¿Desde y hasta cuando se puede recitar Birkat Ha´Lebaná (bendición por la luna)? (Historia real)
¿Desde y hasta cuando se puede recitar Birkat Ha´Lebaná (bendición por la luna)? (Historia real)
Existe una diferencia de costumbre entre los Sefaradim y los Ashkenazim respecto desde cuando se recita la bendición por la Luna, conocida como Birkat Ha´Lebaná según los Sefaradím o como Kidush Ha´Lebaná según los Ashkenazim. La costumbre de los Sefaradim es recitar la bendición solamente desde séptimo del mes en adelante, tal como lo trae Maran Shuljan Aruj [siman 426, seif 4], en cambio los Ashkenazim acostumbran a hacerlo desde el tercer del mes en adelante siempre y cuando hayan pasado tres días “me´ët le´ët” desde el molad, es decir que tienen que haber pasado tres días de 24 horas desde el momento de la renovación de la luna [Mishnáh Berurah, ahí, seif katan 20]. De todas formas, trae Maran Övadiah Yosef [Yabiä Omer, tomo 6, siman 38, seif 1; Yejavé Daät, tomo 2, siman 24] trae que para los Sefaradim no se requiere esperar que hayan transcurrido 7 días “me´ët le´ët” (de 24 horas), sino que incluso si es que faltan unas cuantas horas se puede recitar la bendición. Y agregó que en aquellos países en donde la mayoría de los días del mes son nublados y existe el temor que en caso de esperar hasta el séptimo día del mes no vean la luna y pierdan la oportunidad de bendecir, en ese caso se les debe indicar que reciten la bendición desde el tercer día del mes, como la opinión del Talmud y de los poskim.
Respecto hasta cuando se puede recitar la bendición, trae Maran Shuljan Aruj [siman 426, seif 3] trae que se puede recitar la bendición hasta el día 16 posterior al Molad (renovación de la luna), pero el día 16 no esta incluido, es decir, solamente hasta la noche del 15 del mes. La razón de esto es dado que desde el día 15 en adelante la luna ya comienza a achicarse y por ende no existe una “renovación” como para bendecir por ello.
Una historia real bastante interesante que sucedió respecto a Birkat Ha´Lebaná, sucedió una noche 15 de Shevat, cuando uno de los rabinos de Yerushalaim, conocido como Rav Yosef, se encontraba en el último día del mes en el cual se puede recitar la bendición de la luna y aun no había podido realizar la bendición por que todos los días estaban nublados, por ende ¿Qué hizo? Se dirigió al Shtiblaj (lugar donde se reza) a las 1:00 a.m del día 15 del mes Shevat para recitar la bendición por la luna después del rezo tal como se acostumbra hacer. Sin embargo aquel día también estaba nublado por lo que no se alcanzaba ver la luna desde el lugar del Shtiblaj. Esperó y esperó ahí en el lugar esperando que se abriera las nubes, pero nada pasaba. Por ende Rav Yosef quien nunca se había perdido esta mitzváh de bendecir la luna se dirigió a la Sinagoga y abrió el Aron HaKodesh y gritó “Ribonó shel ölam! Tamtzi li be´bakashá et ha´lebaná she´ebarej aleha!” (Amo del mundo! Descúbreme por favor la luna para poder bendecirla!), ya que el sabia que en un par de horas se iba a acabar el tiempo en el cual se permite recitar esta bendición. Sin embargo las nubes se quedaron en el lugar, por lo que Rav Yosef le dijo a un grupo de gente que también estaban buscando la luna, que él se va a ir al Kotel para ver si ahí se alcanza ver la luna ya que ese se considera un lugar abierto y quizás BH tenga éxito de ver la luna sin nubes.
Dos hombres se le unieron por lo que se tomaron un un taxi y se fueron al Kotel. Al llegar al Kotel los tres se esparcieron cada uno mirando hacia el cielo para ver quien lograba ver la luna, sin embargo ninguno lograba verla y sabían que les quedaban menos de dos horas para poder realizar la mitzváh sino la perderían para siempre. Por ende ¿Qué hizo Rav Yosef? Se dirigió al muro del Kotel y nuevamente grito con llanto “Ribonó shel ölam! Tamtzi li be´bakashá et ha´lebaná she´ebarej aleha!” (Amo del mundo! Descúbreme por favor la luna para poder bendecirla!).
De repente se le ocurrió a Rav Yosef viajar a Maälé Adumim, lo cual es un pueblo que queda aproximadamente 25 minutos en auto del Kotel, y es un lugar conocido por ser abierto y desértico por lo que la posibilidad de ver la luna desde es bastante alta.
Los dos hombres que habían ido con él al Kotel se le unieron al paseo a Maälé Adumim por lo que se subieron los tres al taxi y emprendieron rumbo hacia allá. Llegaron a Maälé Adumim y cada uno se bajó del taxi mirando hacia el cielo buscando la luna desesperadamente, pero nuevamente no había caso, el cielo estaba completamente tapado de nubes y no había forma de ver la luna. Rav Yosef pensando que iba a perder esta preciada mitzváh la cual nunca la había perdido en su vida, se arrodilló y mientras le caían lagrimas de los ojos nuevamente grita “Ribonó shel ölam! Tamtzi li be´bakashá et ha´lebaná she´ebarej aleha!” (Amo del mundo! Descúbreme por favor la luna para poder bendecirla!).
De repente, dentro de la oscuridad comienzan a escuchar unas voces de personas hablando, por lo que Rav Yosef se comienza a acercar hasta que llegó a una base pequeña del ejercito con unos solados que se encontraban de turno cuidando. Inmediatamente los soldados saltaron de sus lugares y comenzaron a revisar a Rav Yosef, ya que en ese entonces ya eran las 3:00 a.m y era muy extraño ver un hombre ahí por ende pensaban que quizás se trataba de un terrorista. Sin embargo vieron que estaba todo bien lo dejaron tranquilo.
Viene Rav Yosef y les dice a los soldados que él necesitaba hablar con el comandante respecto a un tema urgente. Inmediatamente llamaron al comandante que se encontraba ahí cerca quien llegó al cabo de unos minutos. Al llegar, se le acerca Rav Yosef y le pide al comandante que por favor le haga un favor, le pide que pregunte a través de la radio a sus solados de Yerushalaim si es que alguien se encuentra en un lugar que se alcanza ver la luna. A pesar de que el comandante estaba un poco impactado de la pregunta, le hizo caso a Rav Yosef y preguntó a través de la radio “¿Alguien puede ver la luna? Por favor quien pueda ver la luna que me diga inmediatamente.” Al cabo de unos segundos contesta un soldado diciendo que al lado de la tumba de Rajel Imenu se alcanza ver la luna.
Rav Yosef le agradeció al comandante por el favor, y viajo inmediatamente con el taxi y los otros dos hombres que lo acompañaban a la tumba de Rajel Imenu, llegaron a las 3:25 a.m a la tumba de Rajel Imenu y B”H la luna se veía absolutamente nítida sin ninguna nube que la tapara. Los tres hombres saltaron del taxi y comenzaron a recitar Birkat Ha´Lebaná con alegría y bailes. Luego se dirigieron al lado de la tumba de Rajel Imenu, dijeron un capitulo de Tehilim y se fueron cada uno a su casa.
¿Qué es lo increíble de esto? Uno de los hombres que iba arriba del taxi no había podido traer hijos hace mas 18 años. Increíblemente 9 meses más tarde, el día 11 de Jeshván – día en el cual falleció Rajem Imenu (äleha ha´shalom) – le nació a este hombre dos hijos mellizos. Para que veamos la fuerza que puede atraer la mesirut nefesh de una persona.