LEYES SOBRE CONVERSIONES II
La Guemará en Masejet Yevamot [24b] trae que solamente se recibe a un converso si es que su intención de convertirse es “Le´Shem Shamaym” (Por el bien del Cielo). Es por esto, que trae Maran Ha´Shuljan Aruj [Yoré Deäh, siman 268, seif 12] que en todo caso en el cual venga una persona de otro pueblo frente al “Bet Din” y pida que se lo acepte dentro de la congregación de Äm Israel, aquel “Bet Din”, o su enviado, deben hacer una “Derishá Ve´Jakirá” (Investigación) como debe ser. Después de haber realizado la investigación como debe ser, la única opción por la cual el “Bet Din” podría aceptar a una persona de otro pueblo, seria si es que están convencidos que el deseo del converso de ingresar bajo las alas de la Shejiná e ingresar al pacto de Äm Israel es absolutamente real y genuino, y que de verdad desea cuidar la Toráh y las mitzvot para trabajar a H´.
Sin embargo, existen casos en los cuales el “Bet Din” logra identificar que el propósito de la conversión no es “Le´Shem Shamaym” (Por el bien del Cielo), y en todo caso como este donde el “Bet Din” logre identificar que existe algún motivo secundario el cual se encuentra impulsando la conversión de la persona, deben desplazarlo y no aceptarlo, cómo por ejemplo cuando esta claro que el motivo de la conversión es para poder casarse con alguien de Äm Israel, o por algún motivo de obtener un beneficio económico, o por algún motivo de aceptación, etc [Shuljan Aruj, ahí]. También por ejemplo si es que se trata de un caso de alguien que desea subir a la tierra de Israel para vivir ahí, y por ende desea convertirse para tener este merito, o también un caso de una persona de Äm Israel la cual se asimiló y se casó con alguien que no es de Äm Israel, y ahora desea convertir a su pareja para que haya una religión homogénea en la familia, pero su pareja en realidad no tiene ningún tipo de interés genuino de ingresar en el pacto de Äm Israel y recibir sobre él el yugo de la Toráh y las mitzvot, sobre todo si es que la persona dentro de la pareja que si pertenece a Äm Israel no cuida la Toráh y las mitzvot, lo cual obviamente demuestra que quien se esta convirtiendo no tiene ningún tipo de interés de cuidar la Toráh y las mitzvot, en todos estos casos claramente que no se puede aceptar la conversión [Shut Bet Sheärim, Yoré Deäh, siman 361].
Halajicamente, si es que viene una persona de otro pueblo y se quiere convertir, y se investigó y consultó todo lo que se necesitaba y nos encontramos con que sus acciones están alineadas con lo que predica y de verdad se trata de una persona que desea recibir sobre él el yugo de la Toráh y las mitzvot sin ningún tipo de excepción, en ese caso a pesar de que aquel persona no se sepa todas las mitzvot, halajicamente se lo puede recibir y convertir, incluso si es que nunca se condujo como un yehudí antes. De todas formas, en la practica se acostumbra solamente recibir un converso después de que haya vivido y se haya conducido como un yehudí durante una etapa de su vida, sabiendo las mitzvot principales, sabiendo como leer hebreo, bendecir, y cómo rezar, y respecto a la mujer se es meticuloso que antes de convertirla ella se vista de forma recatada como una mujer que cuida la Toráh y las mitzvot, dado que de no ser así no hay forma que el “Bet Din” sepa si acaso él o ella de verdad saben lo que involucra ingresar en el pacto de Äm Israel y si acaso están preparados para recibir sobre ellos la Toráh y las mitzvot. Otra cosa que también se verifica, es si acaso el converso vive en un barrio o cercano a un barrio de personas que cuidan la Toráh y las mitzvot, para que así también se este seguro que tiene acceso a conseguir comestibles que son kasher, y le sea fácil el poder cuidar la Toráh y las mitzvot en el lugar donde se encuentra. También se revisa que la persona conversa tenga algún tipo de relación con alguna familia que cuida Toráh y mitzvot, y así poder averiguar con ellos si acaso están convencidos que aquel converso es alguien real y genuino en su decisión de convertirse o no.
Una vez que el “Bet Din” corroboró y esta convencido que la persona que desea convertirse posee alineadas sus acciones con lo que predica, y se ve que posee un interés real de apegarse Al Creador y a su Toráh e ingresar en el pacto de Äm Israel, proceden los Dayanim a notificarle cual es la principal Fe que posee Äm Israel, lo cual es “Ijud H´” (saber que H´ Es Único), y que no existe otra fuerza la cual opere por sí sola haciéndolo fuera de la jurisdicción de H´ Itbaraj, enseñándole también la gravedad que existe en cometer idolatría, y se habla con él o ella extensamente sobre estos elementos del judaísmo, tal como lo trae Maran Ha´Shuljan Aruj [Yoré Deäh, siman 268, seif 2]. Y a pesar de que no se requiere que sepa todos los detalles de las mitzvot antes de la conversión, de todas formas se le enseña un poco de las mitzvot más simples, como por ejemplo “Leket”, “Shijejá” y “Peáh”, o mitzvot que solamente se encuentran dentro de las mitzvot “Äsé” (positivas) o “Lo Taäséh” (negativas), tal como lo trae el Rambam [Hiljot Teshuváh, capitulo 1, halajá 2], y un poco de las mitzvot más severas, como por ejemplo la gravedad de la profanación de Shabat, lo cual su castigo es “Sekiláh”, y ciertas comidas prohibidas que su prohibición involucra “Karet” (corte espiritual), como por ejemplo al comer “jelev” (grasa prohibida).
Después de que se le hizo saber todo lo anterior, antes de que se proceda con la conversión, el converso debe decir frente al “Bet Din” que esta dispuesto a recibir sobre él de forma absoluta toda la Toráh junto con todas las mitzvot que involucra la Toráh, recibiendo sobre él tanto las mitzvot de la Toráh, como también las mitzvot rabínicas y las costumbres de Äm Israel, afirmando que cree en que H´ es Único y en la Fé de Äm Israel, y también debe afirmar que esta dispuesto a recibir las mitzvot que aun no las conoce y aun no sabe de su existencia, parecido a lo hizo Äm Israel en el monte de Sinai cuando dijeron “Naäsé Ve´Nishmä” (haremos y luego escucharemos), afirmando que esta dispuesto a recibir sobre él todas aquellas mitzvot que conocerá en el futuro [Teshuvot Ve´Hanhagot, tomo 2, siman 515]. Sin embargo, si es que esta claro que el converso esta afirmando todo esto por el simple hecho de que le enseñaron a que actúe de esta forma, o si es que dice toda la versión que tiene que contestar haciéndolo como un loro, contestando como si todo fuera parte de un acto, haciéndolo solamente de la boca hacia afuera, y esta claro que no posee la intención de recibir sobre él el yugo de la Toráh y de las mitzvot, de tal forma que esta prácticamente claro que continuará comiendo las comidas prohibidas que venía comiendo desde antes y que va a profanar el Shabat, en ese caso aquel “recepción” de mitzvot no se considera como una recepción de mitzvot en lo absoluto, y por ende la conversión estaría absolutamente invalidada [Shut Minjat Itzjak, tomo 6, siman 107; Carta la cual fue firmada por todas las grandes autoridades halajicas de la generación, entre ellos el Gaon Rav Yosef Shelomo Eliashiv, y el Rav Shmuel Vozner]. Otra cosa importante que hay que saber, es lo que trae la Guemará en Masejet Bejorot [30b] que en caso de que el converso acepte sobre él todas las mitzvot exceptuando una mitzváh, incluso si es que aquella mitzváh que no quiso aceptar sobre él se trata de una mitzváh rabínica, no se le acepta la conversión dado que se considera una falencia en su “Kabalat Ha´Mitzvot” (recepción de mitzvot) [Rambam, Isuré Biah, capitulo 14, halajá 8].
A diferencia de cómo algunos piensan de forma errónea, es importante saber que la opinión de todas las autoridades halajicas sobre las cuales se rige el esquema halajico, es que el recibiendo real y genuino del yugo de las mitzvot es algo imprescindible para que la conversión sea valida, es decir, de la misma forma que una conversión no es valida sin una sumersión en la mikveh, así mismo una conversión no es valida sin un recibimiento real y genuino de la Toráh y las mitzvot, lógicamente incluyendo también su practica, por ende, esta claro que si es que el converso no tuvo la intención real de recibir sobre sí mismo el yugo de la Toráh y las mitzvot, y de practicarlo al pie de la letra tal como la halajá lo exige, lo cual muchas veces se lo puede notar por su personalidad, su forma de caminar, sus amigos, el lugar donde vive, su naturaleza, su vestimenta, etc, en ese caso la conversión de aquel persona es totalmente invalida, y no tiene ningún tipo de validez halajica [Shut Jemdat Shelomó, siman 29; Shut Ha´Raanaj, siman 92; Shut Bet Itzjak, Yoré Deäh, siman 100; Igrot Moshé, Yoré Deäh, siman 160; Shut Minjat Itzjak, ahí].
Desgraciadamente, hay entidades gubernamentales en la tierra de Israel quienes están a cargo de las conversiones y aceptan en sus procesos de conversión a personas quienes posterior a la conversión continúan viviendo como personas 100% seculares quienes no cuidan Toráh y mitzvot, lo cual claramente no se considera “haber recibido el yugo de la Toráh y las mitzvot”, y lo peor de todo es que obligan a los “Bate Dinim” que están a cargo de los matrimonios a que reconozcan este tipo de conversión y los consideren como yehudim sin investigar nada sobre ellos, para que no lleguen a la verdad del caso, lo cual desgraciadamente causa que se atente en contra de la santidad de Äm Israel, y se generen casos de asimilación, ya que esas conversiones no son validas.
Sin embargo, en caso de que la conversión sea real y genuina, entonces una vez que el converso haya recibido sobre él el yugo de la Toráh y las mitzvot, el “Bet Din” se debe apresurar en llevar a cabo todo el proceso de conversión, dado que “Shiave mitzvot lo mashinan” (No se desplazan las mitzvot) [Yevamot 47b; Shuljan Aruj, seif 2], por lo que se procede a realizarle al converso el “Berit Miláh” haciendolo con la intención de conversión [Shut Maharam Shik, Oraj Jaim, siman 144].
Sin embargo, si es que el converso ya tenia un “Berit Miláh” desde antes, como por ejemplo si es que se realizó una circuncisión cuando era joven, o si es que se convirtió en un “Bet Din” el cual no es valido para recibir conversos, o si es que recayó alguna duda sobre la validez de su conversión anterior, y ahora se somete a una conversión adicional, lo cual se lo llama “Guir Le´Jumrá” (conversión por severidad), en ese caso lo que se hace es algo que se llama “Hatafat Dam Berit”, lo cual consiste en sacar una gota de sangre de lugar donde se le realizó el Berit Miláh [Shuljan Aruj, Yoré Deäh, siman 268 seif 1], sin embargo no se recita una bendición al hacerlo, dado que existe la duda si es que acaso se requiere realizar la “Hatafat Dam Berit”, y además por el hecho de que nuestros sabios no establecieron ningún tipo de bendición para la “Hatafat Dam Berit”.
Las autoridades halajicas divergieron respecto a cual es el lugar exacto donde se debe realizar la “Hatafat Dam Berit” [Shut Avné Nezer, Yoré Deäh, siman 334; Jazon Ish, Yoré Deäh, siman 154, seif 3], y es por esto que se acostumbra sacar una gota de sangre de dos lugares distintos, para cumplir según todas las opiniones, y se acostumbra pedir perdón del converso por la sacada de sangre adicional que se realiza, dado que en caso de no ser necesaria para la mitzváh entonces técnicamente estaría dañando a su compañero.
Mañana B”H veremos la tercer y ultima parte de las leyes sobre conversión, incluyendo las leyes de la sumersión en la mikvéh y la presencia de Dayanim que debe haber en las distintas etapas de la conversión.