RECIBIÓ UNA MULTA Y LUEGO LE PIDIÓ PERMISO AL JEFE

Un chofer de envíos se estacionó en un lugar prohibido para dejar un paquete y recibió una multa, luego (post facto) le pidió permiso a su jefe para estacionarse en aquel lugar y recibió el permiso, ¿Quién debe pagar la multa?

Un chofer de envíos se estacionó en un lugar prohibido para dejar un paquete y recibió una multa, luego (post facto) le pidió permiso a su jefe para estacionarse en aquel lugar y recibió el permiso, ¿Quién debe pagar la multa?

Llegó el caso de un chofer de envíos llamado David, quien día a día se movilizaba en el auto de su jefe Eljanan para llevar todo tipo de pedidos a los largo de Israel.

Durante uno de los días de trabajo se le encomendó a David que lleve unos paquetes de forma urgente a Yerushalaim. Al llegar al lugar, buscó estacionamiento por todo el lugar y no encontró nada, buscó y buscó y no pasó nada. El único lugar disponible para estacionarse era arriba de la vereda en frente del lugar donde tenia que dejar los paquetes y el lugar era un lugar pintado rojo con blanco de tal forma que estaba prohibido estacionarse ahi.

David pensó en ese momento: “Si no bajo estos paquetes en los próximos 15 minutos no voy a alcanzar a dejar los otros paquetes antes de que cierren la otra oficina de correo correo. Por otro lado, ¿Cuánto me puedo demorar en bajar todos los paquetes y volver al auto? ¿5 minutos como máximo? Dudo que venga un fiscal durante los 5 minutos y me saque una multa.” Pensó dos tres segundos y tomó la decisión de estacionarse ahí. Corrió con los paquetes y al cabo de 4 minutos ya estaba de vuelta en su auto.

Cada uno de nosotros se puede imaginar como continuó la historia… Pasó un fiscal justo por ahí y le escribió una multa de 500 shekels.

David - quien conocía bien a su feje Eljanan – decidió ser astuto y llamar a su jefe para preguntarle que hacer en una situación como esa, sin contarle que en realidad ya había sucedido. Por ende David toma el teléfono, llama a Eljanan, y le dice: “Jefe escucha, estoy en Yerushalaim y no logro encontrar un estacionamiento para dejar el paquete, esta todo lleno, ¿Qué dices? ¿Me estaciono en un lugar rojo con blanco y asumo el riesgo de que nos saquen una multa? No creo que me demore más de 5 minutos y así podré llegar a entregar los otros paquetes a la ultima oficina de correo de nuestro recorrido. ¿Me estaciono nomas?”.  Y para su sorpresa el jefe le dio permiso, le dijo que estaba dispuesto a que tome el riesgo y que en caso de que le saquen una multa, él la pagaría.

En aquel noche David no se podía quedar dormido, su cargo de consciencia se lo estaba carcomiendo por dentro, temía de que quizás se condujo de una forma no correcta y que en realidad la multa la tenia que pagar él y no su jefe.

¿Qué creen? ¿Creen que David puede ahora cobrar la multa de su jefe Eljanan a pesar de que descubrió post facto el hecho que su jefe esta de acuerdo a que tome el riesgo o no? Explicaremos.

Tosafot en masejet Baba Metziä [22] trae que una persona quien ingresa al campo de su amigo – tiene prohibido cortar frutas para sí mismo sin el consentimiento de su amigo, a pesar de que el dueño del campo lo estima y lo ama, y con seguridad que se va a alegrar cuando se entere de que su amigo tiene provecho de sus frutos, igual así por el hecho de que ahora el dueño del campo no sabe de esto, resulta que quien come las frutas estaría teniendo provecho de una prohibición! Por ende basado en esto, que el consentimiento futuro de los dueños no gatilla una permisión de tener un provecho monetario, al parecer podríamos decir que también en nuestro caso el hecho se haya descubierto la opinión del jefe después de que sucedió la multa no permite cobrársela retroactivamente.

Sin embargo existe lugar para decir que nuestro caso es diferente, y así me aconseje con el Gaon Rav Övadiah Yosef Tolidano – quien es el nieto de Maran Övadia Yosef zt”l – y estuvo de acuerdo con lo que vamos a decir. Un suceso como el que le sucedió a este chofer de envíos - de no poder encontrar estacionamiento – es algo que sucede día a día con los choferes que tienen que descargar y cargar envidos, y el dueño Eljanan sabia de esta realidad - por lo que seguro ya debe haber pensado más de una vez en que sucedería el día en que un chofer le pregunte esto – antes de que David le preguntara. Por ende si es que en la practica escuchamos explícitamente de parte del jefe que si es que no se encuentra estacionamiento y se trata de un envió que va a tomar tan poco tiempo como del que se habló y también que existe riesgo de no alcanzar a entregar después el ultimo pedido del día a la oficina de correos – él esta de acuerdo con tomar el riesgo de una multa, resulta que se considera que el chofer tiene permiso de estacionarse en un lugar así frente a un caso como este, y en consecuencia este permiso sirve incluso retroactivamente. Esto quiere decir que al momento en que el chofer se estacionó en la vereda roja con blanco por no encontrar estacionamiento y por tratarse de una descarga rápida de máximo 5 minutos, y porque corre riesgo de no poder entregar el próximo envió, resulta que lo hizo con el permiso y consentimiento de su jefe Eljanan, dado que aquello se considera “darjé ha´misjar” (costumbres de operación) aceptadas por él, tal como lo reveló por teléfono que en un caso como este él le permitia a David estacionarse donde se estacionó y estaba dispuesto a tomar el riesgo.

EN RESUMEN

Eljanan (jefe) quien estuvo de acuerdo con correr el riesgo en que David (chofer) se estacione donde se estacionó, debe pagar la multa.