Un hombre le pidió a su amigo que atestigüe a su favor para que no pierda dinero, ¿Esta obligado en atestiguar?
Un hombre le pidió a su amigo que atestigüe a su favor para que no pierda dinero, ¿Esta obligado en atestiguar?
Llegó un caso al Bet Din de Borerut “Shalom ve´Emet” sobre un hombre llamado Yonatán quien llevaba rezando por unos cuantos años en una Sinagoga del sur de Israel donde él vivía, y resulta que decidió que como donación para el Yhortzait de su padre de aquel año, iba a comprar una Toráh Mehuderet y la pondría en la Sinagoga para que se leyera de ahí la Parashá de Rosh Jodesh, y así el Gabay no tenga que buscar cada vez la Parashá de Rosh Jodesh en el libro de la Parashá de la semana.
Cuento corto, pasaron dos años que se venia utilizando su Sefer Toráh para la lectura de Rosh Jodesh, y resulta que su hijo lo llamó preguntándole si por favor le podía prestar el Sefer Toráh que había donado para el Yhortzait de su abuelo, ya que quería prestarlo a la Sinagoga donde él vive y reza, que era en otra ciudad, y resulta que no tenían Sefer Toráh, tenían que todos los días ir y cargar el Sefer Toráh de una Sinagoga cercana y lógicamente esto no es correcto y hacerlo de forma fija puede incluso atentar en contra del honor del Sefer Toráh. El padre, al escuchar esto, lógicamente aceptó, era mucho más importante que su Sefer Toráh vaya a una Sinagoga donde no haya en lo absoluto un Sefer Toráh a que se encuentre en una Sinagoga donde ya hay un Sefer Toráh. Por ende, ¿Qué hizo? Fue a hablar con el Gabay de la Sinagoga explicándole la situación y haciéndole saber que quería por favor de vuelta el Sefer Toráh para llevarlo a la ciudad donde vivía su hijo, ya que allá era mucho más necesario aquel libro.
El Gabay al escuchar esto, inmediatamente se negó a la petición. Le dijo al hombre que el Sefer Toráh había sido donado a la Sinagoga y que ahora él no podía llevárselo ya que había pasado a ser propiedad de la Sinagoga. Yonatán impactado de la reacción del Gabay, le dijo “¿De qué estas hablando? ¿Acaso no te acuerdas que te dije explícitamente que el libro lo estoy prestando a la Sinagoga solamente, pero que sigue perteneciéndome a mi? ¡Al igual que todo el mundo lo hace en todas las Sinagogas!”. Sin embargo, el Gabay le contestó que él no se acuerda de que haya dicho eso, y además no había nada escrito en ningún lado que el libro fue “prestado” y no donado de forma absoluta a la Sinagoga.
La discusión continuó y continuó hasta que los humos comenzaron a subirse y decidieron que iban a llevar el caso a un Bet Din para que se decida qué es lo correcto. Yonatan, sabia que iba a necesitar un testigo, por lo que automáticamente se dirigió donde un amigo suyo quien fue quien lo ayudo a comprar el libro y estuvo presente con él cuando ingresaron el Sefer a la Sinagoga y también cuando le dijo al Gabay que el libro era solamente prestado y no donado, y le pidió a este amigo que venga con él al Bet Din como su testigo de que se le había dicho al Gabay de forma explicita que el libro era solamente prestado y no donado. Sin embargo, para la sorpresa de Yonatan, el amigo no se vio muy favorable a hacerlo, y le dijo que prefería mantenerse fuera del asunto ya que él le interesaba seguir yendo a esa Sinagoga y no quería que el Gabay vaya a agarrarle mala por haber atestiguado en contra de él (Dado que sabemos que la halajá establece que al momento del Bet Din, deben estar todos presentes, tanto los involucrados como los testigos), por ende lo sentía mucho pero él no iba a poder actuar como testigo a favor suyo esta vez a pesar de que efectivamente él escucho de forma explicita que se le dijo al Gabay que el libro era solamente prestado y no regalado. Imagínense al pobre Yonatan, no podía creer lo que estaba escuchando.
La pregunta que deseamos analizar hoy es: ¿Acaso puede el amigo de Yonatán abstenerse de atestiguar a favor de Yonatás, a sabiendas que esto puede generarle una perdida monetaria no menor, tal como lo es el valor de un Sefer Toráh que ronda mínimo por los $40.000 USD? Explicaremos BH.
La Toráh nos dice en el libro de Vaykrá [5:1]: “Ve´hu ëd o raáh o yadä, im lo yaguid ve´nasá ävonó” (Si una persona vio algo incorrecto y posee las condiciones para atestiguar a favor de su compañero, e igual así no dice nada, al final cargará con aquel pecado). De aquí aprenden nuestros sabios, y así fue decretado para la halajá por Maran Shuljan Aruj [Joshen Mishpat, siman 28, seif 1], que si es que una persona puede atestiguar en un caso monetario, tiene que hacerlo, y si es que el Bet Din lo citó para atestiguar y él se niega a hacerlo, automáticamente pasa por esta prohibición de la Toráh de “im lo yaguid ve´nasá ävonó” (si no dice nada, al final cargará con aquel pecado).
Sin embargo, nuestros sabios Rishonim divergieron de opinión respecto a si acaso el atestiguar a favor de mi amigo es una “Jová Mamonit” (Obligación monetaria) o si acaso es “Mitzváh lesayeä mi´tzad Guemilut Jasadim” (Una mitzváh el ayudar por bondad), como en el caso de la mitzváh de “Hashavat Ävedá” (Devolver algo que se le extravió a mi prójimo). Maran Ha´Bet Yosef [siman 28] decretó para la halajá que la obligación de atestiguar no es una “Jová Mamonit” (Obligación monetaria), sino que es como la mitzváh de “Hashavat Ävedá”, lo cual significa que se aplica la ley de “Ävedató ve´ävedat javeró (Cuando hay un caso donde la persona tiene que elegir si salvar algo suyo que se le extravió o algo que se le extravió al amigo) – Ävedató kodemet le´ ävedat javeró” (La perdida personal de la persona viene antes que la perdida del prójimo, y por ende puede darle preferencia a su perdida en caso no poder salvar ambos), lo cual fue decretado para la halajá por Maran Shuljan Aruj [Joshen Mishpat, siman 264, seif 1]. ¿Qué quiere decir esto? Que también cuando atestiguar por algo significa incurrir en una perdida personal para que mi amigo no pierda, la halajá establece que no estoy obligado en atestiguar, ya que no estoy obligado en incurrir en una perdida para evitar la perdida de mi amigo.
El Dayan quien analizó este caso, se dio cuenta que efectivamente se le iba a generar un daño no menor al amigo de Yonatán en caso de que atestiguara y genere una relación de guerra con el Gabay de la Sinagoga donde él reza todos los días y también el resto de su familia. Por lo que se decretó que el amigo no está obligado en atestiguar.