PIRKÉ AVOT - MISHNÁ 3 : CAPÍTULO 1 - PARTE 1

PIRKÉ AVOT - MISHNÁ 3 : CAPÍTULO 1 - PARTE 1

CAPITULO 1 MISHNÁ 3

Antignos ish Sojó kibel mi´Shimön Ha´Tzadik (Antignos el hombre de Sojó recibió de Shimön Ha´Tzadik). Hu haya omer (él solía decir): al tihihu ka´ävadim ha´mshameshin et ha´Rav äl menat lekabel peras (no sean como los esclavos que sirven a su jefe para recibir un premio), ela hevu ka´ävadim ha´mshameshim et ha´Rav she´lo äl menat lekabel peras (sino que sean como los esclavos que sirven a su jefe sin la intención de recibir un premio). Vi´hi morá Shamaym älejem (y que el temor del Cielo se encuentre sobre ustedes).

Antignos ish Sojó kibel mi´Shimön Ha´Tzadik (Antignos el hombre de Sojó recibió de Shimön Ha´Tzadik)  – Antignos vivía en una ciudad que se llamaba “Sojó”, por eso se lo llama “ish Sojó” (hombre de Sojó). Shimön Ha´Tzadik era su rabino, y después de que falleció su rabino fue Antignos quien condujo a la generación.

Hu haya omer (él solía decir): al tihihu ka´ävadim ha´mshameshin et ha´Rav äl menat lekabel peras (no sean como los esclavos que sirven a su jefe para recibir un premio), ela hevu ka´ävadim ha´mshameshim et ha´Rav she´lo äl menat lekabel peras (sino que sean como los esclavos que sirven a su jefe sin la intención de recibir un premio). Vi´hi morá Shamaym älejem (y que el temor del Cielo se encuentre sobre ustedes) La palabra “Rav” en arameo significa “Sar” en hebreo lo cual en español quiere decir “jefe”, tal como vemos en el verso de la Toráh que dice [Bereshit 40:2]: “va´yktzof Parö äl shené sarisav, äl sar ha´mashkim ve´äl sar ha´ofim” (y Parö se indignó con sus dos ministros, con el jefe de los coperos y con el jefe de los panaderos) lo cual el tárgum traduce al jefe de los coperos como rav shaké” y al jefe de los panaderos como rav najtumé”.

La palabra “Peras” (premio) viene de la palabra “Perusá” (pedazo). Es decir, separación. Lo cual quiere decir que quien da – en realidad lo que hace es separar de lo suyo y entregar aquello que separó a otra persona.

Antignos el hombre de Sojó quiso enseñar a la gente de su generación, que a pesar de que toda persona va a recibir una gran recompensa en el mundo por venir por cada mitzváh que realizó en este mundo, igual así cuando la persona realiza las mitzvot no debe hacerlo con este propósito, siendo como esclavos que sirven al jefe con la condición de recibir recompensa. Sino que debemos ser como esclavos que sirven a su amo por amor y aprecio, sin hacerlo condicionando nuestras acciones en el premio que vayamos a recibir. Ya que si nos fijamos bien, normalmente un sirviente o un mozo todo lo que hace – lo hace con el propósito de recibir su sueldo, pero sin su sueldo no haría nada de lo que hace. Por ende nos enseña Antignos que quien cumple la Toráh y sus mitzvot, no debe ser como aquel sirviente, sino que debemos realizar las mitzvot porque los comandos del Creador son la verdad absoluta en este mundo, a sabiendas que fuimos creados por el Creador mismo y que fuimos comandado por Él a que llevemos a cabo sus mitzvot. Y a pesar de que sabemos dentro de nosotros y estamos consientes que en el futuro Ha´Kadosh Baruj Hu va a premiar con una abundancia astronómica a cada persona que lleva a cabo su voluntad, no por eso es que cumplimos las mitzvot.

Cada mitzváh que la persona cumple en este mundo, debe saber que no lo hace por el bien del Creador, dado que Ha´Kadosh Baruj Hu es y será completo para siempre, Él no necesita nada, por ende tampoco necesita nuestras acciones. Entonces de ser así ¿Por qué nos comandó hacer sus mitzvot?

Los libros santos explican que el motivo de la creación es netamente “Kedei lehetiv” (para brindar bien a la creación), por ende para que Ha´Kadosh Baruj Hu pueda brindar bien, lo que hizo fue crear al ser humano a quien pudiera brindarle este bien, ya que antes de la creación del ser humano no tenia a quien brindarle este bien. Esta es una de las razones por las cuales el ser humano desea tener hijos, ya que heredamos de nuestro propio Creador ese deseo de brindar bien a alguien, con la diferencia que en el caso del ser humano este deseo proviene de una falta, en cambio en el caso del Creador no proviene de una falta. Por ende por el hecho de que Ha´Kadosh Baruj Hu quiso que esta entrega de bien sea perfecta y no como una tzedaká la cual genera vergüenza a quien la recibe, resulta que creó el mundo de tal forma que todo este “bien” entregado de Su parte sea a cambio de un trabajo que nosotros debemos realizar. Por esto cubrió la neshamá - que es algo espiritual - con un cuerpo físico – que es algo material, para situar a la persona en una situación en la que tiene que dominar sus instintos y superar ciertas pruebas, y al hacerlo, reciba su recompensa. Pero si es que no hubiera sido así, y en cambio la recompensa la recibiríamos de forma gratis sin ningún tipo de esfuerzo y trabajo necesario, resultaría que aquella recompensa seria lo que el Zohar Ha´Kadosh llama “Nahamá de´Kisufá” (Pan de la vergüenza), ya que al igual que una persona siente vergüenza cuando recibe algo gratis sin habérselo ganado, así mismo sentiríamos nosotros vergüenza por recibir todo este bien el cual no hicimos nada para ganarlo.

En Parashat Shemini [Vaykrá 10:9] esta escrito “Yayin ve´shejar al tesht ata u´binjá” (Vino y alcohol no tomaras tu y tus hijos). La razón por la cual la Toráh trajo este verso fue por lo que sucedió con Nadav y Avihu - los hijos de Aharon Ha´Kohen – quienes según una de las opiniones entraron a servir a después de haber tomado vino, por ende de aquí la Toráh comandó a los Cohanim que tienen prohibido tomar vino y alcohol al momento de servir a H´.

En el Zohar [Parashat Sheminí, pagina 217] trae una pregunta muy interesante sobre esto: “Rabi Jia preguntó: Esta escrito “ve´yayin isamaj levav enosh” (el vino alegra el corazón de la persona), y si es que el Cohen es quien tiene que expresar mas alegría que todos, entonces ¿Por qué se le prohibió tomar vino?”. Contesta el Zohar Ha´Kadosh “ela tejilat ha´yain simjá, ve´sofó ätzvut” (el comienzo del vino es alegría, pero su final es pena y depresión). ¿Qué quiere decir esto?

La explicación es algo muy profundo lo cual nos va a ayudar a entender nuestra mishná. Es verdad que el vino induce un cierto tipo de alegría en la persona, sin embargo, una vez que se termina aquel efecto del vino la persona baja a un estado de pena y depresión. La Guemará en masejet Sanhedrin [70a] trae que el efecto del vino y el alcohol es inducir a la persona en un estado donde se olvida todo lo que le falta y solamente se concentra en lo que tiene, tal como lo vemos de repente con personas que no tuvieron un muy bien día y lo único que quieren es que llegue la noche para tomar y emborracharse olvidándose de todo lo malo que les paso. Este estado, claramente es un estado falso dado que la persona no lo logró por meditación propia, y por ende ¿Qué sucede? Sucede que este estado le genera una alegría momentánea a la persona - dado que siente que no le falta nada, sin embargo, una vez que este efecto se va y la persona vuelve a sentir las cosas que la faltan en la vida, entra en una depresión más grande aun y por ende le dan ganas de volver a tomar para mantener este estado falso contantemente, sin tomar las riendas del caso para enfrentarlo y superarlo con herramientas propias. Por ende si es que una persona requiere vino para alegrarse, aquello ya se considera algo malo, y en consecuencia cuando se trata de un Cohen, quien es una persona que tuvo el merito de ser elegido el sirviente enviado del Creador del mundo, no puede ser que tenga que tomar vino para entrar en un estado de alegría y que el increíble merito que obtuvo de ser el enviado para servir Al Creador no sea suficiente para que se despierte – viva – y se acueste siendo la persona mas feliz del mundo, es por esto que se prohibió que los Cohanim tomen vino, para enseñarles que no requieren depender de eso para trabajar a con alegría.

Esto es lo que nos viene a decir Antignos, al tihihu ka´ävadim ha´mshameshin et ha´Rav äl menat lekabel peras (no sean como los esclavos que sirven a su jefe para recibir premios de su parte), es decir, no seamos personas que para poder motivarnos en nuestro servicio hacia el Creador bendito sea, tengamos que concentrarnos en el premio que vamos a obtener de ello, sino que el simple hecho de haber nacido dentro del pueblo elegido por El Creador, y el simple hecho de tener el merito de servirlo y llevar a cabo su voluntad – ya debe ser suficiente para que lo sirvamos con toda nuestra fuerza.