Un joven llegó a un evento y se dio cuenta que el mesero de su mesa era su padre, ¿Puede dejar que su padre lo sirva o no?
Un joven llegó a un evento y se dio cuenta que el mesero de su mesa era su padre, ¿Puede dejar que su padre lo sirva o no?
Un joven fue invitado al matrimonio de su amigo, y por el hecho de que llegó un poco tarde al evento se dio cuenta que prácticamente no quedaban lugares para sentarse en la mesa de los jóvenes, por lo que le joven puso su sobre con dinero de regalo para el novio dentro de un buzón que había en la entrada y luego procedió a buscar un lugar donde sentarse. Buscó y buscó hasta que finalmente encontró un puesto vació en una de las mesas que ese encontraban en una esquina del salón de eventos.
Ya estaban todos comiendo el plato principal, por ende el joven le levantó la mano a uno de los meseros y le pidió si por favor le podía traer su plato de comida y a otros cuantos amigos que estaban en aquella mesa que tampoco tenían. Sin embargo el mesero le contestó que había un mesero cada cuatro mesas y esa mesa no le pertenecía a él, por ende iba a decir al mesero encargado de la mesa donde él estaba sentado para que le traiga más platos de comidas a todos.
El joven siguió con su vista al mesero de quien había pedido los platos de comida, y ve como se dirige hacia otro mesero que justo venia saliendo de la cocina. Sin embargo fue ahí que sucedió algo lo cual dejoó paralizado al joven. El joven ve que el mesero a quien le había tocado ser encargado de servir su mesa, no era nada más y nada menos que… ¡Su padre!
El joven estaba sintiendo una mezcla de miedo con vergüenza, no sabia que hacer. Se dijo a sí mismo: “¿Qué debo hacer? ¿Acaso debo parame rápidamente e irme a la casa? ¡Cómo voy a quedarme sentado aquí esperando a que mi propio padre venga y se pare al lado mío para servirme! Sin embargo por otro lado, ¿Quizás puedo quedarme y dejar que mi padre me sirva? Ya que mi padre no me esta sirviendo específicamente a mí sino que esta trabajando para el dueño del salón de eventos con el propósito de que sirva la comida a los invitados. ¿Qué debo hacer?”
Primero que todo, debemos saber que la mitzváh de honorar a los padres es una mitzváh de la Toráh, tal cómo esta escrito en la Toráh [Shemot 20:11] “kaved et avija ve´et imeja lemaän yarijun yameja” (honra a tu padre y a tu madre para que se alarguen tus días sobre la tierra), siendo esta una mitzváh que posee una importancia especial e involucra muchas leyes que debemos saberlas muy bien para no faltar a esta mitzváh.
Respecto a nuestra pregunta, Maran Shuljan Aruj decretó para la halajá [Yoré Deäh, siman 240, seif 25] que si es que el padre desea servir al hijo, el hijo tiene permitido recibir el servicio de parte de su padre, siempre y cuando el padre lo haga voluntariamente, ya que en ese caso decimos “retzonó shel Adam ze´hu kevodó” (Darle el gusto a una persona en lo que desea se considera honrarlo), y en el caso de un padre si es que perdona su honor – su honor se considera perdonado.
Por ende, en el caso de nuestra pregunta, se puede asumir que una vez que el joven hizo el esfuerzo por llegar al matrimonio de su amigo, y ahora se encuentra esperando con hambre su plato de comida, claramente el padre no estará contento con que el hijo se vaya del lugar por su culpa teniendo que volverse a su casa hambriento, en especial si es que el hijo ya puso un sobre con dinero de su propio bolsillo como regalo para su amigo el novio.
Y por el hecho de que el padre ama a su hijo, y desea que su hijo se siente y sea parte de la comida y de la mitzváh de alegrar a su amigo quien se está casando. Basado en esto, aparentemente esta permitido que el hijo se quede sentado en la mesa, sin embargo, debe tener cuidado en las siguientes cosas: No debe ser él quien llame a su padre para que lo venga a servir, y no debe causar que el padre vaya a la cocina especialmente para buscar comida para él, sino que debe esperar a que el padre llegue con la bandeja cargada platos para todos los invitados y en ese momento es el hijo quien debe tomar su plato y no dejar que su padre se lo sirva frente a él, y en caso de que se le presente una opción de moverse a otra mesa donde hay un mesero distinto – debe hacerlo.
EN RESUMEN
El joven puede quedarse sentado en su puesto a pesar de que el padre es quien esta encargado de servir aquella mesa.