PIRKÉ AVOT - CAPITULI 1 : MISHNÁ 1 - PARTE 3 Y MISHNÁ 2 - PARTE 1

Pirké Avot Capitulo 1 - Mishná 1 (parte 3) y Mishná 2 (parte 1)

MISHNÁ 1 (PARTE 3)

Va´äsu seyag la´Toráh (y creen una barrera protectora para la Toráh)Es decir, nuestros sabios poseen un rol de suma responsabilidad, y es saber crear barreras protectoras que impidan que al pueblo tropezar en prohibiciones de la Toráh. Tal como esta escrito [Vaykra 18:30]: “u´shmartem et mishmarti” – lo cual quiere decir “creen un cuidado para mis cuidados” [Yevamot 21a].

Por ende de la misma forma que los mismos países crean barreras protectoras para que las personas no vayan a peligrar sus vidas, como por ejemplo cuando se pinta una línea en la pista la cual se encuentra alejada del borde de tal forma que los auto no se acerquen demasiado al borde corriendo el riesgo de caerse al vacío – y de esta forma se salvan vidas, así mismo los decretos de nuestros sabios están diseñados para salvarnos de no caer en una prohibición de la Toráh.

Sin embargo, lógicamente existen criterios y reglas que nuestros sabios aplican a la hora de crear un decreto. Como por ejemplo, dice la Guemará [Babá Kama 79b] “Ein gozrim guezerá äl ha´tzibur, ela im ken rov ha´tzibur yejolin laämod bah” (Solamente se decreta algo que la mayoría de la congregación va a poder soportar y cumplir), como por ejemplo: La lectura de Meguilat Ester la noche de Purim, el encendido de las velas de Shabat y de Janucá, el lavado de manos llamado “Netilat Yadaim” que se realiza antes de comer pan, etc.

¿Puede una persona decir: “Yo estoy dispuesto a cumplir al pie de la letra lo que esta escrito en la Toráh de - con alegría incluso, pero los comandos de nuestros sabios porque estaría obligado en cumplirlos”?

La respuesta es que no, dado que la Toráh misma nos comandó cumplir al pie de la letra cada uno de los decretos impuestos por nuestros sabios. ¿Dónde? En el verso que nos dice [Devarim 17:11]: “Lo tasur min ha´davar asher yaguidu leja yamin u´smol” (No te desviarás de lo que te digan – haciendo referencia a nuestros sabios – ni a la derecha ni a la izquierda).

A tal punto que un comando de nuestros sabios pasa a considerarse como si fuera un comando de mismo. ¿Dónde lo vemos? La Guemará en masejet Shabat [23a] pregunta: ¿Qué se bendice al encender una vela de Janucá? A lo que contesta: “Asher kideshanu be´mitzvotav ve´tzivanu le´hadlik ner Janucá” (Quien nos santificó con sus mitzvot y nos comandó encender la vela de Janucá). Pregunta ahí la Guemará: “Heijan tzivanu?” (¿Dónde nos comandó encender la vela de Janucá? ¡Si sabemos que es una mitzváh rabínica y no de la Toráh!), a lo que contesta la Guemará trayendo el verso que trajimos anteriormente, es decir que fuimos comandados al decirnos la Toráh “lo tasur” – no te desvíes de lo que te digan los sabios.

Vemos de aca que Ha´Kadosh Baruj Hu comandó a nuestros a sabios a que creen barreras protectoras las cuales nos permitan mantenernos a salvo sin caer en transgredir comandos de la Toráh. ¿A que se parece esto? A un rey quien contrató a un constructor para que construya su palacio de acuerdo a los planos que diseñó el arquitecto Fulano, y el rey le advirtió al constructor que no vaya a modificar nada de los planos diseñados por el arquitecto.

Supongamos que el constructor modificó algo que estaba escrito en los planos del arquitecto, ¿Podría ahora venir el constructor y decirle al rey: “Estimado rey, yo solaente pase por sobre lo comandado por el arquitecto pero no por sobre un comando tuyo”? ¡Obvio que no! Dado que el hecho que el rey le haya dicho que debía regirse al pie de la letra de lo que escribió el arquitecto, causa que al no hacerlo estaría pasando por las palabras del mismo rey.

Es por esto que el Rambam [Hiljot Mamrim, capitulo 1, halaja 2] trae que una persona la cual pasa por sobre los comandos de nuestros sabios, en consecuencia incurre en una prohibición de la Toráh, ya que transgrede el comando que Ha´Kadosh Baruj escribió en la Toráh sobre escuchar a nuestros sabios.

Esta importancia de crear una barrera protectora para asegurar el cumplimiento de cosas que son sumamente importantes y no caer en el error de pasar por sobre ellas, es algo que podemos extrapolar para todos los casos de nuestra vida, y aplicarlo en situaciones cotidianas las cuales sin darnos cuenta se nos escapan de las manos. Por ejemplo, dos hermanos son súper amigos y a cada uno le aporta mucho el poder compartir y comentar su vida cotidiana con el otro, y resulta que ambos lograron casarse y formas sus familias. Al momento en que se casaron y cada uno se mudo a vivir a su propia casa, cada uno se despidió del otro diciendo “!Oye! Pero ¡Sigámonos viendo!”, lo cual a simple vista les parecía algo absolutamente obvio que iba a suceder. Sin embargo con el pasar de los días comenzaron a darse cuenta que la vida de cada uno estaba bastante más ocupada - por lo que transcurrían días y semanas y todavía no habían logrado juntarse a tomarse siquiera un café. Claramente ambos sentían la falta, por lo que un día lograron juntarse a tomar un café y conversar, lo cual les hizo muy bien a ambos ocupándolo como una recarga de energía. Al despedirse en aquel día cada uno repitió la misma frase “!Oye! Pero ¡Sigámonos viendo!”, lo cual a simple vista nuevamente se veía algo muy obvio, sin embargo, nuevamente cada uno se vio inmerso en su rutina cotidiana y pasaron días y semanas sin lograr verse. Hasta que uno de los dos hermanos decidió tomar las riendas del caso y hacer una barrera que evitara que esto siga sucediendo. ¿Qué hizo? Llamó a su hermano y le dijo que fijaran un día y hora en la semana para tomarse un café juntos, de tal forma que al fijarlo y cada uno saber que en aquel día y hora era el momento del café con el hermano – iban a asegurarse que cada uno no vaya a fijar otro panorama en aquel momento. Y así fue, desde ese día en adelante lograron compartir de forma fija y constante una vez en la semana un rico café y una instancia para recargar energías entre hermanos.

Este es otro ejemplo de una barrera la cual nos sirve para cuidar y mantener algo que es importante para nosotros. Somos nosotros los que debemos crear nuestras propias barreras en nuestras vidas para cuidar y mantener las cosas que son importantes para nosotros, ya que sin crear barreras es inevitables que perdamos las cosas que nos importan.

CAPITULO 1 MISHNÁ 2

Shimon Ha´Tzadik hayá mi´shiré jneset ha´Guedoláh (Shimön Ha´Tzadik era de los últimos que quedaron de la gran asamblea). Hu haya omer (él solía decir): “äl sheloshá devarim ha´ölam ömed (sobre tres cosas el mundo se sostiene), äl ha´Toráh (sobre la Toráh), äl ha´ävodáh (sobre el servició), ve´äl guemilut jasadim (y sobre los actos de bondad)”.

Shimon Ha´Tzadik hayá mi´shiré jneset ha´Guedoláh (Shimön Ha´Tzadik era de los últimos que quedaron de la gran asamblea)Es decir que él era de los que quedaban después de que la mayoría de los sabios de la gran asamblea hayan fallecido.

Hu haya omer (él solía decir)Al decir “el solía decir”, termino el cual vamos a ver repetido varias veces en las próximas mishnaiot, lo que en realidad nos viene a decir esto es que aquel sabio solía repetir aquella cosa una y otra vez a la gente de su generación cuando se encontraba en sus años de vida. Si nos fijamos bien, muchas veces nos vamos a dar cuenta que la gente mayor de edad suelen repetir ciertas cosas una y otra vez. Es más, muchas veces aquella persona de edad nos puede llegar a repetir la misma cosa por quinta vez o más, y decirnos aquello como si nunca lo hubiera dicho. Si bien es importante saber que en un caso como este, esta prohibido que nosotros le digamos a aquella persona de edad: “Pero si ya me dijiste eso, ¿No te acuerdas?” o que le completemos su frase antes de que él la complete, sino que debemos permanecer callados y prestar atención como si nunca se lo hubiera dicho, hay otra cosa importante que debemos saber. Cada persona cuando llega a los últimos años de su vida, después de haber vivido una vida completa sobre este mundo llega a ciertas conclusiones personales, cada uno llega a entender que hay algo en la vida lo cual es lo más importante y aquello merece que le prestemos más atención que el resto de las cosas. Justamente aquellas cosas son las que las personas de edad suelen repetir una y otra vez durante los últimos años de su vida.

Me acuerdo que uno de los mentores que tuve cuando vivía fuera de la tierra de Israel, quien falleció hace un par de años, me solía repetir una y otra vez – entre otras cosas - la importancia que existe en la rectitud de la persona. Podía verlo tres días seguidos - y los tres días me repetía el mismo mensaje, lo cual yo me sentaba a escuchar haciendo como si nunca me lo hubiera dicho, y en realidad él era una de las personas más rectas que me a tocado conocer. Al parecer ese era uno de las cosas que a lo largo de su vida el se dio cuenta que era uno de las cosas fundamentales de la vida, por eso se preocupaba de repetirlo una y otra vez.

Así mismo veremos que la mishná nos va a decir a lo largo de este primer capitulo sobre otro sabios que ellos “solian decir” una frase especifica, lo cual en otras palabras nos viene a decir que ese gran sabio dentro de su inmensa sabiduría y años de experiencia – llegó a la conclusión que aquello es algo que debemos prestarle mucha intención y asignarle una importancia especial.

Eso es lo que nos viene a decir nuestra mishná al decirnos que Shimön Ha´Tzadik Hu haya omer (él solía decir): “äl sheloshá devarim ha´ölam ömed (sobre tres cosas el mundo se sostiene), äl ha´Toráh (sobre la Toráh), äl ha´ävodáh (sobre el servició), ve´äl guemilut jasadim (y sobre los actos de bondad)” – Qué en el fondo en sus últimos años de vida esta era la frase la cual solía repetir una y otra vez. En el próximo shiür veremos que se esconde tras estos tres elementos tan fundamentales, y el nivel de importancia que posee cada uno como par se considerados nada más y nada menos que uno de los tres pilares que sostiene el mundo.