PIRKÉ AVOT - CAPITULO 1 : MISHNÁ 6 (PARTE 2)

PIRKÉ AVOT - CAPITULO 1 : MISHNÁ 6 (PARTE 2)

PIRKÉ AVOT - CAPITULO 1 : MISHNÁ 6 (PARTE 2)

U´kné lejá javer  (y cómprate un amigo)Esta parte de la mishnáh es algo lo cual probablemente todos se preguntan: ¿Cómo puede ser que la mishná nos este aconsejando comprarme un amigo? ¿Acaso lo que nos están diciendo en otras palabras es que tenemos que ir donde una persona que deseamos que sea nuestro amigo y decirle “Hola, por favor toma estos doce cheques, te estoy pagando para que seas mi amigo durante un año”? La respuesta rabotay, es claramente que no, es prácticamente imposible que la mishnáh nos este recomendando algo lo cual es absolutamente extraño frente a los ojos de cualquier persona. No nos olvidemos que el tratado de Avot en la mishná, viene a tratar sobre temas éticos, temas que normalmente poseen mucho sentido común.

Por ende, ¿Qué es lo que nos está diciendo la mishnáh con este consejo de “kné lejá javer” (cómprate un amigo)? Toda persona la cual ya posee unos cuantos años de experiencia de vida, puede atestiguar que los reales amigos que llega a tener una persona en su vida son contados con los dedos de una mano. Conocidos pueden haber muchos, gente para pasarla bien pueden haber muchos, pero amigos de verdad, amigos los cuales son personas que nos aportan en nuestra vida y nos hace bien compartir nuestro día a día con ellos, aquellos amigos que cuando hacemos algo que no esta bien van a ser suficientemente sinceros y van a venir y decirnos en la cara que nos equivocamos – ayudándonos a ser mejores personas y progresar en la vida, amigos de este tipo no se conocen muchos durante la vida de una persona. Por ende, cuando viene la mishná y nos dice “kné lejá javer” (cómprate un amigo), lo que nos esta diciendo en otras palabras es que debemos estar dispuestos a incurrir en costos monetarios con tal de mantener este tipo de amigo cerca. Por ejemplo, supongamos una pareja de muy buenos amigos los cuales viven en el mismo edificio, uno en el piso 5 y el otro en el piso 7. A pesar de que cada uno trabaja en un lugar distinto, igual así se preocupan de hacer cosas juntos, como por ejemplo comen juntos por lo menos 3 veces a la semana, una vez en el departamento de uno y otras veces en el departamento den otro. También se juntan a hacer deporte, logrando que cada uno motive al otro, etc. Y gracias a estas juntas periódicas resulta que tienen la oportunidad de contarse el uno al otro ciertas cosas de su vida personal y aprovechar de aconsejarse con un buen amigo real que lo quiere y desea lo mejor para él, lo cual claramente les hace muy bien a los dos, tanto espiritual como emocionalmente.

Supongamos ahora, que uno de estos dos amigos perdió el trabajo y por ende no se puede dar el lujo de seguir arrendando un departamento en el edificio donde estaba viviendo y en consecuencia tiene que optar por buscar otro departamento en un lugar de la ciudad donde el arriendo valga la mitad de lo que venia pagando, y resulta el único lugar que tiene esos precios es al otro lado de la ciudad lo cual toma casi 30 minutos en auto llegar hasta allá desde el edificio donde se encuentran vivindo y cuando hay trafico incluso puede tomar 45 minutos. ¿Qué debiera hacer el amigo que no perdió el trabajo y sigue ganando un lindo sueldo que le permite vivir como un rey en su departamento? ¿Acaso debe dejar que su amigo se vaya a vivir al otro lado de la ciudad a sabiendas que un distanciamiento de este tipo podría significar reducir las comidas con su querido amigo de 3 veces a la semana a con suerte 1 vez al mes? O ¿Quizás debe hacer un calculo y ver si él puede completar la otra mitad del arriendo de su amigo y así mantenerlo cerca suyo a pesar de que le signifique un costo adicional? Viene y la mishnáh y nos dice “kné lejá javer” (cómprate un amigo), es decir, en un caso como este debemos meternos la mano al bolsillo y ver si es que esta dentro de nuestra capacidad económica el pagar la mitad del arriendo de nuestro amigo para que no se vaya a vivir lejos de nosotros, y en caso de tener la posibilidad entonces hay que meterse la mano al bolsillo y estar dispuesto a incurrir en un costo económico con tal de mantener a nuestro amigo cerca, ya que el bien que nos genera el simple hecho de tenerlo cerca, es algo que no tiene precio. Otro ejemplo para esto es el caso en el cual queremos ir a comer a un restauran con un amigo pero nuestro amigo no tiene dinero para pagar la mitad de la cuenta. ¿Qué debemos hacer? ¿Acaso debemos dejar de ir al restaurant ya que nuestro amigo no tiene como pagar o debemos invitarlo? Viene la mishnáh y nos dice que en realidad debemos invitarlo a comer y nosotros pagar la cuenta si es que podemos con tal de poder pasar un tiempo ameno con nuestro amigo y poder gozar de una junta productiva que nos aporta espiritual y emocionalmente. ¿Queremos viajar a algún lado pero nuestro amigo no tiene suficiente dinero como para pagar el viaje? También acá, si es que tenemos la capacidad de hacerlo debemos pagarle nosotros el pasaje para que así podamos viajar juntos y gozar de la compañía productiva de nuestro amigo. Eso es lo que nos viene a decir al mishnáh al decir “kné lejá javer” (cómprate un amigo), en otras palabras – que debemos saber estar dispuestos a incurrir en costos monetarios con tal de mantener cerca a aquellos amigos reales que logramos conocer en nuestras vidas y que nos aportan en nuestro día a día.

Otra explicación sobre esta mishnáh la trae Maran Övadiah Yosef quien solía decir: “No lo leas “u´kné lejá javer” (y cómprate un amigo), sino que léelo  “ve´kané leja javer” (y que la pluma sea tu amiga). “Kané” en español significa “pluma de escribir”, por ende lo que nos viene a decir Maran Övadiah Yosef es que toda persona debe acostumbrarse a escribir lo que estudia, debe preocuparse de convertir la pluma de escribir en su amiga y escribir apuntes constantemente de todo lo que estudia. ¿Por qué? Primero que todo, ya que escribir facilita mucho a la memoria. Y segundo, ya que cuando una persona toma apuntes sobre algo que escucha o estudia, aquello demuestra que aquel persona valora y honra aquello que esta escuchando o estudiando y por eso toma apuntes – para no olvidarse de las cosas. Por ende respecto al estudio de la Toráh, si una persona toma apuntes de lo que estudia - honrando y valorando la información que va recibiendo, automáticamente “midáh ke´negued midáh” la Toráh va honrar de vuelta a la persona que la esta estudiando.