda posición es en la que la persona esta parada, pero se encuentra apoyado en algo que lo rodea, como por ejemplo una mesa, sin embargo, incluso si es que se cae aquello en lo que se esta apoyando, como por ejemplo si es que se cayera la mesa, igual así la persona se mantendría parada, una persona quien rezó de esta forma se considera valida su tefiláh. Y la tercera posición es una posición en la cual la persona se encuentra parada y apoyada en algo que lo rodea, solo que el nivel de apoyo que depositó en aquello es tan grande que si es que se llegará a caer aquel objeto la persona no podría mantenerse parada y se caería junto con el objeto, esta posición es absolutamente invalida para rezar y si una persona rezó de esta forma tiene que volver a rezar, dado que no se considera estar parado, y para rezar se requiere estar parado.

Rabotay, esto es una halajá que fue decretada en el Shuljan Aruj, sin embargo, no viene a enseñar algo más allá de que el rezar apoyado de esa forma no se considera estar parado. Esta halajá nos viene a decir que cuando nosotros rezamos y nos dirigimos Al Creador Bendito Sea, dirigiéndonos para agradecer y pedir por aquellas cosas que nos hacen falta o queremos lograr en la vida, entonces si es que al pedir algo de lo hacemos de tal forma que confiamos en que de Él depende que nos llegue aquello que necesitamos, pero simultáneamente nos confiamos en algún ticero como una persona o medio que conocemos o tenemos y que nos puede ayudar a conseguir aquello también, viene la halajá y nos dice que la única forma de que sea kasher es si es que el nivel de confianza que depositamos en aquel tercero es tan poca que si es que se cae - no nos caemos junto con él y seguimos confiando en que traerá la salvación. Pero si es que el nivel de confianza que depositamos en aquella persona o medio es tal que si es que se nos cayera aquella persona o medio sentimos que nos derrumbamos y que nuestra salvación no tiene por donde llegar, en ese caso todo esta invalido, todo se derrumba, esa no es la forma en la que debiera vivir un Yehudí. Sin embargo, aquella persona quien logra pararse sin apoyarse en nada, dichosa aquella persona quien deposita toda su confianza en y no en terceros, ya que ese es el nivel más alto que se puede llegar, y sabemos que “ve´ha´boteaj ba´H´ jesed yesovevenu” (Quien confié solamente en , se verá rodeado de bondad).

Shabbat Shalom u´m´voraj