Por tu Sangre viviras - septimo día de Pésaj
POR TU SANGRE VIVIRÁS
Al analizar un poco más en profundidad la redención de Äm Israel en Egipto, nos daremos cuenta de que hay algo bastante curioso respecto a lo que sucedió en Pesaj, algo lo cual a simple vista no siempre nos tomamos el tiempo para detenernos y analizar a que se debe aquel fenómeno, y si acaso es un fenómeno que sucedió al azar o no, si acaso es algo absolutamente planeado por parte del Creador del mundo y en consecuencia se esconde un mensaje tras el fenómeno mismo.
El tema que vamos a analizar hoy, es algo que posee más profundidad de lo que creemos y de lo que vamos a poder alcanzar analizar hoy, sin embargo les pido unos minutos de su concentración ya que les aseguro que B”H saldremos de acá con un concepto absolutamente nuevo. Si nos fijamos bien, toda la redención de Egipto gira entorno a la sangre. ¿Por qué? Ya que la misma redención comenzó con tres signos que se le entregó a Moshé Rabenu para convencer al pueblo de que la redención estaba por comenzar, y uno de ellos fue justamente tomar un vaso de agua del rio y tirarlo a la tierra causando que cuando el agua toque la tierra se convierta en sangre. Luego la primera de las diez plagas fue justo con sangre – convirtiendo todo el rio Nilo y todo el resto del agua de Egipto en sangre, lo cual claramente el hecho de que la plaga de convertir el rio Nilo en sangre haya sido elegida para abrir el evento más milagroso que se ha vivido en la historia – no es algo que fue hecho al azar. Y finalmente la ultima plaga también consistió en que se tenga que poner sangre del Korbán Pesaj en tres puntos del marco de las puertas de cada una de las casas de Äm Israel para que H´ las diferencie y no haga caer sobre aquellas casas la plaga de la muerte de los primogénitos. Es más, si nos fijamos bien, durante estos días que nos encontramos realizando la cuenta de “Sefirat Ha´Ömer”, en la versión del “Le´Shem Ijud” que recitamos antes de la bendición, decimos un verso del libro Yejezkel [16:6] que habla sobre la salida de Egipto, y dice: “va´eëvor alaij va´erej mitboseset be´damaij, va´omar laj be´damaij jaí, va´omar laj be´damaij jaí” (H´ le dice a Äm Israel: “Y pasé junto a ti, y te vi sucia en tus sangres, y cuando estabas en tus sangres te dije: En tu sangre vivirás, en tu sangre vivirás”), lo cual nuestros sabios explican que esto hace referencia a la sangre del Berit Miláh que se hicieron antes de salir de Egipto y a la sangre del Korban Pesaj que sacrificaron antes de salir de Egipto, ambas mitzvot fueron las que permitieron la redención y las que nos devolvieron la vida como pueblo. Sin embargo hoy deseamos BH ingresar en un tema más profundo. Vamos a ver que importancia tiene la sangre como para que El Creador nos haya querido hablar utilizándola como un signo.
Todos sabemos que cuando Ha´Kadosh Baruj Hu se le reveló a Moshé Rabenu para informarle que había sido elegido como enviado para comenzar la redención de Äm Israel, Moshé Rabenu mostró cierta actitud de no querer cumplir con esta misión por unos cuantos motivos, entre ellos por el motivo de que pensaba que Äm Israel no le iba a creer que había llegado el momento de la redención. Y entre las cosas que pidió Moshé Rabenu de parte de H´ para aceptar la misión – fue que le diga el nombre que él iba a tener que revelar a Äm Israel cuando le preguntaran: “¿Cuál es el nombre del D´s que te envió a redimirnos?”, y ¿Qué le contestó H´? Le dijo [Shemot 3:14]: “Va´Yomer Elo-him el Moshé: E-heyé Asher E-heyé. Va´Yomer: Ko tomar li´Bné Israel, E-heyé shelajani alejem”. (Le dijo Elokim a Moshé: diles que mi nombre es E-heyé Asher E-heyé. Y diles a los de Äm Israel: E- heyé me envió hacia ustedes).
¿Qué es este nombre de E-heyé? ¿Qué simboliza este nombre como para que El Creador haya estado tan seguro que al momento de escuchar ese nombre – Äm Israel iba a creer inmediatamente que comenzó la redención? Si nos fijamos bien, la Guematria del nombre E- heyé es 21, lo cual el Baäl Ha´Turim nos explica que equivale a la Guematria de las iniciales de los tres patriarcas, Avraham – Itzjak – Yaäkov, lo cual la suma de sus iniciales seria א más י más י, equivalente a 21, y también es equivalente a la suma de la primera letra que comienza cada uno de los Jamishá Jumshé Toráh.
Sin embargo, si analizamos un poco más en profundidad este nombre que le dijo H´ a Moshé – el nombre de “E- heyé”, veremos algo muy interesante. El Zohar Ha´Kadosh trae que el nombre E- heyé de Ha´Kadosh Baruj Hu, representa lo que se llama “Yetziá mi´mavet le´jaim, mi´tumá le´tahará” (Salida de la muerte hacia la vida, la transición de la impureza a la pureza). ¿Por qué? Explicaremos. En la Kabaláh, existen distintas formas de cómo calcular Guematrias, cada una posee un patrón fijo y representa una profundidad distinta de la palabra en cuestión. Una de las técnicas se la llama “Shem Be´Ribuä”. ¿Qué quiere decir “Shem Be´Ribuä”? Explica el Gaon de Vilna en su libro Sifrá De´Tzniüta que lo que se hace es comenzar sumando la primera letra y luego continuar sumando las letras siguientes a medida que se suma la letra siguiente. Por ejemplo, analicemos el caso del nombre “E- heye”. El nombre se lo escribe por una letra א seguida por una letra ה seguida por una letra י y finalmente letra ה. Para calcular la Guematria del “Shem Be´Ribuä” lo que se hace es que se toma la primera letra – que en este caso es א (de Guematria 1), y se la suma con א y ה (Totalizando 7), luego se toma ese resultado y se lo suma con א y ה y י (Totalizando 23), y luego se toma ese resultado y se lo suma con א y ה y י y ה (Totalizando 44). Es decir, la Guematria aplicando el “Shem Be´Ribuä” del nombre “E- heye” es 44. ¿Qué tiene de interesante el numero 44? Lo interesante es que la Guematria de “Dam” - que significa “sangre” en hebreo, es exactamente 44. Quiere decir, en otras palabras, que cuando Moshé Rabenu vino y le preguntó a H´ sobre cual de los nombres debe revelarles a Äm Israel para que le crean que ha comenzado la redención, H´ vino y le dijo a Moshé: “Diles que la sangre los va a redimir”.
¿La sangre los va a redimir? ¿Qué tipo de respuesta es esta? Y lo más curioso de todo es que cuando Äm Israel escuchara esto, cuando Äm Israel escuchara que el nombre con el cual H´ decidió revelarse al momento de la redención es el nombre “E-heyé” - el cual representa la sangre, automáticamente iban a entender que comenzó la redención. ¡Por qué! ¿Qué esta pasando acá? ¿Qué mensaje esconde la sangre lo cual no estamos logrando ver?
Rabotay, de la misma forma que existen dos cualidades contrapuestas llamadas Din (Juicio) y Rajamim (Misericordia), así mismo existen dos materias con sus respectivos colores que representan estas dos cualidades, ¿Cuáles? La sangre y la leche. La sangre que es roja representa el “Din” (juicio), en cambio la leche que es blanca representa el “Rajamim” (misericordia). La sangre se la llama “Dam” en hebreo, y la leche se la llama “Jalav”.
Viene la Guemará en Masejet Nidáh [9] y pregunta: ¿De donde proviene la leche con la cual la madre amamanta a sus hijo? A lo que contesta la Guemará que en realidad lo que sucede en el cuerpo de la mujer es un fenómeno absolutamente sobrenatural. Dice la Guemará: “Dam neësá jalav” (La sangre se convierte en leche). ¿La sangre se convierte en leche? ¡Así es! Viene Ha´Kadosh Baruj Hu y convierte la sangre del cuerpo de la mujer, lo cual es de color rojo y representa el “Din” (juicio), en nada más y nada menos que justamente lo que representa todo lo contrario a la sangre, la convierte en leche que es blanca y representa el “Rajamim” (misericordia) que es lo opuesto al “Din”.
La sangre es el único liquido que posee la facultad de convertirse en otro liquido de un segundo al otro. Y ¿Cuándo sucede todo esto? Solamente cuando hay un parto de por medio. El único suceso de vivió Äm Israel que fue comparado con un parto es la salida de Egipto ¡La salida de Egipto fue un parto para Äm Israel! El profeta Yejezkel [16:4] dice: “u´moledotaij be´yom huledet otaj” (Y te hice nacer en aquel día del parto). En aquel día que salimos de Egipto fue el día en que nacimos como pueblo. Y al igual que todo parto viene acompañado de sangre, así mismo el parto de Äm Israel vino acompañado de sangre. Y de la misma forma que por medio del parto la sangre se convierte en leche, así mismo desde el momento en que nacimos como pueblo – todo el sufrimiento y la esclavitud que se veía rojo como el “Din” (juicio), se convirtió en algo blanco como la leche, en una etapa de misericordia pura, y es por esto que en Shavuöt comemos productos lácteos, para agradecer que toda la sangre y sufrimiento que tuvimos en Egipto fue netamente para llegar a poder vivir la etapa de misericordia blanca como la leche de cuando fuimos elegidos para recibir la preciada Toráh bajo el Har Sinay.
Nosotros decimos “Lehaguid ba´boker jasdeja, ve´emunateja ba´leilot” (Decir en las mañanas tu bondad, y hablar sobre la Fe en las noche). La noche es algo oscuro, es una instancia en donde no se ve claro lo que sucede, y esto representa aquellos momentos en nuestras vidas donde no todo esta resultando como quisiéramos, aquellos momentos donde estamos viendo una aparente oscuridad en nuestra vida, es justamente ahí donde tenemos que aferrarnos a nuestra Fe (Emunáh) y por eso dice el verso “ve´emunateja ba´leilot” ( y hablar sobre la Fe en las noche), sin embargo el día tiene luz, y ahí se ve todo claro, lo cual representa los momentos buenos en nuestra vida, aquellos momentos de misericordia, por eso decimos “Lehaguid ba´boker jasdeja” (Decir en las mañanas tu bondad). Si nos fijamos bien, la iniciales de las palabras que componen “Lehaguid ba´boker jasdeja” (Decir en las mañanas tu bondad), son ל más ב y ח, lo cual son las mismas letras que la palabra “Jalav” (leche). Y si nos fijamos bien, cuando recitamos el verso antes de Sefirat Ha´Ömer que dice “va´eëvor alaij va´erej mitboseset be´damaij, va´omar laj be´damaij jaí, va´omar laj be´damaij jai” (H´ le dice a Äm Israel: “Y pasé junto a ti, y te vi sucia en tus sangres, y cuando estabas en tus sangres te dije: En tu sangre vivirás, en tu sangre vivirás”), las iniciales de las palabras “ laj be´damaij jaí”, también son exactamente las letras que componen la palabra “Jalav” (leche).
La sangre y Egipto están absolutamente conectados. La salida de Egipto viene a mostrarnos como de una situación difícil de aflicción donde todo se ve rojo como la sangre, repentinamente todo pasa a ser blanco como la leche y la vida vuelve a ser buena. No hay persona que no tenga su propio Egipto en su vida, su propia aflicción, su propia piedra que le aprieta el zapato. Solo que debemos entender, que si H´ quiso poner a la sangre en un rol fundamental a la hora de la salida de Egipto, fue para decirnos: “Hijos míos, aguanten fuerte, no tengan miedo y no piedra la Fe, ya que esa misma sangre que estas viviendo ahora, esa misma prueba que te estas enfrentando ahora, pronto se convertirá en leche y es justamente de ahí que volverás a florecer más fuerte y más grande aun” . Eso nos dice la Toráh: “va´eëvor alaij va´erej miboseset be´damaij, va´omar laj be´damaij jaí, va´omar laj be´damaij jai” (H´ le dice a Äm Israel: “Y pasé junto a ti, y te vi sucia en tus sangres, y cuando estabas en tus sangres te dije: En tu sangre vivirás, en tu sangre vivirás”).
Shabat Shalom u´Mvoraj.