Seguláh para encontrar pareja al limpiar una Sinagoga
Un hombre pidió informalmente del limpiador de la Sinagoga que lo deje limpiar un par de días, ¿Puede el limpiador cobrar por aquellos días donde él no limpió de verdad?
Existen algunas personas que por algún motivo escucharon sobre una seguláh para poder encontrar la pareja de uno o de familiar lo cual consiste en limpiar una Sinagoga, sin embargo averiguando me encontré con que no existe una fuente para esta seguláh, incluso el Gaon Rav Ben Tzion Mutzafi cuando se le preguntó sobre esto trajo en su Shut Doresh Tzion: “Seguláh lo shamäti, mitzváh shamäti” (No escuche por ningún lado que existe una seguláh en limpiar la Sinagoga, pero si escuche que existe una mitzváh en hacerlo).
De todas formas, la historia que vamos a traer es sobre un hombre quien si creía en esta seguláh, y resulta que un día dentro de su desesperación por encontrar un shiduj para su hija, escuchó sobre esta seguláh e inmediatamente se dirigió donde el limpiador de la Sinagoga donde el rezaba, quien todos los días llegaba en la noche después de Ärvit para limpiar la Sinagoga y dejarla impecable para el día siguiente, lógicamente recibiendo un pago fijo por cada vez que limpiaba la Sinagoga. Este hombre se acercó donde el limpiador y le contó de esta seguláh, pidiéndole por favor que lo deje limpiar la Sinagoga durante tres días seguidos. Al escuchar esto, el hombre encargado de la limpieza de la Sinagoga aceptó con gran gusto sin pensarlo dos veces. Se dijo a si mismo, por un lado va a logar ayudar a un yehudí para que pueda ayudar a su hija a encontrar shiduj, y por otro lado él tiene que trabajar menos, es decir, era una situación win-win.
Así fue, durante tres días este hombre llegaba a limpiar y abrillantar toda la Sinagoga, y el hombre quien era el limpiador fijo se sentaba en una banca con una mesa y un libro y se dedicaba solamente a supervisar y decirle que partes son importantes limpiar, mientras que cada cierto tiempo aprovechaba de estudiar un poco de Toráh. Así se mantuvieron tres días seguidos, el hombre limpiaba la Sinagoga y el limpiador original se sentaba a supervisar de que todo se hiciera bien e incluso alcanzaba a estudiar Toráh mientras el hombre limpiaba.
Culminaron los tres días, y el hombre quien estaba encargado de limpiar la Sinagoga originalmente vuelve a su casa con una sonrisa de oreja a oreja a contarle a su mujer la buena suerte que la había mandado H´ al mandarle un hombre para que limpiara la Sinagoga tres días seguidos como seguláh para que su hija encuentre shiduj, y él por mientras solamente supervisó y estudió Toráh B”H. Sin embargo, al escuchar esto no se puso muy contenta, sino que al revés, se mantuvo seria y le dijo: “Entiendo. Pero yo creo que eso significa que ahora no vas a poder cobrar cómo si hubieras limpiado tu la Sinagoga durante esos tres días, ya que no fuiste tu quien la limpió”. Al escuchar esto, al hombre le entró la duda, por lo que procedió a hacer la pregunta si acaso puede cobrar ese trabajo de limpieza o no, y la respuesta es la siguiente:
Si vamos a pensar que de la acción del limpiador original se acabó al momento en que llegó este yehudí a limpiar la Sinagoga, estamos equivocados, dado que incluso si es que este yehudí limpiaba la Sinagoga, igual así el limpiador original tenia que supervisar que todo fuera hecho correcto y de la mejor forma posible, ya que aun recae sobre él la responsabilidad de que la Sinagoga se vea impecable al día siguiente, independiente si es que él la limpia con sus manos o no, por eso si nos fijamos bien él igual así llegó a la Sinagoga durante los tres días y se sentó a supervisar que todo fuera hecho como debe ser, independientemente si tuvo un tiempo para estudiar sin afectar el resultado de la limpieza.
Esto es parecido a lo que escribió el Rambam en Hiljot Sejirut [capitulo 9, halajá 9-10] trayendo lo siguiente: “Quien contrató a un trabajador para que riegue su campo, y vino el rio y regó todo el campo – debe pagarle al trabajador todo el sueldo que le prometió, dado que “Min Ha´Shamayim nistayeä” (Del Cielo lo ayudaron)”. Es decir, si es que el rio vino y regó el campo, el dueño del campo debe pagarle todo el sueldo al trabajador que había contratado para regar, dado que Del Cielo le ayudaron al trabajador. La pregunta es ¿Acaso esto aplica incluso si es que el trabajador no hizo absolutamente nada? Explica el Maguid Mishneh en nombre del Rashba que toda esta halajá que trajo el Rambam aquí hace referencia a un caso en el cual el rio subió un poco su nivel, sin aun poder entrar a regar el campo, y el trabajador fue y abrió una válvula que había hacia el rio causando que el agua entre y riegue el campo, ahorrándose el trabajo de tener que ir al rio cada vez a sacar agua de forma manual para regar todo el campo, por ende, técnicamente el campo se regó gracias a que el trabajador fue y abrió la válvula del campo para que ingrese el agua, y en consecuencia recibe todo el sueldo por ello, y el hecho que haya podido hacer el trabajo con mayor facilidad – ¡Del Cielo lo ayudaron! Por ende, volviendo a nuestro caso, lo mismo decimos en el caso del limpiador de la Sinagoga, que Del Cielo lo ayudaron a completar su trabajo con mayor facilidad.
EN RESUMEN
El limpiador de la Sinagoga puede recibir todo el pago de los tres días.