PIRKÉ AVOT - CAPITULO 1 : MISHNÁ 2 (PARTE 2)
CAPITULO 1 MISHNÁ 2 (PARTE 2)
El Shiür pasado vimos desde “Shimon Ha´Tzadik hayá mi´shiré jneset ha´Guedoláh” (Shimön Ha´Tzadik era de los últimos que quedaron de la gran asamblea) hasta “Hu haya omer” (él solía decir). Por ende ahora continuaremos con la mishná donde nos cuenta que Shimön Ha´Tzadik nos dijo: “äl sheloshá devarim ha´ölam ömed (sobre tres cosas el mundo se sostiene), äl ha´Toráh (sobre la Toráh), äl ha´ävodáh (sobre el servició), ve´äl guemilut jasadim (y sobre los actos de bondad)”.
Äl sheloshá devarim ha´ölam ömed (sobre tres cosas el mundo se sostiene) – Es decir que la existencia del mundo depende netamente de la existencia de estas tres cosas: äl ha´Toráh (sobre la Toráh), äl ha´ävodáh (sobre el servició), ve´äl guemilut jasadim (y sobre los actos de bondad). Si nos fijamos bien, no por nada son tres cosas y no cuatro, o cinco, o seis. Ya que el hecho que sean tres implica una dependencia aun mayor a que si fueran cuatro o cinco cosas. ¿Por qué? Imaginemos una mesa de cuatro o cinco patas - ¿Qué sucede si es que remuevo una de ellas? ¿Se caería la mesa o aun podría mantenerse parada? Todos sabemos que una mesa de cinco o cuatro patas si es que se remueve una de ellas aun se puede mantener en pie – no con la misma firmeza que antes pero igual así aun se puede mantener en pie. En cambio ¿Qué sucede si a una mesa de tres patas le remuevo una de sus patas? ¿Podría mantenerse en pie? La respuesta es que no. Cualquiera de las tres patas es absolutamente fundamental para poder mantener la mesa en pie. Esto es lo que nos viene a decir Shimön Ha´Tzadik al decirnos que el mundo se sostiene sobre estas tres cosas, en otras palabras que no vayamos a pensar erróneamente que si bien cada una de esas cosas son importantes – en realidad no son absolutamente fundamentales para la existencia del mundo, no, sino que debemos entender que de la misma forma que una mesa de tres patas no puede mantenerse en pie si es que falta una de sus tres patas, así mismo el mundo no hay forma de que pueda seguir existiendo si es que falta una de estas tres cosas que él nos dijo.
Äl ha´Toráh (sobre la Toráh) – Esto no hace referencia a la existencia del libro de la Toráh en el mundo, sino que al estudio de la Toráh. Tal como lo trae el profeta Yrmiahu [33:25]: “im lo berití yomam va´laila, jukot shamaim va´aretz lo samti” (si es que no fuera por mi pacto – lo cual hace referencia al pacto de la Toráh, tal como lo trae la Guemará [Shabat 33a], remuevo las leyes que sostienen el cielo y la tierra). Sobre esto escribió Rabi Jaim Mi´Vologin en su libro “Nefesh Jaim” [Shaär 4, capitulo 11] que esto es absolutamente literal, es decir que si es que por un segundo en este mundo no se estudia Toráh, inmediatamente se anulan las leyes que sostienen el cielo y la tierra y el mundo vuelve a tohu va´bohu.
El Zohar Ha´Kadosh explica que esta es una de las razones por las cuales Ha´Kadosh Baruj Hu hizo el mundo redondo, para que así cuando en un lugar del mundo haya noche y la gente se encuentre durmiendo, en otro lado del mundo sea de día y puedan haber personas despiertas estudiando Toráh, y de esta forma no haya un segundo en la historia en la cual no se estudie Toráh.
Y a pesar de que como primera impresión esto suena bastante raro, nuestros sabios ya nos descubrieron que este un secreto oculto en las leyes de la creación. Lo cual si quisiéramos explicarlo con un ejemplo, imaginémonos una persona la cual no tiene idea que es el oxigeno y hasta que punto es imprescindible para la creación, no tiene idea que el oxigeno constituye nada más y nada menos que el 50% de la corteza terrestre y el 89% de lo marítimo que hay en la Tierra. Ahora imaginémonos que a esta persona le ponemos un elefante gigante en frente suyo, y le decimos que si por unos cuantos segundos le cortamos el suministro de oxigeno al elefante, resultaría en que ese enorme cuerpo moriría convirtiéndose en esqueleto de huesos. ¿Qué nos diría aquel persona? Claramente nos miraría con una cara rara como si estuviéramos locos de lo que estamos diciendo. Sin embargo la gran mayoría de las persona quienes entienden la importancia del oxigeno – sin necesidad siquiera de verlo físicamente – entienden inmediatamente que sin oxigeno no se puede vivir.
Esto mismo aplica respecto al oxigeno espiritual de la creación – lo cual vendría siendo las palabras de Toráh que las personas estudian en este mundo, que a pesar de que físicamente no podamos verlo, nuestros sabios nos descubrieron el secreto que El Creador del mundo inculcó en la creación – lo cual implica que si se corta el suministro del estudio de la Toráh por un solo segundo - toda la creación pierde las leyes que la sostienen y en consecuencia el mundo vuelve a lo que se llama tohu va´bohu.
Esta es la razón por la cual el merito de una persona que estudia Toráh es tan grande a tal punto que esta escrito en el Talmud Yerushalmi [Peáh 1:1] que “shkuláh mitzvat talmud Toráh ke´negued col ha´mitzvot” (la mitzváh del estudio de la Toráh posee una importancia equivalente a todo el resto de las mitzvot juntas). ¿Por qué? Dado que la Guemará en Sanhedrin [37a] dice “ha´mekayem nefesh ejad me´Israel” (una persona la cual salva una vida de Äm Israel) ¿Qué merito tiene? “maälé älav ha´katuv keilu kiyem ölam malé” (se le considera como si hubiera salvado el mundo entero), por ende con cuanta mayor razón una persona quien en realidad salvó todo el mundo, como lo es una persona quien estudia Toráh y contribuye a través de esto a la existencia de la creación.
En la época del Gaon de Vilna habían mucho melamdim que traían a los jóvenes al Bet Midrash del Gaon de Vilna para que así lo pudieran ver y apreciar como estudia y como actúa el gran rabino de la generación y de esta forma se vean influenciados para bien aprendiendo de su modelo. Un día, se cuenta que ingreso un grupo de jóvenes de 16 años al Bet Midrash del Gaon de Vilna, y el Gaon de Vilna se paró de su silla completamente.
Todos estaban impactados de lo que estaba pasando, nadie había visto al Gaon de Vilna pararse frente a nadie, mucho menos frente a un grupo de jóvenes de 16 años. Por lo que el shamash del Gaon le pregunta: “Rabino, ¿Qué sucede? ¿Qué pasó que de repente se paró de su silla?”.
El Gaon – dentro de su inmensa sabiduría, apunta a uno de los jovenes y lo llama. Mientras todos veían esta escena, el Gaon le dice al niño: “Por favor, dime ¿Que hiciste anoche a la media noche?”.
El niño – quien estaba impactado de la pregunta y de lo que estaba sucediendo, le dijo al Gaon: “Rabino, nada especial. Me fui a acostar, y al darme cuenta que ya llevaba cerca de una hora dándome vueltas en la cama sin poder quedarme dormido, decidí sentarme en mi escritorio y repasar la Suguiá de Guemará que estamos estudiando en el Talmud Toráh hasta que me vuelva a dar sueño. Y así fue, al cabo de 30-40 minutos me volvió el sueño y me fui a dormir”.
El Gaon le dice al niño frente a todos: “Quiero decirte, que fue revelado frente a mí, que durante esos 30-40 minutos que estudiaste, hubo un segundo en el mundo en que nadie más estaba estudiando Toráh, y solamente tu estuviste estudiando Toráh en aquel momento y gracias a ti el mundo sigue existiendo hoy. ¿Ven rabotay? Si no fuera por este joven - nadie de nosotros seguiría existiendo hoy, ¿Ahora entienden por qué me paré cuando lo vi entrar?”.
De todas formas, es importante que sepamos que no debemos caer en el error de decirnos a nosotros mismos: “¿Para qué voy a estudiar ahora? Estoy seguro que ahora que es medio día deben haber miles de personas estudiando Toráh en Yeshivot y Kolelim y por ende el mundo va a seguir existiendo ahora - con o sin mi estudio de Toráh”. Es un error pensar así, ya que incluso si es que todo Äm Israel se encuentra estudiando Toráh al mismo tiempo, igual así sigue habiendo un merito absurdamente grande para cada uno de los que se encuentran estudiando en aquel momento. Lo cual si quisiéramos materializarlo con un ejemplo, imaginémonos que 1000 billones de dólares son repartidos entre mil personas, cada uno recibiendo 1 billón de dólar ¿Podríamos decir que cada uno recibió poco? ¡Obvio que no! A pesar de que se repartió entre mil personas - igual así cada uno recibió un monto sumamente alto. Y ¿Qué son 1000 billones de dólares comparado con salvar el mundo completo? Igual así sucede con el estudio de Toráh, cada persona que estudia Toráh durante su día, a pesar de que hayan otro miles estudiando, sigue recibiendo un merito astronómicamente grande.
Por ende, es sumamente importante que cada uno de nosotros haga un esfuerzo por dedicar la mayor cantidad de tiempo dentro de nuestro día para el estudio de la Toráh, ya sea leyendo, escuchando, o viendo shiürim de Toráh, y así tomar parte en esta gran mitzváh de aportar a la existencia del mundo.
BH hasta aquí llegamos hoy, el próximo shiür continuaremos viendo los otros dos pilares que sostienen el mundo, que son äl ha´ävodáh (sobre el servició), ve´äl guemilut jasadim (y sobre los actos de bondad).