PIRKÉ AVOT - CAPITULO 2 : MISHNÁ 1 (PARTE 1)

PIRKÉ AVOT - CAPITULO 2 : MISHNÁ 1 (PARTE 1)

CAPITULO 2 : MISHNÁ 1 (PARTE 1)

Rabi Omer (Rabi dice): Ezohi derej yeshará she´yaävor lo ha´adam? (¿Cuál es el camino recto al cual debe apegarse la persona?) Kol she´hi tiferet le´öseáh ve´tiferet lo min ha´adam (Todo el que es bueno para quien lo esta haciendo, y también bueno para el resto de la gente). Ve´heve zahir be´mitzváh kalá ke´bajamurá (y se cuidadoso de una mitzváh leve como una severa), she´en ata yodea matan sejaran shel mitzvot (Dado que no sabes cual es la recompensa que tiene cada mitzváh). Ve´heve mejashev hefsed mitzváh ke´negued sejará (y preocúpate de calcular la perdida de una mitzváh contra su ganancia). Ve´Histakel bi´sheloshá devarim ve´i ata ba lidé äverá (Y mira tres cosas y no vas a caer en el pecado): Dä ma´lemaäla mimjá (Ten en cuenta lo que hay sobre Ti), Äyin roá (un ojo que esta viendo), ve´ozen shomät (y una oreja oyendo) ve´jol maäseja ba´sefer nijtavim (y todas tus acciones se encuentran escritas en el libro de las escrituras).

Rabi Omer (Rabi dice): - Aquí se esta refiriendo a Rabi Yehudá Ha´Nasí, quien ordenó toda la mishnáh, y que gracias a su grandeza en la Toráh, y lo despegado que estaba de las cosas mundanas a pesar de ser un príncipe a quien no le faltaban riquezas, se lo llamaba “Rabenu Ha´Kadosh” (Rabenu el santo).

Ezo´hi derej yeshará she´yaävor lo ha´adam? (¿Cuál es el camino recto al cual debe apegarse la persona?) Acá se esta hablando del camino correcto y adecuado al cual debemos aferrarnos al momento de dar y brindar al resto de las personas. Dado que existen personas, que es tanto lo que entregan al resto, que la final no les queda nada para ellos mismos, y por otro lado existen personas que se van al extremo contrario, es decir, se preocupan de sí mismos y de nadie más. Ambos de estos caminos, son caminos absolutamente erróneos y desviados, por ende ¿Cual es realmente el camino en el debiéramos preocuparnos caminar sobre este mundo?

Kol she´hi tiferet le´öseáh ve´tiferet lo min ha´adam (Todo el que es bueno para quien lo esta haciendo, y también bueno para el resto de la gente) Es decir, todo camino el cual sea bueno para la persona la cual anda por aquel camino – “Tiferet le´öseáh” – siendo un camino el cual le es cómodo y bueno para él, y que también es “tiferet lo min ha´adam”, es decir, es cómodo y bueno para el resto de la personas. Este análisis, es el que todos nosotros debemos hacer antes de realizar una acción en nuestra vida, ya que muchas veces hacemos cosas que para nosotros son buenas pero perjudican al resto, y otras veces hacemos cosas que son buenas para el resto pero nos perjudican a nosotros, como por ejemplo, si una persona va y se salta una fila de autos o una fila del supermercado, ingresándose entre los primeros puestos, claramente es algo bueno para él, dado que se ahorró el tiempo de tener que hacer toda la fila, sin embargo, claramente es algo malo para el resto de la gente que se encuentra en la fila, ya que ahora van a tener que esperar más tiempo que antes gracias a que esta persona se saltó la fila. Por ende cuando analizamos estos dos factores, si acaso la acción que vamos a realizar no solamente es buena para nosotros, sino que también para el resto, o viceversa, es ahí que llegamos a la conclusión correcta y no realizamos acciones como la que nombramos anteriormente de saltarse una fila la cual claramente esta mal.

Y cuando se trata de cualidades personales, el camino correcto que debe toda persona buscar, es el camino intermedio y equilibrado. Tal como escribió el Rambam [Hiljot Deöt, capitulo 1, halajá 4] que la medida perfecta en cada cualidad es la intermedia. De tal forma que cada cosa y cosa que la persona tenga en su vida, siempre debe estar en el medio con la misma distancia a cada uno de los limites, no estando más cerca ni para uno ni para el otro.

Es por esto que nuestros sabios Rishonim nos comandaron a que toda persona siempre mida sus cualidades, de tal forma que las pueda aproximar y ajustar al camino intermedio, y así se encuentre completo corporalmente. ¿Cuál es la forma correcta de hacerlo? No debemos ser personas que se enojan fácil, pero tampoco debemos ser como unos muertos que no sienten nada, sino que debemos ser intermedio, de tal forma que solamente nos enojemos por algo grande que amerite enojarse con el fin de que no se vuelva a hacer otra vez. También no debemos caer en deseos por cosas que el cuerpo no las necesita, sino que debemos comer cosas que el cuerpo necesita y no se puede vivir sin ellas, tal como esta escrito en Mishlé [13:25]: “Tzadik ojel le´sovä nafshó” (El Tzadik come para saciar su cuerpo). Y no debemos ocuparnos demasiado de nuestros negocios, sino que lo suficiente como para suplir lo que necesitamos para vivir, tal como esta escrito en Tehilim [37:16]: “Tov meät la´Tzadik” (Para el Tzadik es bueno un poco) [A menos de que la persona trabaje más con el único motivo de hacer más Tzedaká, que en ese caso Rav Zamin Cohen me dijo que se considera “Ösek bi´dvar mitzváh”, es decir, que cada momento que se encuentra ocupándose de su trabajo se considera como si estuviera haciendo una mitzváh]. Y tampoco debemos ser demasiado tacaños, pero tampoco demasiado generosos repartiendo todo nuestro dinero, sino que debemos entregar tzedaká de acuerdo a nuestro poder adquisitivo y prestar dinero como debe ser. Y no debemos ser demasiado risueños, ni tampoco depresivos, sino que debemos estar alegre todos los días de nuestra vida con paz y con buena cara hacia todos. Y así mismo respecto a todo el resto de las cualidades la persona, debemos siempre buscar el intermedio. Y el Rambam finaliza ahí escribiendo: “Kol Adam she´deötav deöt beinoniot memutzaöt – nikrá jajam” (Toda persona la cual tenga cualidades intermedias y equilibradas – se lo considera un sabio).

Si nos fijamos bien, no por nada Rabi Yehudáh utilizó la palabra “Tiferet”, sino que en realidad estaba haciendo insinuación a la Sefirá de Tiferet que existe en la Kabaláh, al igual que encontramos otros cuantos lugares en la Mishnáh y el Talmud donde esta insinuado lo que se llama “Torat Ha´Sod”. Y lo peculiar de esta Sefirá, es que a diferencia de la Sefirá de Jesed que esta absolutamente inclinada hacia el extremo de entregar y entregar con bondad sin limite, y a diferencia de la Sefirá de Guevurá que esta absolutamente inclinada hacia el extremo de la justicia, la Sefirá de Tiferet se encuentra a un nivel intermedio representando el equilibrio entre ambos, para enseñarnos el Tana que cada uno de nosotros debe aspirar a llegar a tener una actitud con el resto de “Tiferet”, la cual es el equilibrio entre el “Jesed” (bondad) y la Guevurá (Juicio).

 

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