IMPORTANCIA DE RECITAR KADISH POR LOS PADRES (PARTE 2)

HALAJOT AVELUT

Después de la recitación de versos de Tehilim o el resto de los versos del Tanaj (Toráh, Neviim, Ketuvim), se recita el Kadish “Yehe Shelamá”. Y después del resto del estudio de Toráh, como por ejemplo Guemará, Midrash, Halajá y Agadá, se recita el Kadish “Äl Israel”, y antes de hacerlo es bueno recitar la Mishná que comienza diciendo “Rabi Janania ben Äkashia omer…”, y el nivel que tiene este Kadish que se recita posterior al estudio posee un nivel muy elevado, por eso es sumamente importante recitarlo con mucha intención después de un estudio de Toráh.

El Rambam [Seder Tefilot, Nusaj Ha´Kadish] escribió: “Siempre que hayan diez o más hombres de Äm Israel ocupándose del estudio de la Toráh Oral, incluso si es que son Midrashot o Agadot, cuando finalicen, uno de ellos recita Kadish”. También Rashi escribió algo parecido en su Sidur, escribiendo: “Siempre que la congregación digan versos o mishná, se debe recitar Kadish después” [Así también aparece en Sefer Ha´Pardes; Majzor Vitri; Orjot Jaim; Kol Bo; Abudraham; entre otros]. Y el Jidá [Shiuré Berajá, Yoré Deäh, siman 376] trajo que el Kadish que se recita después del estudio de Tehilim posee un nivel especial, a tal punto que puede proteger a la persona de los “Mazikim” (ángeles que poseen la misión de dañarlo).

Si es que no habían diez personas al momento en que se realizó el estudio de Toráh o al momento en que se leyó “Tehilim”, y solamente una vez que finalizó habían diez hombres de Äm Israel presentes, deben recitar “Kadish”, sin embargo es bueno que antes se diga la mihná que comienza “Rabi Jananiá ben Akashiá omer…” o que se lean tres versos [Mishná Beruráh, siman 55, seif katan 2].

Debido a la importancia y el nivel que posee el recitar “Kadish” después de un estudio de Toráh o de una lectura de Tehilim, resulta que sigue siendo una mitzváh y un gran nivel para el fallecido que se recite incluso después de hayan transcurrido doce meses desde su fallecimiento. Y el Pele Yoëtz [Kivud Av Va´Em] trae que incluso si es que una persona piensa que su padre es un “Tzadik Gamur” (persona absolutamente recta), y que no necesita que se recite “Kadish” por él ya que va a tener un placer espiritual en el mundo por venir gracias a lo que hizo en este mundo, igual así el hijo no debe abstenerse ninguno de los días de su vida de recitar “Kadish” y dar “Tzedaká” por el alma de su padre difunto, y el hijo debe imaginarse que a través de estas acciones es como si estuviera entregándole a su padre su plato preferido de comida, y que su padre lo bendecirá por aquello.

Es bueno que una persona que se encuentra dentro de los primeros 12 meses de duelo posteriores al fallecimiento de uno de sus padres, recite el Kadish que se recita cuando se finaliza la lectura de la Toráh en los días de la semana donde se saca un “Sefer Toráh”, e incluso si es que no fue él quien subió a la última lectura de la Toráh, igual así es bueno que lo diga junto con quien lo recita. Así lo escribió Maran Övadiah Yosef que la costumbre es que si es que se encuentra una persona presente dentro de los doce meses de duelo por el padre o la madre, el Kadish después de la lectura de la Toráh lo recita aquel hombre en duelo, a pesar de que no haya subido a la Toráh en lo absoluto, y así lo escribió la responsa Agutad Ezov Mi´Dibri, que el “Kadish” después de la lectura de la Toráh no necesariamente le pertenece al “Shaliaj Tzibur” o a quien sube a la Toráh, sino que esta destinado para los “Avelim” (personas en duelo). También el Guesher Ha´Jaim escribió que la persona en duelo puede recitar el “Kadish” que se recita después de la lectura de la Toráh, a pesar de que no haya subido a la Toráh.

Una persona la cual comandó a que no se recite “Kadish” por él una vez que fallezca, no se le escucha su petición y por ende se recita igual “Kadish” por él [Yabiä Omer, tomo 6, Yoré Deäh, siman 31; tomo 9, Yoré Deäh, siman 33]. El motivo de esto, trae el Jidá en nombre del Ari Ha´Kadosh, que por el hecho de que la recitación de “Kadish” no es solamente para salvar el alma del difunto de tener que ingresar al “Gueinham” – como muchos suelen pensar, sino que también para ayudarlo a ingresar a “Gan Ëden” y elevarse en su nivel dentro de “Gan Ëden”, resulta que asumimos que si es que el difunto hubiera sabido de esto entonces con seguridad no hubiera comandado que no se recite “Kadish” después de su fallecimiento, y ahora que se encuentra en el mundo de la verdad estamos seguros que si le acomoda al difunto y si desea que sus hijos reciten por él “Kadish”, dado que el efecto de cada “Kadish” por separado es que su alma se eleve más y más.

Si es que falleció la madre, y el padre no desea que el hijo recite “Kadish” porque teme de que las personas vayan a pensar y preguntarle si acaso se encuentra recitando “Kadish” porque falleció su padre, y el padre teme que al salir esto de la boca de una persona esto vaya a tener efecto y lo perjudique, por lo que conocemos que trae la Guemará [Moëd Katan 18a] que: “Berit Kerutá la´Sfataim” (Hay un pacto firmado con los labios de la persona – lo cual en el fondo viene a decir que lo que una persona saca de su boca tiene el poder de determinar la realidad), en ese caso el hijo debe escucharle al padre y no recitar “Kadish”, concentrándose en aumentar el estudio de Toráh para la elevación del alma de la madre, lo cual tal como lo veremos, el Jidá trae que es lo que más ayuda para la elevación del alma de una persona, el estudio de Toráh. De todas formas, es correcto que el hijo trate de convencer al padre a través de que hablen con él rabinos importantes y le expliquen que tiene que remover aquella preocupación de su corazón y dejar de oponerse a esto, dado que al contrario, a través de la mitzváh de “Kadish” va a aumentar sus días y sus años de forma buena y agradable. Tal como escribió el Jidá, que no es correcto andarse imaginando cosas vanas como pensar que de Jas Ve´Shalom existe un peligro cuando el hijo recita “Kadish” por uno de los padres y el otro padre aun esta vivo, tal como lo escribió el Maharil y otros grandes. Pero si es que el padre es un tipo que posee mucha imaginación y se aflige mucho por el hecho de que el hijo recita “Kadish” por la madre, entonces el hijo debe escucharlo y no recitar “Kadish” por ella, y envés ocuparse más del estudio de la Toráh para elevar el alma de la madre, dado que el estudio de la Toráh ayuda mucho más para el elevación del alma que los rezos y los “Kadishim”.

Si es que no hay ningún un huérfano presente que pueda recitar “Kadish” en el rezo, puede recitarlo alguien del publico, siempre y cuando pida permiso de sus padres para hacerlo, o que sepa que sus padres no son meticulosos respecto a ello. Pero si es que no sabe si acaso son meticulosos o no, no debe recitarlo [Rama, siman 132, seif 2]. Esto mismo aplica respecto al “Kadish” que se recita después de un estudio de Toráh, lo cual a pesar de que no fue diseñado especialmente para huérfanos, sino que solamente se le entregó a los huérfanos por el gran nivel que tiene, resulta que en caso de no haber un huérfano presente se permite que lo recite cualquier otro hombre presente, siempre y cuando no sepa que los padres son meticulosos respecto a ello.

Escribió el Rav Pelé Yoëtz: “Es una obligación recitar el Kadish como debe ser, palabra por palabra, sin tragarse palabras y letras, y con una correcta puntuación, y es importante esforzarse por entender cada una de las palabras que recita, y a través de esto va a generarle un beneficio al alma del difunto. Pero un Kadish el cual es recitado de forma apurada y sin pronunciar las palabras como debe ser, un Kadish así no genera una elevación del alma, y ojala que no genere el efecto contrario de perjudicarla, a tal punto que temo que un Kadish de este tipo envés de generar un placer para el difunto, le esta generando un daño “Jas Ve´Shalom”. Como por ejemplo una persona que envés de decir “Itgadal” dice “Itkadal” o “Itkatal”, o por ejemplo una persona que envés de decir “Itaälé” dice “Italéh” (Sin pronunciar la letra “ע”), o envés de decir “Ithalal” dice “Italal” (Sin pronunciar al letra “ה”) “Jas ve´Shalom”, por eso es muy importante estudiarse y practicar el Kadish antes de recitarlo. Otra cosa importante que trae el Pelé Yoëtz que se debe saber, es que toda persona que se encuentre recitando “Kadish”, debe tener sumo cuidado de no hablar cosas denigrantes y prohibidas con su boca, para que no se considere que esta sirviendo frente a con un utensilio impuro y denigrante, que en este caso seria su boca.

El libro Äruj Ha´Shuljan [siman 56, seif 5] escribió: “El Kadish requiere ser recitado con intención, entendiendo lo que se dice, poniendo absoluta atención a este rezo santo. Pero quien lo recita sin entender lo que esta diciendo, no crea ningún efecto con su recitación, e incluso es mejor que no hubiera recitado el Kadish en ese caso”. Es por esto que es sumamente importante que antes de que una persona comience a recitar “Kadish”, se estudie el significado de las palabras las cuales algunas se encuentran en idioma arameo y algunas en idioma hebreo.

Una persona quien falleció y no dejó en este mundo hijos o hijas, es muy adecuado que contraten a una persona apropiada para que recite “Kadish” para la elevación del alma de aquel difunto durante todo el año. En un caso como este, basta con que aquella persona que se contrató diga que todos los “Kadishim” que va a recitar durante el año son para la elevación del alma de (Fulano hijo de Fulana) y que “She´tihie nishmató tzerurá bi´tzror ha´jaim” (que su alma este unida al racimo de la vida). O también en caso de que el hijo del difunto viva en un lugar donde no se puede encontrar minian para recitar kadish cada día en el rezo como debe ser, debe contratar a otra persona para que recite Kadish por su padre en su reemplazo.

El Shut Yad Itzjak escribió que una persona la cual no posee la fuerza como para subir como “Shaliaj Tzibur” y liderar el rezo de la congregación recitando también el Kadish, puede contratar a un Talmid Jajam para que realice el rezo por él, dado que respecto a la mitzváh de “Kivud Av va´Em” después del fallecimiento de los padres, sirve tener un enviado para cumplir con la mitzváh, ya que no se considera que una “mitzváh she´be´gufó” (una mitzváh que se realiza en el cuerpo de la persona) a diferencia del caso por ejemplo de los Tefilin en el cual no se puede nombrar a un enviado para que realice al mitzváh por uno. Sin embargo todo esto es bediävad (post facto), dado que lejatejiláh (a priori) en caso de que se pueda, es bueno que el hijo mismo sea quien recite el “Kadish” dado que “Mitzváh bo yoter mi´bi´shlujó” (La mitzváh es más grande si es que la realiza la persona a que si la realiza un enviado). Pero si es que ya se ve en necesidad de nombrar a un enviado para que lo haga, escribió el Maguen Avraham que es preferible que lo contrate pagándole algo por sobre que el enviado lo haga, dado que aquel remuneración que le da al enviado para que recite Kadish también se considera dentro de la mitzváh de tzedaká, y a sus padres también les llega del beneficio de esta Tzedaká que el hijo realiza para que se recite Kadish por ellos. 

Si es que Reuven estaba actuando como “shaliaj” (enviado) y fue contratado para recitar el Kadish por el alma de un difunto durante doce meses siendo remunerado, y luego falleció el padre de Reuven, lo cual significa que ahora él tiene que decir “Kadish” por el padre, en un caso como este a pesar de que Reuven de todas formas tendría que haber recitado el “Kadish” por su padre, igual así puede continuar recitando “Kadish” con la intención de que también le sirva al alma del difunto que lo contrataron, e incluso deben seguir pagándole, dado que un “Kadish” puede servir para más de un alma y no disminuye el merito por ser dirigido a más de una persona.

Se requiere recitar el “Kadish” en voz alta, y la persona no debe ser floja o vergonzosa de recitarlo en voz baja confiándose en que el resto de las personas que se encuentran recitándolo lo harán en voz alta. E incluso si es que la persona tiene una voz baja, debe esforzarse por aumentar el volumen lo más que pueda, ya que mientras más el esfuerzo – más es el merito que se obtiene. Pero si es que la persona tiene la voz afónica y le cuesta, puede ser indulgente respecto a esto.