¿Sobre que tipos de promesas tiene efecto la anulación y sobre cuales no?
Costumbre de anulación de promesas la víspera de Rosh Ha´Shaná y Yom Kipur. ¿Sobre que tipos de promesas tiene efecto la anulación y sobre cuales no? ¿Cuántas personas se requieren para anular promesas? ¿Diferencia entre Sefaradim y Ashkenazim?
Se acostumbra a realizar anulación de promesas la víspera de Rosh Ha´Shana y de Yom Kipur, y el motivo de esto es para salvarnos de no llegar a este día tan importante y decisivo con promesas sin cumplir, y también por si es que la persona es culpable de algún tipo de reproche o excomulgación en la corte de juicio Celestial, logre anularlo a través de esta anulación. Solamente para que podamos dimensionar la gravedad que existe en llegar a Rosh Ha´Shana con promesas sin cumplir, explican nuestros sabios que esto puede llegar a producir que no escuchen los rezos de aquella persona durante días tan decisivos como los que se nos aproximan, y existe una insinuación para esto en el verso de la Toráh que justo trata sobre la prohibición de realizar promesas y no cumplirlas, donde la Toráh dice [Bamidbar 30:3]: “..לא יחל דברו ככל”, lo cual significa “no tardará en cumplir su palabra”, y si nos fijamos bien - veremos que las ultimas letras de cada palabra que compone aquella frase conforman la palabra “אלול”[1] [Birké Yosef, siman 581, seif 21 en nombre del Shaj; Kaf Ha´Jaim, seif katan 19 y 99].
¿Sobre que tipos de promesas tiene efecto esta anulación y sobre cuales no?
Esta anulación de promesas esta compuesta por dos grandes temas, uno son la promesas que la persona prometió (y no fueron liberadas) durante el año que pasó, y el segundo tema es una entrega de conocimiento sobre las promesas que prometerá de ahora en adelante y que posee la intención que no tengan ningún tipo de efecto[2].
Sin embargo, es importante saber que esta anulación de promesas solamente sirve para anular promesas que la persona prometió y no recuerda haberlas prometido en ese momento que se encuentra anulándola, pero todas aquellas promesas que la persona si se acuerda haberlas hecho, no son anuladas a través de esta anulación de promesas hasta que la persona especifique - frente a los que están actuando como jueces al momento de la anulación - de que se trata exactamente la promesa que se acuerda y desea anular, y para esto no requiere contar su promesa a los tres jueces, sino que basta con que especifique aquella promesa frente a uno de los que están sentados anulando las promesas y que sea experto en las leyes de anulaciones y arrepentimientos[3].
Ahora, respecto a la anulación de promesas general que se realiza la cual sirve para anular aquellas promesas que no recordamos haber hecho durante el año y nos arrepentimos de haberlas hecho, halajicamente basta con que sean tres las personas que se encuentran anulando las promesas, sin embargo la costumbre de los Sefaradim es de sentar a diez personas para la anulación, y la razón de esto es básicamente por el temor de que alguna de las personas que requieren anulación haya realizado una promesa en un sueño o haya sido excomulgado en un sueño, ya que en un caso como este sabemos que se requieren diez personas para anularlo (por el hecho de que se debe temer que quizás por mandamiento de H´ la persona prometió o fue excomulgado, y cuando hay presencia de 10 hombres de Äm Israel reside la Divinidad sobre ellos y por ende se puede generar la anulación), por ende lejatejiláh (a priori) se debe realizar la anulación frente a 10 hombres que estudian halajot de la Toráh, dado que ellos son quienes lejatejiláh son aptos para liberar una excomulgación generada en un sueño. [Shuljan Aruj, Yoréh Deäh, siman 210, seif 2; siman 334, seif 35; Kaf Ha´Jaim, seif 20; Jazon Övadiah, pagina 43; Or Le´Tzion, tomo 4, pagina 22].
De todas formas, tal como lo nombramos, halajicamente esto no es una requerimiento indispensable para realizar la anulación de promesas, sino que basta con tres personas para anular las promesas de un grupo de personas al mismo tiempo y no necesariamente deben ser Talmidé Jajamim (sabios estudiosos de la Toráh) quienes anulan las promesas, sino que toda persona puede sentarse para actuar como “juez” y anular las promesas del resto, siempre y cuando no sea un “Äm Ha´Aretz” (persona que no estudia halajot), sino que por lo menos debe ser capas de entender cuando se le enseñan halajot [Shuljan Aruj, Yoréh Deäh, siman 228, seif 1 – 7 – 14].
Respecto a la costumbre de los Ashkenazim, ellos acostumbran a que toda persona de forma individual solicita la anulación de promesas y presenta su intención de anulación frente a tres hombres. La razón de por que lo hacen así, es dado que temen que si todos lo recitan de forma conjunta entonces no van a lograr escucharse a sí mismos y también quizás no se recite en voz alta por parte de algunas de las personas, sin embargo frente a un caso de necesidad se puede ser indulgente y permitir que vayan realizando la anulación de a dos personas, solo que es importante que se preocupen de entregar su solicitud de anulación en voz alta frente a los tres hombres que se encuentran anulando promesas. [Matéh Efraim, siman 581, seif 49; Minjat Itzjak, tomo 9, siman 61].
[1] Y es por esto que algunos acostumbran a realizar otra anulación de promesas 40 días antes de Rosh Ha´Shana (19 de Av) y también 40 días antes de Yom Kipur (víspera de Rosh Jodesh Elul), dado que esta escrito en el Zohar [Parashat Pekudé, pagina 249b] que alguien que tenga algún tipo de reproche o excomulgación pendiente en la corte de juicio Celestial, requiere mantenerse “excomulgado” durante 40 días, y durante aquellos 40 días sus rezos no son escuchados, y es por esto que se realiza anulación de promesas y se tiene extremo cuidado de nuestros actos durante estos días para no requerir reproche o confesión en la corte de juicio Celestial, y de esta forma con seguridad se escuchen nuestros rezos. [Kaf Ha´Jaim, siman 581, letra 12; Berajot 19a; Rambam, Halajot Talmud Toráh, halajá 14].
[2] Y debe la persona entender lo que esta diciendo, no como algunos que dentro de la ignorancia piensan que esto es un tipo de suplica. [Jayé Adam, regla 138, seif 8; Kaf Ha´Jaim, seif katan 99]
[3] De todas formas, la costumbre es que todos los que se encuentran permitiendo las promesas dicen “Mutar Laj” (se te es liberado/permitido) etc…A pesar de que halajicamente basta con que solamente uno de los que están sentados lo diga. También se acostumbra a repetir tres veces aquella frase para fortalecer el tema, pero en realidad halajicamente basta con que se diga una sola vez. [Shuljan Aruch, Yoréh Deäh, siman 228, seif 3; y el Shaj, seif katan 6]