SENTARSE SOBRE UN ASIENTO DONDE HAY UN LIBRO SANTO
Trae la Guemará en Menajot [32b] que Rabi Yojanan permite sentarse sobre una cama donde hay un Sefer Toráh apoyado, y así lo decretó para la halajá Tosafot [ahí], escribiendo que respecto al resto de los libros santos que no son un Sefer Toráh, según todas las opiniones se puede sentar sobre el lugar donde se encuentran apoyados. Sin embargo, la Guemará en Moëd Katan [25] trae lo siguiente: “Dijo Rabi Tajlifa: Yo vi como Rav Huna quiso sentarse sobre una cama donde había apoyado un Sefer Toráh, por lo que apoyó un utensilio en el piso y puso el Sefer Toráh sobre él. Vemos de acá que opina que esta prohibido sentarse sobre una cama que posee un Sefer Toráh apoyado sobre ella.”, hasta aquí las palabras de la Guemará. Y así lo decretó para la halajá el Rambam, el Tur, y Maran Ha´Shuljan Aruj [Yoré Deäh, siman 282, seif 7] quien escribió que esta prohibido sentarse sobre una cama que posee un “Sefer Toráh” apoyado sobre ella. Y el Rama escribió ahí que esto también aplica respecto al resto de los libros santos, siendo su fuente de Rav Manoaj que lo trae Maran Ha´Bet Yosef. Sin embargo, trae el Shaj [seif katan 9] que Rav Manoaj prohíbe solamente en tiempos que no son de estudio de Bet Ha´Midrash, pero si es que se trata del tiempo de estudio de Bet Ha´Midrash y hay poco espacio en el lugar para los alumnos, en ese caso estaría permitido sentarse en un asiento donde también hay apoyado un libro santo, y que así se conducía Rabenu Meshulam, pero en lugares donde no se consideran Bet Ha´Midrash, era meticuloso de que el libro santo este apoyado sobre otra cosa y no directamente sobre el asiento donde él estaba sentado. Por otro lado, Maran Ha´Bet Yosef y el Shaj trajeron también la opinión del Orjot Jaim, quien escribió que incluso en un caso como este se debe ser severo, para que no se vea como un menosprecio de los libros.
Vemos de acá que incluso los que opinaron de forma indulgente, solamente permitieron sentarse sobre el mismo asiento que hay un libro santo apoyado cuando existe falta de espacio en el Bet Ha´Midrash y en momentos que todos están estudiando, pero de no ser así entonces prohibieron hacerlo. Y con mayor razón según el Orjot Jaim, que tal como vimos escribió que incluso en un caso como este se debe ser severo, para que no se vea como un menosprecio de los libros.
El libro Kobetz Netivot Ha´Mishpat [tomo 47, pagina 364] trae en nombre del Gaon Rav Shelomó Zalman Auerbaj que en el caso de que la persona se encuentre estudiando del libro que se encuentra sobre el asiento, si se permite sentarse sobre el mismo asiento que el libro se encuentra apoyado, lo cual es una novedad. Por ende, solamente en un caso en el cual la persona se encuentra estudiando del libro que se encuentra apoyado sobre el asiento donde se encuentra sentado es que se puede ser indulgente y permitirlo, pero en caso de que no sea así, no se debe sentar sobre el mismo asiento donde se encuentra apoyado un libro santo, sino que debe ponerlo sobre la mesa o sobre la librería, a menos de que se trate de un caso de “Dojak Bet Ha´Midrash” (falta de espacio en el Bet Ha´Midrash en horas de estudio), que en ese caso se puede ser indulgente confiándose en la opinión de Rav Manoaj quien lo permitió en un caso como este, y también sumando la opinión de Tosafot quienes opinaron como Rabi Yojanan de forma absolutamente indulgente – permitiendo sentarse sobre el mismo asiento que se encuentra apoyado un libro santo, a pesar de que no fue decretado para la halajá.
EN RESUMEN
Esta prohibido sentarse sobre el mismo asiento que se encuentra apoyado un libro santo, a menos de que la persona se encuentre estudiando de ese libro, que en ese caso se puede ser indulgente y permitirle sentarse en el mismo asiento. O también, en caso de que exista “Dojak Bet Ha´Midrash” (falta de espacio en el Bet Ha´Midrash en horas de estudio), se puede ser indulgente y permitir sentarse sobre el mismo asiento que se encuentra apoyado un libro santo